¿Cuántas veces más se reunirán para ponerse de acuerdo y en verdad nos alejemos de las amenazas de guerra, catástrofes nucleares, pobreza, fin del mundo…? Hay esperanza y creamos que el G-20 sí encontrarán la solución y entonces viviremos felices y encantados de… Aldous Huxley dijo que quizá la más grande lección de la historia es que nadie aprendió las lecciones de la historia. ¿Será? O, más drástico, Albert Camus escribió que el gran Cartago lideró tres guerras: después de la primera seguía teniendo poder; después de la segunda seguía siendo habitable; después de la tercera ya no se encuentra en el mapa. Ahí nomás. Supongo que no es necesario alargarse en el tema y parecer un… con bla, bla, bla…
Ya somos 8 mil millones de personas que habitamos en este lindo planeta (“Me pareció ver un lindo gatito…”), según la ONU. En un comunicado el organismo internacional señaló: “Este crecimiento sin precedentes se debe al aumento gradual de la esperanza de vida humana debido a las mejoras en la salud pública, la nutrición, la higiene personal y la medicina. También es el resultado de niveles altos y persistentes de fertilidad en algunos países”.
António Guterres advirtió: “Este año, el Día Mundial de la Población marca un hito, en que la Tierra acogerá, por primera vez, ocho mil millones de personas. Esta es una ocasión para celebrar nuestra diversidad, reconocer nuestra humanidad común y maravillarnos de los avances en salud que han prolongado la esperanza de vida y reducido drásticamente las tasas de mortalidad materna e infantil. Pero también es un momento de reflexión para hablar de “la responsabilidad compartida de la humanidad por el planeta. Una quinta parte de los ingresos mundiales van a parar a los bolsillos del 1 por ciento más rico”.
El chiste es que ya somos un chingo, ¿y luego? Gilbert Keith Chesterton decía que la respuesta a cualquiera que hable de “exceso de población” es preguntarle si él mismo es parte de ese exceso de población, o si no lo es, cómo sabe que no lo es.
Ahí se las dejo de tarea.
Los días y los temas
Día Nacional del Libro. No importa el día, al menos chequen por donde caminan y, si hay señaléticas, léanlas –si les da la luz y su miopía-, para que no caigan en alguna alcantarilla, estén en la ciudad que estén, o sea, en la CDMX, en Xalapa o…
En todo caso, para no andar haciéndole al pendejo, les comparto lo que escribió mi adorable escritora Irene Vallejo en su cuenta de Facebook: “El 12 de noviembre de 1648 nació en México Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana, una de las escritoras más importantes de la historia. En su obra brilla una sincera y valiente actitud combativa frente a las limitaciones que su sociedad imponía a las mujeres. Fue una apasionada defensora de su -nuestro- derecho a acceder al quehacer intelectual”.
Irene nos comparte el siguiente Soneto de la genial poeta mexicana:
¿En perseguirme, mundo, qué interesas?
¿En perseguirme, mundo, qué interesas?
¿En qué te ofendo, cuando sólo intento
poner bellezas en mi entendimiento
y no mi entendimiento en las bellezas?
Yo no estimo tesoros ni riquezas,
y así, siempre me causa más contento
poner riquezas en mi entendimiento
que no mi entendimiento en las riquezas.
Yo no estimo hermosura que vencida
es despojo civil de las edades
ni riqueza me agrada fementida,
teniendo por mejor en mis verdades
consumir vanidades de la vida
que consumir la vida en vanidades.
De cinismo y anexas
No hay por qué variarle. La vida es bella. Ahí les va.
“Una mujer acompaña a su marido a la consulta del médico. Después del chequeo, el médico llama a solas a la mujer a su despacho y le expone:
-Tu marido tiene una enfermedad muy grave combinada con un estrés horrible. Si no haces lo siguiente, sin duda morirá: cada mañana prepárale un desayuno saludable. Sé amable y asegúrate de que esté siempre de buen humor. Prepárale para la comida algo que le alimente bien y que pueda llevar al trabajo. Y cuando vuelva a casa más tarde, una cena especial. No le agobies con tareas, ya que esto podría aumentar su estrés. No hables de tus problemas ni discutas con él, sólo agravarás su estrés. Intenta que se relaje por las noches utilizando ropa interior sexy y dándole muchos masajes. Anímale a que vea algo de deportes en la televisión. Y, lo más importante, haz el amor con él varias veces a la semana y satisface todos sus caprichos sexuales. Si puedes hacer esto durante los próximos diez o doce meses, creo que tu marido recuperará su salud completamente.
De camino a casa, el marido pregunta a la mujer:
-¿Qué te dijo el médico?
-Que te vas a morir.”
Ahí se ven.