***Les paga mal, los obliga a trabajar fuera de horas laborales y a consumir en los negocios que le dio a sus familiares.
De aquella joven humilde, María Esther López Callejas, que se inscribió en la tómbola de Morena para ser diputada local, allá en el 2018, nada queda.
Ahora hay una mujer prepotente, que sin tener estudios profesionales incluso pide que la llamen “licenciada” y que ha mostrado su talante prepotente.
No le gusta su nombre, por eso prefiere que sus cercanos le digan Mary López.
María Esther López, sólo terminó el bachillerato y antes de tener la suerte de salir sorteada en la tómbola de Morena en el 2018, su trabajo más notable había sido el de secretaria en una agencia automotriz.
Ese pasado de empleada, ya lo olvidó.
Ahora trata mal tanto a las secretarias del ayuntamiento de Actopan, como al resto del personal.
María Esther López, como diputada, fue de las más improductivas de la Legislatura en la que estuvo, porque no tenía formación política ni académica para hacer contribuciones de algún al trabajo de la Cámara de Diputados, pero ahí mostró todo su “talento político” y festinó la destitución del alcalde de Actopan, el inefable Paulino Domínguez Sánchez, al tiempo que se plegó a los designios del secretario de Gobierno, Eric Patrocinio Cisneros Burgos.
Esa fue su “gran carrera política”, colocarse bajo las órdenes de Eric Cisneros.
Así fue como se convirtió en alcaldesa de Actopan, impulsada desde el gobierno del estado, con todos los recursos a su disposición.
Tal vez por eso perdió la humildad en el camino y ahora en lugar de ver por el bien de los trabajadores, del pueblo, los maltrata.
De hecho, los está utilizando para impulsar dos negocios particulares, los cuales concesionó a familiares, los restaurantes el Kiosco y Nakuk.
Para comenzar, violentado las leyes laborales, le asignó al personal un horario corrido de 9 de la mañana a 4 de la tarde, sin dejarles espacio para consumir alimentos, o le amplio el mismo una hora, de 9 de la mañana a 5 de la tarde, pero en lugar de dejar esa hora de más para el consumo de alimentos, sólo les da 40 minutos, según se muestra en la circular 006 emitido por el PTLG (lo que sea que signifique eso), Abraham Naún Plaza Velázquez, director de Recursos Humanos del ayuntamiento de Actopan, con fecha del 6 de marzo.
En esa misma circular les dice que los alimentos “se deberán consumir en los espacios establecidos que son el Kiosco y el “Nakuk”.
Pero en ambos lugares, como son negocios, no dejan que los empleados lleven su propia comida, si no que deben consumir lo que venden en esos lugares.
El Kiosco lo puso en el centro del parque de Actopan, un lugar de uso público que ahora es un negocio particular.
El Nakuk lo instaló en donde estaba la comandancia de policía y al principio lo atendía personal del propio ayuntamiento, pero actualmente lo maneja su sobrina, que a la vez es cuñada del director de recursos humanos.
La circular dice los empleados del ayuntamiento sólo pueden consumir alimentos en esos lugares. O sea que si los ven haciéndolo en otro lado, les reclaman.
Pero ni siquiera les dan descuento por su calidad de empleados municipales y por los bajos sueldos que tienen, los cuales oscilan en los 6 mil pesos mensuales, cantidad de por si insuficiente para gastar 50 pesos diarios en una comida, que es lo que cuestan.
Vaya, en el Kiosco, hasta les restringen el acceso a la parte alta del mismo, porque ese es un espacio reservado para la hoy ya no humilde María Esther López y sus allegados, los cuales, por los buenos sueldos que tienen, si pueden pagar las cuentas de consumo en ese lugar, aunque sospechan que a ese grupo le cargan los gastos directo al ayuntamiento.
María Esther López también le ha impuesto jornadas extra, fuera de los horarios laborales, a todos los empleados, sin ningún tipo de pago extraordinario.
Es inflexible en que se cumpla su orden: a quien no realiza esas jornadas o protesta, lo despiden, sin más, sin preocuparse en justificar la separación del puesto.
Para que no quede duda de que en Actopan ella manda, de su prepotencia, a los trabajadores que ha corrido, no les quiere pagar el finiquito, porque se siente protegida por las autoridades laborales del estado. Son varios los casos que están en la Secretaría del Trabajo de la entidad, sin que la titular Dorheny García les preste la menor atención.
Son varios los casos que están así.
Eso no es todo.
María Esther López para “ahorrar” quitó cualquier tipo de protección social a los trabajadores, incluyendo el esencial Seguro Social.
Cuando hay algún accidente o necesidad de atención médica, los trabajadores y sus familiares se las tienen que arreglar a como mejor puedan.
Esa es la realidad laboral que María Esther López ha impuesto en Actopan.
Esa es la forma de gobernar de la 4T.