No hay que darle muchas vueltas. El pasado 1 de junio la ciudadanía de Poza Rica votó contra el hartazgo por los dos últimos gobiernos (causalmente de Morena) que dejaron a ese municipio más pobre, más inseguro y más desamparado ante la delincuencia. Su actual alcalde, Fernando Remes, está acusado de latrocinio, desvío de recursos, corrupción y de andar en malas compañías, tan es así que Poza Rica es una de las ciudades más violentas de la entidad.
Pero a la ineptitud, incapacidad y abuso de poder siguió la soberbia.
Cuando comenzó la auscultación de aspirantes del guinda para la alcaldía, Emilio Olvera Andrade se alzó como el aspirante más fuerte. Abogado de profesión egresado de la Universidad Veracruzana y delegado Regional del Bienestar en Poza Rica, Emilio tenía un plus: conoció hasta el último rincón del municipio y sus comunidades porque llevó personalmente los apoyos del Bienestar.
Su candidatura estaba casi cantada, pero se impuso el dinero y lo bajaron. “Con la novedad compañero que va a tener que esperarse un ratito. Fíjese que el partido se decantó por la compañera Adanely Rodríguez a la que nomás conocen en su casa, pero es ahijadita del alcalde Remes. Con ella nos vamos a ir; usted espérese sentadito por ahí a ver si en cuatro años le toca”.
Lo demás ya se sabe. Emilio compitió por Movimiento Ciudadano y ganó sin problemas la alcaldía. Morena pegó de gritos y exigió reconteo de votos. El OPLE recontó los sufragios y le rasuró casi dos mil votos a Emilio que aún con eso volvió a ganar.
Este viernes y ya a la desesperada, el líder estatal de Morena, Esteban Ramírez Zepeta, pidió recontar cada voto porque “la elección fue un cochinero y pedimos que se limpie. Queremos para Poza Rica un voto por voto, casilla por casilla porque nuestro postulado es el respeto a la voluntad del pueblo”. ¿Acaso no le dijeron o no se dio cuenta que la voluntad de los pozarricenses fue votar por Emilio Olvera?
No, creo que no. Y se volvió a soltar de la lengua: “Movimiento Ciudadano es un partido de delincuentes”.
Pero no tuvo que esperar mucho por la respuesta.
Luis Carbonell de la Hoz, líder estatal del partido naranja le contestó de inmediato. “Si Morena quiere encontrar delincuentes que los busque en sus filas. En sus calificativos sobre MC se confundió, se vio al espejo y se señaló con el dedo. ¿O ya se le olvidaron las denuncias contra su exsecretaria de Salud, del gobierno estatal del que él formó parte? Ahí está Adán Augusto López, Cuauhtémoc Blanco, Saúl Huerta Corona, por mencionar algunos, y súmele a los investigados en Estados Unidos a quienes les han retirado sus visas”.
Y agregó: “El caso de Poza Rica ya lo decidió la gente con su voto. La diferencia es contundente en favor de MC, a pesar de todo lo que intentaron. No se puede pretender violar la voluntad del pueblo”.
El martes 5 de agosto el Instituto Nacional Electoral (INE) desechó por unanimidad la queja de fiscalización presentada contra Movimiento Ciudadano y Emilio Olvera, presidente municipal electo, confirmando que no existió ninguna irregularidad en el manejo de recursos durante la campaña.
Y cuando todo mundo pensó que ahí pararía la bronca, este sábado el Tribunal Electoral de Veracruz (que de autónomo tiene lo que Andy López Beltrán tiene de trabajador), aprobó por dos votos contra uno el recuento total de votos en la elección de Poza Rica, con lo que Emilio Olvera se puede ir despidiendo del triunfo que obtuvo legítimamente en esa ciudad.
¿Hay otra instancia de dónde echar mano para evitar este atraco que Ramírez Zepeta y el TEV están anunciando? Sí, Sala Regional Xalapa del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. El problema es que es tan “autónoma” como el TEV.
La última instancia sería la Suprema Corte, pero para cuando llegue la impugnación de MC, las ministras y ministros traerán un letrero en el pecho con cinco palabras: “A las ordenes de Morena”.
De ahí el fundado resquemor de MC por el reconteo.
Eso sí, sea cual sea el resultado la bronca será para Esteban Ramírez Zepeta. Si gana la elección en la mesa hasta sus correligionarios lo acusarán de tramposo. Y si pierde será acusado de inepto.
La sensatez indica que si Morena quiere seguir siendo un partido de respeto (al menos para sus seguidores más fieles), debe aceptar el resultado del 1 de junio que le dio el triunfo en las urnas a Emilio Olvera, o en el 2027 la ciudadanía se la va a cobrar como lo hizo en las pasadas elecciones donde al competir en solitario el guinda apenas ganó en 11 alcaldías. También debe darle las gracias a Ramírez Zepeta y nombrar a un nuevo líder del partido, líder que necesita con urgencia.
Pero la sensatez no es algo que vaya con los morenos que por otra parte carecen de políticos de tiempo completo. Zepeta es un luchador social; bueno para cerrar calles y pintarrajear paredes, pero pésimo para dirigir un partido como Morena al que está llevando al desfiladero. Y si sigue en la presidencia lo va a entregar hecho pedazos.
Si pierde en la mesa, Movimiento Ciudadano saldrá fortalecido por una sola razón: porque todo mundo sabrá que les robaron. Y como paradoja, una derrota de esa naturaleza los pondrá en el candelero en 2027 y en 2030.
