Entre lo utópico y lo verdadero
Por Claudia Guerrero Martínez
05 de junio de 2025
Ahora resulta que el aún rector de la UV le echa la culpa a la Prensa y él no quería un segundo periodo
***UV, amiguismo y cinismo rectoral.
Como muchos políticos cínicos del gobierno de Cuitláhuac García Jiménez, quienes cometen errores, estupideces y ocurrencias, al ser evidenciados, culpan a los medios de comunicación y se deslindan de sus torpezas. Este es el caso del protegido de Atanasio García Durán, el todavía rector de la Universidad Veracruzana, Martín Gerardo Aguilar Sánchez, quien sostuvo este miércoles una reunión con directores y aseguró que él nunca quiso un segundo periodo al frente de la UV. Y lo peor, miente frente a sus colaboradores y directores de áreas, mostrándose como un mitómano.
La liga para evidenciar su mentira en:
https://www.facebook.com/watch/?v=751098317379967&rdid=UKomexCsQ9fo3LFm
Lo interesante, que en la misma reunión convocada por el olvidadizo Martín Aguilar, sí le recordaron que es la Junta de Gobierno quien convocará a aspirantes a la Rectoría y Aguilar Sánchez quedará fuera de la contienda, por superar la edad límite de 65 años.
Y nos enteramos que la ocasional “demencia” del Dr. Martín Aguilar, quien por ciento, fue nuestro asesor para entrar al Doctorado en la UV y él mismo no permitió nuestro ingreso, para finalmente, realizar el grado doctoral en el Colegio de Veracruz.
Un dato interesante de una fuente confiable: El bien llamado “Rector del Bienestar” Martín Aguilar Sánchez, cuando vivía con su primera esposa, la socióloga Martha Cortés, quien lamentablemente ya falleció, cuando se casaron, él aspiraba a tener casa y alimentos, siendo ella un mujer muy bella. Años después, se divorciaron y la pobre exesposa tardó casi diez en sacarlo de la casa, siendo propiedad de ella y nos comentan: “Yo creo que Martín Aguilar piensa que la Rectoría de la UV es intentar quedarse con ella, como lo quiso hacer con el inmueble propiedad de su exesposa”.
Y en esta entrega, compartimos una carta dirigida a Martín Gerardo Aguilar Sánchez: En los pasillos de la Universidad Veracruzana es tema recurrente sobre la molestia e indignación por los nulos resultados obtenidos por el rector en turno, el creciente burocratismo y la rigidez institucional, que paraliza todos los procesos académicos. Frente a esta realidad, el sociólogo y Doctor en Ciencia Política por el Institut D’études Politiques de Grenoble de la Universite Pierre Mendes, en Grenoble, Francia y con una maestría en Historia de México por la Universidad Nacional Autónoma de México, Martín Gerardo Aguilar Sánchez se dice experto en el análisis y estudio de los movimientos sociales, al parecer está haciendo un experimento social para observar cómo se hace estallar a una institución pública, a partir de la pretensión de prorrogar su ineficaz gestión y desatendiendo lo establecido en la Ley Orgánica que hace referencia al límite de edad, 65 años.
Como ya señalamos con anterioridad, los dos ejes de su gestión universitaria: El respeto a los derechos humanos y la sustentabilidad son puro discurso, pues en días recientes, el “Rector del Bienestar” rechazó la recomendación de la Comisión Estatal de Derechos Humanos bajo el argumento de no estar de acuerdo con esta recomendación que surgió por las violaciones a los derechos humanos de una trabajadora universitaria. Y próximamente, ya le llegará la recomendación nacional en la CNDH.
Al margen de este asunto, existen datos duros que llaman poderosamente la atención. Con base a la Cuenta Pública de los años 2022 y 2023, la Universidad Veracruzana dejó de recibir del Gobierno Estatal, alrededor de 2.5 miles de millones de pesos. Si toma usted el ingreso estimado (aprobado por el Congreso de Veracruz) contra el ingreso asignado, los datos son los siguientes: en el año 2022, el ingreso estimado fue de $7´731,634,982.0 y el recurso asignado fue de $6´533,818,736.39, lo que significó un daño presupuestal para la UV de $1´197,816,245.61; para el año 2023, igualmente el ingreso estimado fue de $8´569,391,539.00 y el ingreso asignado fue de $7,114,922,370.31, con una reducción neta de 1´454,469,168.69. Falta ver cómo viene la Cuenta Pública del 2024.
Esta reducción presupuestal pone en riesgo la sustentabilidad financiera de la institución y esto no le motivó a Martín Aguilar a interponer alguna acción legal para defender a la UV, ya que pudiendo interponer un amparo o una acción de inconstitucionalidad o cuando menos, un oficio para quejarse de este abuso a la comunidad universitaria, la máxima autoridad universitaria sólo bajó los brazos ante su correligionario Cuitláhuac García Jiménez.
Con esta pifia en su gestión, se suma la torpe decisión de recoger la iniciativa de cambio de la Ley Orgánica de la Universidad Veracruzana de la Legislatura del Estado, donde ya se consideraba la abrogación del candado de 65 años para ser rector.
Pero esta no es la única barbaridad del actual rector, pues “radio pasillo” se alarma por la pretensión del rector de mantenerse en el cargo, sin mediar la auscultación a la que está obligada la Junta de Gobierno y están claros en Rectoría, sobre la molestia existente en la comunidad universitaria, por lo que buscarán reelegirse de manera directa al rector con base al artículo 9º de la Ley de Autonomía que señala “La designación del rector requiere el voto favorable de al menos seis de los miembros de la Junta de Gobierno”.
En este sentido, la Junta de Gobierno se saltaría olímpicamente lo establecido en la Ley Orgánica, que establece en el Capítulo III: “Del rector, que señala en su artículo 37, fracción II, “Ser mayor de treinta y menor de sesenta y cinco años, al momento de su designación”. Así o más clarito? La convocatoria para el cambio de rector debe expedirla la Junta del Gobierno a más tardar el 30 de junio para estar en los tiempos normativos para la legal designación del rector”.
Frente a esta decadencia en la gestión universitaria, se mantienen los privilegios de amigos y funcionarios que muestran nulos resultados. Un caso célebre es la directora del Área Académica de Humanidades, Yolanda González Molohua, pedagoga de formación, exdirectora de la carrera de Sociología, en su periodo de gestión, carreras como Historia, Sociología, Filosofía y Arqueología, cada vez tienen menos estudiantes sin hacer nada al respecto o proponer nuevas carreras del Área de Humanidades. Pero algo sí cambió, el maltrato que dispensa a diestra y siniestra a sus colegas, quienes dicen desconocer el nuevo lado oscuro de esta funcionaria universitaria.
Como el rector Martín Aguilar es muy amigo de sus compañeros de generación, destaca un profesor de apellidos Reyes Hernández, quien de acuerdo con la Dirección de Profesiones de la SEP, sólo cuenta con una Cédula Profesional de Licenciatura 8640765, expedida en el año 2014; sin embargo, tiene un nombramiento de profesor titular B, que corresponde a profesores con grado de Maestría. Ha sido beneficiario con dos descargas académicas por años, para realizar estudios de Doctorado, primero en Ciencias Políticas y después en Filosofía, de las cuales, nunca entregó los trabajos de tesis y menos las cédulas profesionales. Todo indica que se fue a pasear, con el beneplácito de las autoridades pasadas y presentes. Pero resulta que fue compañero de banca en el aula con el rector del Bienestar, Martín Gerardo Aguilar Sánchez. Ojalá se investiguen este y otros casos para fincar responsabilidades.
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