A Morena, al menos en Xalapa, su dirigencia nacional determinó amarrarle las manos y cortarle las uñas.
No habrá de a gratis ni sindicaturas, regidurías, aviadurías o pago de cuotas para familiares o chairos que ya se frotaban las manos.
No se permitirá el abultamiento de la burocracia o subejercicios tan característicos de la administración de Hipólito Rodríguez por mandato superior.
Se respetará, en caso de que Ricardo Ahued Bardahuil gane, su investidura. Se guardará asimismo distancia institucional con las fieras bravas Eric Cisneros, el “Bola 8”, y el superdelegado de Bienestar, Manuel Huerta Ladrón de Guevara.
Y no habrá complicidades o corruptelas.
Esos fueron parte de los acuerdos a los que llegó Ahued para jugar la presidencia municipal, previo permiso del Senado de la República.
Dos encuentros con el gobernador Cuitláhuac García cerraron la ronda de diálogo llevando la mediación de Rocío Nahle, siempre en un marco de respeto y disposición de parte de los ofertantes que traen la consigna presidencial de no perder la llamada “Joya de la Corona”.
Y es que en la tierra Morena no hay la menor duda de que si se gana Xalapa, se gana Veracruz en el 2024.
En breve, de acuerdo a las instrucciones de México, se hará oficial el tránsito de pre-registro de Ahued al registro definitivo concordante con las fechas electorales.
El aun Senador Ricardo Ahued comentó a este reportero que está esperando “la confirmación de Morena en estos días para no adelantar vísperas y transitar en armonía con la militancia”.
Se cierra pues, antes de que concluya la semana, el capitulo más importante de la concertación de Morena con sus aspirantes y prospectos, un rebumbio provocado por la ausencia de cabeza y liderazgo en ese partido en la entidad.
Es la resultante de una pretendida imposición del gobernador Cuitláhuac García en favor de su escudero Esteban Ramírez Zepeta; los pleitos sin fin con Manuel Huerta y el desprecio gubernamental hacia el dirigente nacional Mario Delgado tras batear a sus enviados Gonzalo Vicencio y Oscar Cantón Zetina.
Morena enfrenta dificultades internas serias ya que al empezar a fluir el dinero para las inminentes campañas electorales, los enviados lo retuvieron, se lo embolsas o solo entregan promesas.
Ello al igual que las despensas que desde meses atrás quedó comprobado que los diputados locales se quedaban con ellas para promoción personal o dejaban que se echaran a perder o eran canalizadas a otras plazas electorales.
Asimismo, el flujo financiero de la Secretaría de Bienestar, que encabeza en Veracruz Manuel Huerta Ladrón de Guevara, acusado de violador sexual, fue atajado al nominarse para los cargos de elección popular -diputaciones y presidencias municipales- a los amigos y familia de Cuitláhuac García y no a los amigos y aliados de Huerta.
Consecuentemente Morena se mueve sin rumbo ni destino.
Está decapitado y no hay quien abone en favor de la unidad lo cual ha dado lugar al repunte de la oposición partidaria que se apresta al río revuelto.
En el caso de Xalapa si bien el arrastre y presunta victoria la da Ricardo Ahued por su aceptación y no Morena, no puede descartarse la inminente alianza PAN-PRD-PRI en favor de David Velasco Chedraui.
David en estos momentos se encuentra en la ciudad de México. Fue citado a asistir al cónclave entre las dirigencias nacionales para decidir en favor de la alianza para rescatar Xalapa.
Bien sabe la oposición partidaria la importancia de ganar la plaza en momentos en que Morena en la capital veracruzana es repudiada por la ciudadanía.
La lucha pues entre un hombre querido, Ahued, y el poderoso empresario respaldado por las familias Chedraui y Fernández Ávila, David Velasco será un duelo en donde será difícil apostar en estos momentos saber quien será el vencedor.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo