No dejó de llamar la atención que al inicio de semana se supo que el nuevo secretario de Gobierno, Ricardo Ahued Bardahuil, “ordenó iniciar, substanciar o instrumentar los procedimientos administrativos necesarios para aplicar las sanciones que correspondan o dar por terminados los efectos del nombramiento contra exfuncionarios de la dependencia”.
Para ello delegó facultades a personal de la Unidad Administrativa bajo su responsabilidad para que redacte actas administrativas y/o circunstanciadas e inicie sanciones, ello sin perjuicio de que él mismo intervenga y proceda.
Se apega siempre a la ley para actuar, en este caso a la Ley Estatal del Servicio Civil, pero cuando se hace público que ordena sancionar a exfuncionarios es que debe sospechar, o sabe, o tiene la certeza de que en el subsuelo de la Segob hay una verdadera cloaca que dejó el ahora exsecretario Eric Cisneros y que tapó su sucesor Carlos Juárez Gil.
No se dijo nada en la información que se divulgó, pero seguramente continúa la auditoría para saber qué recibe y en qué condiciones, y para nadie será una sorpresa que halle un mal manejo, por no decir que una robadera de dinero, sobre todo por parte de Cisneros, porque no hay una explicación de dónde sacó tanto dinero para tapizar de propaganda el estado cuando quiso ser candidato a gobernador, o para publicar unos libros dizque de su autoría, o para los carnavales de la negritud con los que se anduvo paseando por todo el estado, y un largo etcétera.
Como presidente municipal de Xalapa ya vimos que su pecho no es bodega y que exhibió los presuntos actos de corrupción de su antecesor Hipólito Rodríguez Herrero, al que tiene agarrado con tantas pruebas, como seguramente va a tener en sus manos a Cisneros y su bola de cómplices.
Por ahora lo único cierto es que ya ordenó a personal a sus órdenes que empiece la limpieza. Los veracruzanos le pedirían que vaya a fondo, denuncie y proceda, que no se permita la impunidad, que dé muestras de que el gobierno de Rocío Nahle de verdad no es igual a los que se acaban de ir.
Y mañana sábado, ¡ay!, entra el invierno. En Xalapa se resiente el cambio de clima. Decenas de coatzacoalqueños y de minatitlecos, sobre todo, que vienen del intenso calor, 40 grados o más, y que han emigrado para integrarse al gobierno de Nahle, van a recibir sus primeros baños de frío, en serio. Claro, pero siempre estarán mejor que los cuitlahuistas que ahora están en la fría banca cuando no en la congeladora.
Rocío flota en su primer mes sin problemas por salvavidas que le dejó Cuitláhuac
El 12 de diciembre de 2016, doce días después de que había asumido la gubernatura, Miguel Ángel Yunes Linares informó que recibía el gobierno en “emergencia financiera”.
“Es una crisis inédita. No hay riesgo histórico de algo similar. En doce años llevaron a Veracruz a la quiebra”, se quejó del gobierno de Javier Duarte de Ochoa.
Ocho días después, el 20 de diciembre informó que su administración solicitaría tres créditos bancarios para cubrir los pagos de fin de año, que sumaban 10 mil millones de pesos.
Dos años después, el 26 de septiembre de 2018, en una reunión del comité de entrega-recepción con personeros del nuevo gobernador Cuitláhuac García Jiménez, dijo que la situación financiera de Veracruz no era sana.
Expresó entonces que como lo había hecho él en diciembre de 2016, el nuevo gobierno tendría que recurrir a la contratación de créditos quirografarios o solicitar el adelanto de las participaciones federales para cubrir los compromisos financieros de fin de año.
Anualmente, el gobierno de Veracruz arrastra un déficit de 6 mil millones de pesos, por lo que no le alcanza para pagar sueldos y aguinaldos de fin de año, de ahí que tengan que completar con préstamos bancarios o participaciones federales del siguiente ejercicio presupuestal.
Con apoyo de Lima Franco, Cuitláhuac acabó con los préstamos quirografarios
En el último año de su gobierno, Yunes pidió un préstamo por 4 mil 400 millones de pesos, y Cuitláhuac, en su primer año, en 2018, solicitó uno por solo 2 mil 500 millones.
En su última comparecencia ante los diputados locales para glosar el sexto y último informe del gobierno de García Jiménez, el entonces secretario de Finanzas y Administración, José Luis Lima Franco, dio a conocer el 16 de noviembre pasado que dejaban en caja 10 mil millones de pesos a la nueva administración para el pago de sueldos, aguinaldo y prestaciones a la burocracia.
Lima fue ratificado en el cargo por la nueva gobernadora Rocío Nahle, aunque finalmente optó por renunciar para buscar la candidatura de Morena a la alcaldía de Poza Rica.
Esta semana que termina, el gobierno pagó puntualmente, sin sobresaltos, los compromisos obligados de fin de año, incluidos los del IPE a jubilados y pensionados, y que alguien haya oído, Rocío no se quejó que no tuviera para pagar.
Crítico que he sido del exgobernador Cuitláhuac García Jiménez, debo reconocer que actuó en forma responsable con los trabajadores al servicio del gobierno, pues al dejar fondos suficientes a la nueva administración cortó, al menos en lo inmediato, la racha y cadena de préstamos quirografarios que desde hacía 20 años se venían solicitando para cubrir los pagos de fin de año.
Siempre dije en este espacio que el titular de Finanzas, Lima Franco, administró bien la escasez, y afirmé que, sin duda, fue uno de los pocos pilares que sostuvo al gobierno de Cuitláhuac; de paso apalancó el arranque del nuevo gobierno, que ha iniciado a tambor batiente al no tener protestas por falta de pagos a la burocracia.
A partir de enero toda la responsabilidad del manejo financiero será ya de la nueva administración, con el presupuesto para el ejercicio 2025. Veremos si el gobierno de Rocío no tiene necesidad de recurrir a nuevos préstamos para cumplir con todo lo que ha anunciado, que no es poco.
Nahle, apenas tres semanas en el Gobierno; va bien
El domingo, Rocío Nahle cumplirá apenas tres semanas como nueva gobernadora del estado.
El comentario general es que el gobierno de Cuitláhuac García Jiménez fue tan malo que llegara quien llegara a la gubernatura fácilmente lo haría mejor.
Eso es cierto, pero no le resta méritos a la exsecretaria de Energía, quien mantiene un buen ritmo de trabajo, que en apenas 20 días este viernes borró del escenario estatal, por completo, a su antecesor.
Rocío ha destacado hasta ahora porque ha ofrecido resultados que no le han costado mucho económicamente lograrlos.
El retiro de la caseta del puente Coatzacoalcos I fue una decisión política, como también la orden para que las grúas no abusen de los automovilistas. Igual, su reunión y atención a los familiares y a los integrantes de los colectivos de búsqueda de desaparecidos, y solo se necesitó dinero para la compra de medicamentos para niños con cáncer.
Pero ya vendrá el tiempo en que necesariamente necesitará recursos para las obras que anunció, algunas verdaderamente cuantiosas, y ahí se verá verdaderamente de qué está hecha.
Repito, no se le restan méritos por lo que ha hecho y cómo ha actuado en sus primeras tres semanas, pero por ahora ha inaugurado o está por inaugurar obras materiales que dejó avanzadas la administración de Cuitláhuac.
Veremos cómo cierra el año, incluso si impacta dando un quinazo llevando a la cárcel a corruptos del gobierno pasado como muestra de que, como viene repitiendo, no va a permitir la corrupción durante su mandato.