*Nada cambio en el STPRM salvo el nombre del cacique
*Siguen cobros ilegales por la basificación a trabajadores
NADA CAMBIO en el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), salvo el nombre de los cacicazgos y saqueos, pues el veracruzano Ricardo Aldana Prieto, quien reemplazó en 2022 a Carlos Romero Deschamps que renunció a la secretaría general del STPRM luego de 26 años de ostentar el cargo, aunque en realidad debió dimitir debido a múltiples acusaciones por delitos de corrupción y otras atrocidades. Y es que, en 2019, la revista Forbes indicó que al menos once de sus familiares contaban con contratos de trabajo en Pemex y, en conjunto recibían alrededor de 700 mil pesos mensuales, por lo que tres años después, en 2021, la Unidad de Inteligencia Financiera señaló la existencia de una red de prestanombres usada por su familia que enfrentaban severos conflictos de evasión fiscal y triangulación de más de 270 millones de pesos. Como fuera, el, entonces, tesorero del sindicato Luis Ricardo Aldana Prieto, nacido en Orizaba, fue nombrado el sucesor de aquel vetusto cacique, pese a tener una carrera similar a la de Romero Deschamps, pues se había desempeñado como senador, y en dos ocasiones diputado federal, siendo mayormente conocido por su implicación en el escándalo político conocido como el Pemexgate, descubierto y denunciado a inicios del gobierno del presidente Vicente Fox. Y es que en 2001 se descubrió que fondos provenientes del sindicato de trabajadores de la compañía petrolera mexicana y del propio Petróleos Mexicanos fueron indiscriminadamente utilizado para solventar la campaña presidencial de Francisco Labastida Ochoa, candidato por el Partido Revolucionario Institucional para las elecciones presidenciales del año 2000. A pesar de que los responsables no fueron presentados ante la Justicia, el partido fue multado con 1 mil millones de pesos mexicanos (alrededor de 90 millones de dólares estadounidenses), y no obstante las evidencias del ilegal desvío de multimillonarios recursos de los trabajadores y obreros para financiar una “Elección de Estado” a favor del candidato oficial, este no logró ganar las elecciones presidenciales del 2000. La prensa nombró al escándalo Pemexgate, como un juego de palabras en referencia al escándalo político estadounidense conocido como Watergate.
Y SOLO para tener una referencia de quien es Aldaba Prieto, baste saber que el ingeniero electromecánico inició como trabajador de Pemex en su juventud, y escaló diversos cargos dentro del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana hasta ser designado Tesorero de esa organización durante las gestiones sindicales del afamado Joaquín Hernández Galicia, conocido como La Quina, quien fue sostenido al frente de la organización durante los sexenios de Adolfo López Mateos, Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría Álvarez, José López Portillo y Miguel de la Madrid, pero el 10 de enero de 1989, por órdenes del entonces presidente Carlos Salinas de Gortari, quien había asumido a la presidencia apenas el 1 de diciembre de 1988, fue detenido por diversos delitos de corrupción y asesinatos, aunque las causas reales, según analistas, fue porque se oponía a las políticas de privatización del gobierno, calificado de neoliberal, pero sobre todo que en las elecciones presidenciales de 1988 los distritos electorales habitados por trabajadores petroleros mostraron numerosos votos por el candidato opositor Cuauhtémoc Cárdenas, lo cual implicaba “deslealtad” de Hernández hacia el PRI o “ineficacia” en proteger los intereses del régimen que le amparaba. Se alegó también que Hernández Galicia había patrocinado la publicación de un libro titulado ¿Un asesino en palacio? donde se afirma que uno de los hermanos Salinas de Gortari (Carlos Salinas de Gortari) hijos del entonces prominente político mexicano Raúl Salinas Lozano, había asesinado con un rifle calibre 22 a una empleada doméstica en su residencia en la Ciudad de México cuando eran niños.
POR ELLO, el ejército mexicano en un operativo militar, irrumpió en la casa del líder sindical, siendo detenido y condenado a 35 años de prisión por posesión ilegal de armas. Junto con La Quina cayeron todos sus allegados, encabezados por Salvador Barragán Camacho, acusados de acopio ilegal de armas y de asesinato en primer grado, pero nunca fueron acusados de corrupción política o enriquecimiento ilícito, delitos que serían más fácilmente demostrables ante la justicia, pero Aldaba Prieto la libró. Posteriormente, también, fue tesorero de Carlos Romero Deschamps, de quien, en numerosas ocasiones se denunció el estilo de vida de su familia y amigos como Raúl Becerra de Dios, Secretario de la sección 14. En septiembre de 2012 se dieron a conocer fotografías de su hija Paulina Romero Deschamps, en las que exhibe y presume una “vida multimillonaria”. En febrero de 2013 se reveló que su hijo José Carlos Romero Durán recibió un automóvil Ferrari Enzo, con valor de dos millones de dólares. Romero Deschamps no logró demostrar que habría sido capaz de hacer esas compras con sus ingresos como funcionario y líder sindical.
TRABAJADORES TRANSITORIOS acusan que Ricardo Aldana Prieto es el mismo rufián y está cortado por la misma tijera que su corrupto ex patrón Carlos Romero Deschamps, y está permitiendo que sus secretarios generales en las diferentes secciones sindicales cobren indebidamente cuotas peor que los bancos, casas comerciales y grupos delincuenciales por la basificación, aplicándoles el hostigamiento telefónico. Aldana y secretarios generales se quieren seguir llenando los bolsillos extorsionando a los trabajadores transitorios a quienes les cobran una cuota que va de 10, 20 y hasta 50 mil pesos por tan solo firmarles el oficio para ser basificados por PEMEX, trámite que es totalmente gratuito, asumen molestos
EN LA zona sur del Estado, los transitorios acusan directamente a Ricardo Aldana, Ramón Hernández Toledo y secretarios generales de las 36 secciones sindicales de tener esta red de extorciones dentro de las distintas oficinas del sindicato, por lo que hacen un llamado a quienes fueron favorecidos a no caer en esa “tranza” que les está aplicando el STPRM. Son 18 trabajadores transitorios de la sección 11 que el pasado diciembre firmaron la basificación en PEMEX y solo dos se negaron a pagar los 10 mil pesos que les estaban solicitando en la ventanilla por conducto de la famosa Doña Lore, una mujer al servicio de Hernández Toledo, poniéndose firmes y alegando que el trámite es totalmente gratis, y hoy están trabajando en su plaza. A ellos no les pudieron quitar nada porque PEMEX tiene el control de las plazas, ya que el sindicato es obsoleto; los otro 16, por temor que les quitaran sus bases si le entraron con sus 20 mil pesos, y en un abrir y cerrar de ojo el sindicato se embolso el dinero. Los trabajadores esperaban que Ricardo Aldana Prieto terminara con toda la corrupción y extorción que les están aplicando dentro del sindicato, pero finalmente se dan cuenta que es imposible porque proviene del mismo árbol junto a sus ex jefes Joaquín Hernández Galicia y Carlos Romero Deschamps, y es absurdo que esos genes corruptos no sigan circulando por sus venas. Así el dirigente relecto del STPRM, aun cuando Claudia Sheinbaum prometió que no habría relección ni en los sindicatos –salvo que este abonando a un camino que podría resultarle fructífero-. OPINA carjesus30@hotmail.com