*Se imponen inflación y precios elevados de alimentos
*Costo del dinero se encarece y con ello la producción
AUNQUE EL Banco de México es quien equilibra diariamente la oferta con la demanda de base monetaria a través de su intervención cotidiana en el mercado de dinero, evitando con ello que el faltante o sobrante de liquidez afecte el nivel de las tasas de interés, el Presidente Andrés Manuel López Obrador no quiso dejar pasar la oportunidad de demostrar –horas antes de la inauguración de la 85 Convención Bancaria que se realiza en Acapulco-, que Victoria Rodríguez Ceja, designada desde el primero de Enero de este año y hasta el 31 de Diciembre de 2027 gobernadora del Banxico, no es, sino su empleada, y en ese tenor, violentando los reglamentos de la institución se adelantó al ente emisor y a su titular (o debemos decir: su trabajadora), y anunció que el Banco Central subiría la tasa de interés hasta el 6,5 por ciento, tras un alza de 50 puntos base, anuncio que sorprendió a analistas y a la prensa especializada, ya que normalmente Banxico da esa información pasado el mediodía y acorde al calendario para los anuncios de las decisiones de política monetaria. La postura de AMLO pone en entredicho la autonomía del banco, más aun cuando dio el anuncio mientras defendía la política energética en combustibles fósiles del País que permitirá controlar la alta inflación, que en esta primera quincena de marzo se ubicó en el 7,29 por ciento, lo que invariablemente afecta los bolsillos de los que menos tienen, una situación que no percibe el titular del Ejecutivo Federal embelesado como se encuentra con la reciente inauguración del Nuevo Aeropuerto Internacional de México, mientras se prepara para echar a andar la refinería de Dos Bocas en Paraíso, Tabasco, y el Tren Maya apabullado por ambientalistas que critican la deforestación de selvas y bosques en aras de cumplir el capricho presidencial, tal como ocurrió como el NAIM que tiene menos vuelos que un adicto a las drogas.
AMLO SOSTIENE que el Banco de México aumentó la tasa de interés 0,50 puntos para llegar a 6,5 por ciento, “porque cuando aumenta la tasa de interés hay menos inversión y se supone que baja la inflación, es un mecanismo de control”, reiteró en un escenario de grave preocupación, ya que la inflación del País se ubicó en 7.29 por ciento en la primera quincena de marzo, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, y el dato anual de esta primera quincena de marzo supone también un ligero aumento frente al de febrero, cuando la inflación quedó en un 7.28 por ciento interanual arrasando con los precios al consumidor. Aún se recuerda cuando AMLO propuso a Rodríguez Ceja para el Banxico con la encomienda de abocarse a controlar la inflación, dejando fuera a Arturo Herrera Gutiérrez que, incluso, lo hizo renunciar a la SHCP: “Queremos que participen mujeres, que se lleve a cabo este cambio reconociendo el trabajo que ha hecho la subsecretaría de Egresos, que ha estado actuando muy bien, con un manejo ejemplar. Ha actuado con mucha responsabilidad para no gastar por gastar. A ella se debe que tengamos estabilidad financiera, que no se haya recurrido a deuda adicional”, pero los pronósticos fallaron, ya que en la inflación que enfrenta México aún no se reflejan los efectos por la guerra de Rusia contra Ucrania, pues la participación financiera del País con ambas naciones es menor. El presidente, reconoció, por lo menos al proponerla que: -la funcionaria cumple con todos los requisitos de Ley para liderar al banco central, aunque no tiene la experiencia curricular en el manejo de política monetaria- que sí destaca en el artículo 39 de la Ley del Banco de México.
Y LAS consecuencias no se han hecho esperar, acaso por la intromisión del propio presidente en política económica o macroeconomía. Y es que la tasa de inflación mexicana subió en la primera quincena de marzo hasta el 7,29 por ciento tras un aumento de los precios en este periodo del 0,48 por ciento respecto a la quincena anterior, impulsado por los energéticos y los alimentos, y no precisamente por el conflicto Rusia-Ucrania. Dice el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) que en la misma quincena de 2021, hace justo un año, hubo un aumento del 0,53 por ciento en el índice de precios al consumidor (IPC), con lo que la inflación quedó entonces en el 4,12 por ciento anual.
ACLARA INEGI que México, sin embargo, por el momento no se ve tan afectado por el impacto en los precios al consumidor que está teniendo la guerra en Ucrania en buena parte del mundo. A ese respecto, el Presidente explica porque su Gobierno está subsidiando los combustibles que consume el País: “el subsidio a la gasolina se da porque necesitamos controlar la inflación. Si se desata la inflación nos afecta mucho porque es carestía. Aumenta el precio de todo y no nos rinde el ingreso, podemos tener incrementos salariales, pero por la inflación se reduce nuestra capacidad de compra, entonces no hay que permitir la inflación”. En ese sentido dice que hay varias maneras de enfrentar la inflación, “la mejor es produciendo y consumiendo lo que producimos”, aunque tampoco descartó una mayor apertura comercial, como quitar aranceles en ciertos alimentos importados para que se controlen los precios. Y es que los costos al consumidor cerraron 2021 con una subida del 7,36 por ciento, un nivel no visto en dos décadas debido al alza de insumos básicos como los agropecuarios o la energía.
ANTE ESTO, instituciones como el Banxico elevan su tasa de interés, pues el movimiento es una de las herramientas de política monetaria con las que cuentan todos los bancos centrales del mundo para mantener la estabilidad de precios, pero esa manera el costo del dinero se encarece, es decir, si tú deseas contratar un crédito con alguna institución financiera, te va a ‘costar’ más fondearte. Un incremento en la tasa se refleja principalmente en los créditos al consumo, los hipotecarios y para bienes duraderos, como los automóviles. Pero, ¿qué pasará cuando el Banxico decida iniciar un ciclo a la baja (lo cual se ve bastante lejano)? Tendríamos que pagar menos intereses a las instituciones financieras que prestan dinero, y para atrás, ni para tomar ventaja.
LO GRAVE es que cuando Banxico eleva la tasa de interés, las instituciones financieras como bancos o casas de bolsa realizan lo mismo y elevan los intereses que cobrarán en los préstamos que otorgan a las personas, lo que de alguna manera dispara precios al consumidor, ya que comerciantes y empresarios requieren préstamos para comprar los productos que expenden o fabrican. Así, la inflación no subyacente, es decir, el índice que registra los precios de los productos agropecuarios, de los energéticos y las tarifas autorizadas por el gobierno, presentó en marzo un incremento del 12.21 por ciento, según la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec), lo que se refleja en el salario de los trabajadores, para quienes el aumento al mínimo no fue sino un pretexto para golpearlos, finalmente. Así las cosas. OPINA carjesus30@hotmail.com