De acuerdo a una encuesta firmada por la casa encuestadora Impulsos, Anilú Ingram Vallines es una de las punteras para contender por la candidatura a la presidencia municipal del puerto de Veracruz.
Bien por ella.
Anilú es inteligente, trabajadora y sensible a los problemas de los demás, principalmente de los menores y las mujeres. Fue diputada local y presidenta de la mesa directiva en la LXIII Legislatura, luego fue diputada federal, delegada de la Sedesol y otra vez diputada local en la anterior Legislatura donde se destacó por ser una aguerrida opositora.
Cuando en marzo de este año se habló de la posibilidad de que por cuestión de género el PRI podría postular a una mujer a la gubernatura de Veracruz, el primer nombre que saltó a la palestra fue el de Anilú.
Pero no se dio.
Esto la molestó al grado que se peleó con el dueño del balón en el PRI, Alejandro “Alito” Moreno y se fue del tricolor. Se dijo que se asomó a Morena pero no la dejaron entrar. Luego apareció en el Partido Verde a lado de otros ex priistas como Fernando Kuri, Renato Alarcón y Jorge Carvallo.
Y ayer se dio a conocer que va punteando en las preferencias por la alcaldía jarocha.
Todo eso está muy bien, salvo por un detalle. Impulsos la está poniendo como aspirante de Morena junto con la morenista de pura cepa Rosa María Hernández Espejo.
Según Impulsos a Anilú la conoce el 91.9 por ciento de los jarochos, mientras que a Rosa María el 80.6 por ciento. Rosa María tiene un 52.8 por ciento de las preferencias ciudadanas para la alcaldía, contra un 47.2 de Anilú. En relación a la cercanía con la gente, Anilú puntea con un 54.2 por ciento, por un 47.5 por ciento de Rosa María.
Reitero, todo eso está muy bien. Pero ¿ya es Anilú militante de Morena? ¿Sabrá que en ese partido las únicas encuestas que cuentan son las que realizan los propios morenos y está más que visto que no siempre reflejan la voluntad de las mayorías?
En el hipotético caso de que ganara en esas encuestas y obtuviera la candidatura, no quiero ver la que se armará al interior del partido guinda donde al menos media docena de morenos (que se la jugaron con Andrés Manuel, que lo acompañaron en sus marchas y plantones, que han estado con él por años y se sienten con más derechos) quieren esa candidatura.
A Rosa María Hernández Espejo la conoce el tabasqueño, la apoya la gobernadora Rocío Nahle (a quien ella apoyó) y eventualmente lo hará la presidenta Claudia Sheinbaum. Y lo mismo se puede decir de los otros aspirantes.
A Anilú Ingram ¿qué peso pesado de Morena la apoyaría?
Todo indica que descartada como candidata de ese partido, el PVEM (aliado a Morena y al PT) la pondrá sobre la mesa como su baraja más fuerte cuando se toque el tema de Veracruz. Pero quedará en eso; en propuesta.
Si algo desean los morenos es ganar esa valiosa joya con un abanderado de su partido. No con alguien externo y menos si viene del PRI.
Salvo tu mejor opinión lector, Anilú cometió un error cuando abandonó al PRI para irse a Morena donde simplemente no la quieren. Por lo que no le quedó de otra que refugiarse en el PVEM junto a ex priistas que si en su tiempo fueron luz, hoy están fundidos o en el mejor de los casos, apagados.
De haberse quedado, sería la candidata natural y única para la alcaldía porque nadie dentro del partido le estaría haciendo sombra.
Si, sí es verdad, el PRI está lo que le sigue a devaluado, carece de credibilidad y puede que después del 2025 se vaya definitivamente al hoyo. Pero con todo eso, Anilú hubiera sido una oponente de mucho peligro para Morena y sus aliados.
Con la aceptación que según la encuestadora Impulsos tiene, en el PRI se estaría hablando incluso de una probable victoria lo que sería un real campanazo.
Pero Anilú se peleó con el corrupto e impresentable Alito Moreno (que corrupto y todo pero la estaría apoyando), mandó al diablo al partido donde militó por años y ahora está a la espera de un milagro que con la pena, difícilmente ocurrirá.