*Vacío de poder presidencial lo cubren los malos
*AMLO: cuando la Constitución se lo demande
¿CUANDO SURGIERON los autodefensas en México? Es una pregunta que nadie ha podido responder, aun cuando muchos aseguran que brotaron en Enero de 2013, en el estado de Michoacán, con la finalidad de defender a la población de secuestros, extorsiones y asesinatos del cártel de los Caballeros Templarios y otras facciones delincuenciales que operaban en esa Entidad, y lograron avanzar a 30 comunidades despertando, al mismo tiempo, temores por que se convirtieran en una fuerza armada que al igual que la delincuencia operaban en la ilegalidad, además de que la mayoría de sus miembros eran de la misma comunidad, por lo que actuaban guiados más por un afán de venganza que de justicia. Es evidente que asumir la ley por mano propia es retroceder a la barbaría, pero pareciera ser una forma más eficiente para erradicar o enfrentar al crimen organizado que el sistema legal actual donde el Presidente exhorta a privilegiar abrazos y no balazos. Y es que infinidad de comunidades, ante las agresiones que sufren paralelamente de policías, fuerzas armadas y delincuentes se han llegado a preguntar, si las autoridades se encuentran vinculadas a grupos criminales, quién debe de proveer la seguridad ¿acaso el mismo pueblo?. Y eso se vive lo mismo en Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Veracruz, Puebla, Michoacán, Sonora, Sinaloa y otros Estados donde la delincuencia ha impuesto su ley, mientras el Presidente Andrés Manuel López Obrador recurre a distractores para desviar la atención en torno al tema, aun cuando los crímenes, levantones, descuartizados, feminicidios, secuestros, robos, asaltos y extorsiones se multiplican. Quizá por esa razón, hasta 2019 –el primer año de su gobierno que fue el último registro que se tiene-, en México había al menos 50 grupos de autodefensas o policías comunitarios visibles que operan en municipios de Guerrero, Michoacán, Veracruz, Morelos, Tamaulipas y Tabasco, la mayoría formados en los últimos seis años, presuntamente, para hacer frente a la delincuencia. Del total, sólo 10, que operan en Morelos (seis), Michoacán (tres) y Tabasco (uno) se han institucionalizado.
EN ESE contexto, el lunes pasado, en la mañanera presidencial, un reportero lanzó un dardo envenenado al titular del Ejecutivo Federal preguntándole en torno al asunto de Pantelhó, Chiapas, donde surgieron autodefensas autodenominadas ‘El Machete’, cuyo actuar la población está apoyando debido a la violencia que están viviendo y, de hecho, están pidiendo anular las elecciones de autoridades municipales ante la pasividad del Estado y la Federación para atender el problema. El aguijón picó donde debía y AMLO respondió (echando, por supuesto la culpa al pasado como siempre): -Bueno, primero quiero decirles que nosotros no estamos de acuerdo con las autodefensas. Eso fue una creación también dañina de la época en que se le declaró la guerra a las bandas de la delincuencia. Trajeron hasta a un experto colombiano para enfrentar el problema de la inseguridad, la violencia, con estas llamadas autodefensas. Eso no debe de aceptarse, nosotros no estamos de acuerdo con eso porque el Estado tiene la obligación de garantizar la paz y la tranquilidad (pero no lo hace usted señor presidente. Ojo, los entrecomillados son nuestros). No se puede hacer justicia por propia mano (es que al pueblo no le está dejando usted otro camino), nadie puede hacer eso, eso es ilegal y eso no debe aceptarse (pero también es ilegal que te maten a un familiar o te despojen de una propiedad o saqueen tus bienes). Nadie debe de armarse para enfrentar una supuesta situación de inseguridad (y entonces, ¿debemos poner la otra mejilla para que nos la perforen a balazos). Porque se puede esgrimir, se puede usar como excusa de que hay mucha inseguridad (no es excusa señor Presidente, en realidad hay mucho inseguridad, pero usted se volvió fifi y ya no la percibe, porque al no contrarrestar a la delincuencia esta entiende que existe un acuerdo mutuo de no agresión) y no es eso, puede ser que se trate de una confrontación política (no hay confrontación política, hay violencia delincuencial que su gobierno no combate, aun cuando se encuentra inscrito en la Constitución como parte de sus obligaciones).
YA ENCARRILADO el reportero insiste: ¿Sería el caso de Pantelhó que ustedes han encontrado? -Habría que verlo, lo está analizando Gobernación-, dice AMLO y asume: -Pero en ningún caso se acepta el que se armen grupos llamados autodefensa, nosotros no aceptamos eso. Y es nuestra responsabilidad garantizar la paz y la tranquilidad, y lo estamos haciendo (no, no lo está haciendo señor Presidente porque la delincuencia se burla de sus abrazos no balazos, y del acúsalo con sus abuelitas). AMLO insiste:-y que no usen eso como excusa, que no digan: ‘Es que es mucha la inseguridad, luego entonces tenemos que armarnos’ (si es mucha la inseguridad señor presidente), porque son dos cosas: o es una cuestión politiquera, de dominio caciquil en una región, lucha de facciones, de grupos políticos, caciquiles, sin ideales, sin principios, sin el propósito de ayudar al pueblo, sino de tener poder; o delincuencia, hay que ver de dónde obtienen las armas (pues será el sereno, pero hay mucha violencia e inseguridad que usted no ataca). Le preguntan ¿quién arma a las autodefensas? Y López Obrador responde: “Sí, de dónde sacaron esas armas, en cualquier caso. ‘Y somos, nos autodeclaramos autodefensa y a cometer ilícitos’, eso no. Y luego invitamos a los medios ¿no? y hacemos una presentación” (le faltaba atacar a los medios, aunque no lo haga con la delincuencia).
DEFINITIVAMENTE NO hay seriedad en la postura presidencial, y ante la impunidad y negación a actuar como lo faculta la Constitución, va dejando un vacío de poder que es llenado por “autodefensas” que, curiosamente exhiben un armamento que ya lo quisieran policías de algunas Entidades. A AMLO, simple y llanamente, no le interesa combatir a la delincuencia, porque no quiere que nadie le moleste en sus giras al interior del País, y en ese tenor, entre chiste y chiste transcurren las mañaneras sin aterrizar cosas serias, y así como para dejar constancia de que la impunidad no se permite, despliega una feroz persecución contra delincuentes de cuello blanco utilizando al Servicio de Administración Tributaria, a la Unidad de Inteligencia Financiera y a la Fiscalía General de la República entre otro órganos.
Y MIENTRAS eso sucede, México es ya un hervidero de autodefensas que no se descarta, estén financiados por el mismo Estado para evitar que las fuerzas armadas se distraigan en el combate a la delincuencia organizada, en tanto los sigue usando como albañiles o en tareas distintas a que la que ley establece. Vaya destino de un País donde la Constitución es ignorada aun cuando en la asunción juró: que la Constitución me lo demande” si no cumplía con el deber ahí cont