¡AY JESÚS¡

La figura de Andrés no sólo se fue desfigurando por su comportamiento sino por el abandono en el vestir y decir. Un empleado de alto rango como un presidente no solo debe parecer sino ser. Su dejadez en ello minó en los contribuyentes. Desfachatado disfrutando su poder “no entendía que no entendía” que su proceder era negativo. El cuello de la camisa de fuera, los pantalones guangos, los sacos largos, los zapatos sucios y sus manos descuidadas. Podría traer un traje- como lo acostumbran- de 80 mil pesos y zapatos de 30 mil, pero no los portaba.  Ofrecía motivos de burla y todo tipo de comentarios. *** Esto merece la atención de los directores de Comunicación Social que se acostumbró siempre en las instituciones.  Pusieron un encargado. Un político de cuarta que nunca figuró: Jesús Ramírez Cuevas. El politiquillo estaba en la grilla, intriga.  Es de lo que gusta. Le soplaba en la oreja al presidente. Tan erradamente que hoy ni siquiera aparece y quieren silenciar las redes porque lo caricaturizan muy bien. Lo increíble es que Claudia le escuche. Es de los radicales y por lo mismo su enemigo. Le mal aconseja y eso la exhibe. *** El desmoronamiento es visible. Ponerse a las patadas con Sansón no es aconsejable. Le puede funcionar alimentando un nacionalismo falso, pero es todo lo contrario para las relaciones internacionales y sobre todo con el hombre más rico y poderoso del planeta: Donal Trump.  Eso trae grandes dificultades monetarias para el país.  Sus fanáticos son muy agresivos y violentos como Noroña. Disturbios violentos a la vista.  *** Quienes a Ramírez Cuevas comparan con Goebbels – el ministro de propaganda de HITLER- carecen de cultura. Solo hay dos iluminados en la perversión política: Joseph y Fouché llamado el Genio Tenebroso. *** Chucho es solo un instigador dañino y muy caro al erario. *** Y para las agruras…