En la historia de la humanidad, destaca la que es la más conocida y la que más se ha comentado a lo largo de los siglos, que es la historia de Jesucristo y su muerte en la cruz; y esto no sólo ocurre sólo entre las personas creyentes, pues aún los no creyentes de alguna manera saben de esa historia.
Pero no únicamente el momento de la crucifixión es el importante, también los acontecimientos previos a ese momento tienen relevancia y de pronto vuelven a presentarse y a tener vigencia hasta el día de hoy.
Porque durante el juicio al que Jesús fue sometido, al no encontrar motivos para determinar su culpabilidad, el gobernador romano de Judea Poncio Pilato, siguiendo una costumbre durante la festividad judía, ofreció a la multitud liberar a un prisionero: a *Barrabás* (un rebelde y asesino) o a *Jesús* (acusado falsamente de sedición).
De acuerdo con un supuesto sentido común, en el que las personas harían una valoración entre un delincuente que había hecho mucho mal y el hombre que en los últimos tiempos había hecho muchos milagros entre las comunidades judías, seguramente elegirían a Jesús.
Pero no fue así; la multitud *manipulada* gritó (votó) danos a Barrabás. Y si hubieran existido las urnas y las boletas en las que se manifestara la elección del pueblo, éstas se habrían llenado de votos a favor del delincuente que así estaba siendo purificado por el mismo pueblo. “¿A quién queréis que os suelte: a Barrabás, o a Jesús, llamado el Cristo?” […] Ellos dijeron: “¡A Barrabás!” Pilato les dijo: “¿Qué haré, pues, de Jesús?” Todos respondieron: “crucifícale!”*
Aunque Pilato no encontraba culpa en Jesús e intentó persuadir a la multitud para liberarlo, finalmente cedió a la presión de los líderes religiosos y del pueblo, quienes clamaban por la crucifixión de Jesús.
Pilato se lavó las manos ante la multitud, declarando: *”Soy inocente de la sangre de este justo”* (Mateo 27:24), simbolizando su intento de eludir su responsabilidad, pero entregando a Jesús para ser crucificado.
Pilato como figura política representa la ambigüedad del poder romano, que priorizó la estabilidad sobre la justicia. Tal como sucede en muchos países, en procesos en los que el pueblo es manipulado *por algunos personajes* o por *algunos programas sociales* y elige a uno o varios Barrabás.
Su decisión o su voto se traduce como *la voluntad del pueblo*, misma que en algún momento les traerá graves consecuencias como “castigo”, porque elegir a un Barrabás o a una persona sin capacidad o experiencia, o a una persona desconocida pero que se las imponen, eso se traduce en *elegir mal* y seguramente no traerá buenas cosas para el pueblo, pero como siempre, cuando se den cuenta, ya será demasiado tarde. Porka Miseria.