*Viernes se plantarán frente al Palacio y le exigirán respeto
*También que cese agresión contra medios de comunicación
A FALTA de personalidad y estilo propio, y en ese afán de imitar en todo y para todo al Presidente Andrés Manuel López Obrador (convirtiéndose en una copia burda del tabasqueño), el Gobernador Cuitláhuac García Jiménez perdió el miércoles los estribos y se le fue encima a una reportera cuyo único afán era preguntar en torno al tema que más lo saca de sus casillas como es el delito de ultrajes a la autoridad (reformado por el Congreso Local para que García Jiménez y Eric Patrocinio Cisneros Burgos pudieran reprimir a su antojo), argumentando que diversas barras y colegios de abogados se han pronunciado en contra, lo que motivó que el Ejecutivo Estatal retara violentamente a la comunicadora Sarah Landa, de Mega Noticias, solo porque al plantearle el cuestionamiento generalizó a los grupos que demandan la derogación del ilícito, lo que molestó al mandatario que le exigió a gritos descontrolados dijera los nombres de qué barras o qué abogados –como si no fuera público y notorio-, porque él sabe de una que dice que el delito de ultrajes a la autoridad es correcto. El coraje de Cuitláhuac fue tal, que poco faltó para que bajara del estrado y abofeteara a la reportera, a la que dijo que hay una organización que apoya que continúe tipificado el delito (aunque tampoco dio nombre), refiriéndose acaso al grupo de abogados que lo asesora, pero de ahí en fuera, la gran mayoría de los colegios, barras y asociaciones de abogados, reconocidos y serios se han pronunciado en contra de ese delito de marras, pero sobre todo, del uso faccioso y abusivo del mismo por parte de la Fiscalía General del Estado para encarcelar a los adversarios políticos del gobierno morenista, por lo que reporteros no solo repudiaron su actitud contra la comunicadora, sino que en una especie de huelga informativa anunciaron que dejarán de asistir a sus conferencias, con el válido argumento de que todo lo que declara “nunca tiene importancia”.
AHORA QUE, si el Gobernador quería saber que barras y colegios de abogados repudian la reforma al código penal para que ultrajes a la autoridad fuera motivo de cárcel sin derecho a fianza, vaya que no tendrá que esperar mucho, ya que este viernes diversas juristas (que representan a las barras y colegios de abogados de Veracruz) se le plantarán frente a Palacio de Gobierno donde leerán un pronunciamiento de repudio a ultrajes a la autoridad. Se trata, en efecto, de representantes de Colegios, Asociaciones, Círculos y Barras de Abogados de todo el Estado de Veracruz, así como abogados litigantes, académicos y miembros de la comunidad jurídica en general, quienes “de manera respetuosa, con fundamento en lo dispuesto por el artículo 8 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; y señalando como domicilio para recibir notificaciones el ubicado en Avenida Orizaba, número 419, Colonia Obrero Campesina de Xalapa, Veracruz. C.P. 91020, respaldarán el posicionamiento emitido por la Comisión Estatal para La Atención y Protección de Los Periodistas en relación al hecho registrado el miércoles, durante la conferencia de prensa del Gobernador en la que señaló que la periodista Sarah Landa, perteneciente al medio informativo Meganoticias se condujo con falsedad, y la desacreditó afirmando a gritos: ¡Vé que papel estas jugando como medio! y esto la sociedad lo tiene que saber. ¡No hay que mentir!¡y tu mientes!.
Y ES que tras el exabrupto del Gobernador, la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas (CEAPP) exhortó (¡Por fin!) al Poder Ejecutivo y a su titular, Cuitláhuac García Jiménez a respetar el quehacer informativo de los periodistas veracruzanos en todas sus expresiones. La CEAPP dejó en claro (hasta que se puso las pilas), que desde ese Organismo Autónomo “hacemos hincapié a lo establecido por la Relatoría Especial de las Naciones Unidas sobre la Promoción y Protección del Derecho a la Libertad de Opinión y de Expresión, desde donde se precisa lo siguiente: “Es legítimo que los políticos y los funcionarios públicos formulen críticas, correcciones u objeciones con respecto a reportajes específicos en los medios. Sin embargo, cuando lo hagan, siempre deben tener cuidado de asegurar que sus comentarios sean precisos, evitar la estigmatización y la desacreditación de los medios y no amenazar a periodistas ni socavar el respeto de la independencia de los medios de comunicación”. Le recuerda a García Jiménez que en diversas jurisprudencias y resoluciones emitidas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, se ha exhortado a que los servidores públicos y/o funcionarios de los Estados deben sujetarse a un escrutinio riguroso por la prensa y la opinión pública, y en consecuencia, en razón de la naturaleza pública de las funciones que cumplen, deben tener un mayor umbral de tolerancia ante la crítica. Por ello, y en virtud de lo anterior, la CEAPP reitera la necesidad de que se enriquezca el debate público bajo un ambiente de respeto a la libertad de expresión y del acceso a la información. De igual manera, se reconoce al Poder Ejecutivo que se promuevan los ejercicios de transparencia y rendición de cuentas, siempre y cuando éstos se desarrollen con todas las garantías de respeto para los comunicadores y quienes tienen la encomienda de informar a la sociedad. Asimismo, la Comisión considera indispensable que desde el Estado, en todos sus niveles (federal, estatal y municipal), se erradique todo tipo de violencia contra los periodistas, evitando su descrédito en espacios públicos y agravios que afecten la integridad de quienes ejercen la libertad de expresión.
SARAH LANDA, al cuestionar a Cuitláhuac, solo ejercía la máxima del novelista, periodista, escritor de cuentos cortos, dramaturgo, ensayista y poeta checo, Milán Kundera que señala que un periodista no sólo pregunta, sino que tiene “el sagrado derecho de preguntar” y además tiene el derecho a exigir respuestas. Pero, qué pasa cuando a la persona a quien se le pregunta, ¿también tiene derechos? ¿tiene derecho a responder lo que quiera o no y a quien quiera?. Si un periodista hace preguntas a alguien, ese alguien probablemente es una figura pública, alguien que ha hecho algo por el cual al menos un par de personas están interesadas en él, y por lo tanto, muy seguramente se vale de la aceptación y aprobación de las personas para ser lo que es. De esta manera, esa presión social que se genera, lo obliga o lleva a ser claro con sus respuestas.
POR LO pronto, García Jiménez tendrá este viernes respuesta puntual a la exigencia que le hizo el miércoles a la reportera, cuando frente a Palacio de Gobierno se le planten los abogados postulantes agrupados en distintas organizaciones, y le exijan espeto a todos y cada uno de los periodistas del Estado de Veracruz, y le pidan de manera enérgica “se abstenga de criminalizar a los ciudadanos al señalar que los abogados únicamente defendemos a delincuentes”, porque en base al principio de presunción de inocencia, todos somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario, y esto significa que mientras no exista una sentencia condenatoria que haya causado estado, todas las personas deben ser tratadas y consideradas como inocentes”. Y todo, como bien dijera el poeta y filósofo Juanga: “pero que nece(si)dad”. OPINA carjesus30@hotmail.com