“Introducción a la dialéctica de la naturaleza.”
Mtro. José Miguel Naranjo Ramírez.
Cuando escuchamos el nombre de Federico Engels inmediatamente lo relacionamos con el de Karl Marx, y si bien es verdad que estos dos grandes intelectuales fueron amigos y que, gracias a Engels, Marx pudo en gran medida dedicarse a estudiar, escribir y publicar sus obras, también es verdad que la figura de Marx en algunos momentos ha eclipsado a la de Engels, no obstante, Engels escribió una amplia obra que ayudó a desarrollar y fortalecer la teoría del marxismo y en este año que se recuerdan los doscientos años del nacimiento del gran escritor alemán, nos acercaremos a parte de su abundante obra publicada e iniciamos el presente ciclo engelsliano con una pequeña obra titulada: “Introducción a la dialéctica de la naturaleza.”
No se puede crear un sistema del pensamiento que influya tanto en la humanidad sin ser un verdadero sabio, difícilmente se puede discutir y argumentar filosóficamente sino se posee una formación filosófica, los grandes hombres de la historia para poder crear, plasmar y transformar paradigmas, invariablemente primero fueron hombres que se dedicaron a ilustrarse y conocer a fondo las distintas ciencias, filosofías, sistemas, para después intentar reformarlas, modificarlas, eliminarlas e imponer nuevos modelos. Martín Lutero realizó la Reforma Protestante porque era un erudito teólogo, Nicolás Maquiavelo escribió “El Príncipe” porque era un gran conocedor de la política práctica y de los clásicos teóricos, Cristóbal Colón se encontró con el nuevo mundo porque era un ferviente viajero en busca de nuevos hallazgos, en el caso de Engels modificó junto a Marx muchas formas de conocer la realidad y estructurar a las sociedades porque era un intelectual en toda la extensión de la palabra, el pequeño tratado: “Introducción a la dialéctica de la naturaleza” es una muestra de ello.
La dialéctica de la naturaleza es una obra inacabada de Engels, más o menos estas reflexiones las trabajó en un periodo de diez años y son la base de lo que conocemos como el “materialismo dialectico”, aquí Engels realiza un profundo estudio sobre la clasificación, evolución de las ciencias y el conocimiento humano, puntualizando que para Engels la verdadera reforma del pensamiento humano se originó a partir de la edad moderna, y cada lector podrá conocer momentos referentes del pensamiento evolutivo de manera profunda según sean sus intereses, ejemplo, Engels cita y analiza la evolución del saber en las ciencias naturales partiendo de Copérnico, Newton y Kepler, en mi caso por el interés filosófico y literario me interesó demasiado conocer desde el saber de Engels sus posiciones y planteamientos sobre las ciencias sociales, cuando Engels analiza los acontecimientos sociales que modificaron las concepciones del mundo, parte de la Reforma Protestante y literalmente escribe:
“Fue abatida la dictadura espiritual de la Iglesia; la mayoría de los pueblos germanos se sacudió su yugo y abrazó la religión protestante, mientras que en los pueblos románticos iba echando raíces cada vez más profundas y desbrozando el camino el materialismo del siglo XVIII una serena libertad de pensamiento heredada de los árabes y nutrida por la filosofía griega, de nuevo descubierta. Fue ésta la mayor revolución progresiva que la humanidad había conocido hasta entonces; fue una época que requería titanes y que engendró titanes por la fuerza del pensamiento, por la pasión y el carácter, por la universalidad y la erudición.”
Partiendo de esta visión generalmente compartida, Engels realiza un interesante recorrido por los grandes hombres reformadores como Leonardo da Vinci, Martín Lutero, Maquiavelo, y les reconoce que con defectos y virtudes fueron hombres que merecen ser llamados héroes por la originalidad de sus planteamientos y si bien esas sociedades terminaron siendo sociedades burguesas, capitalistas, desiguales, Engels les admira la siguiente originalidad en sus virtudes: “Lo que más caracterizaba a dichos héroes era que casi todos ellos vivían plenamente los intereses de su tiempo, participaban de manera activa en la lucha política, se sumaban a un partido u otro y luchaban, unos con la palabra y la pluma, y otros con la espada y otros con ambas cosas a la vez. De aquí la plenitud y la fuerza de carácter que hacen de ellos hombres de una sola pieza. Los sabios de gabinete eran entonces una excepción: eran hombres de segunda o tercera fila o prudentes filisteos que no deseaban pillarse los dedos.”
Por supuesto que no todo es reconocimiento, Engels sabe que todos estos movimientos sufrieron radicalismos e incluso en cuanto al movimiento reformista escribe la siguiente critica: “Es de notar que los protestantes aventajaron a los católicos en sus persecuciones contra la investigación libre de la naturaleza. Calvino quemó a Servet cuando éste se hallaba ya en el umbral del descubrimiento de la circulación de la sangre y lo tuvo dos horas asándose vivo; la Inquisición, por lo menos, se dio por satisfecha con quemar simplemente a Giordano Bruno.”
Todo este largo recorrido que realiza Federico Engels sobre las ciencias naturales y las ciencias sociales lo utiliza para presentarnos su visión materialista de la historia y de la propia vida, de estos postulados nace y se desarrolla el materialismo histórico y el materialismo dialectico, y estas teorías nos pueden llegar a gustar o no, seguramente podremos disentir argumentativamente de sus postulados, pero indudablemente no podemos evitarlas, porque con todo lo caduco, desviado y desvirtuado que pueda parecernos el marxismo-engelsliano, sus posturas influyeron y siguen influyendo en nuestras modernas sociedades, por lo tanto, conocer el pensamiento de Engels a través de sus obras, es conocer nuestra evolución histórica, comprender mejor nuestra realidad y tratar de modificarla y mejorarla.
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