“Las cuerdas del Arpa.”
Mtro. José Miguel Naranjo Ramírez.
Para el hombre común que se cuestiona Dios es incomprensible porque otorga un gran margen de libertad, pero al mismo tiempo un amplio abanico de castigos y sufrimientos. Dios da vida a los ratones y también al gato para que se los coma, esto no implica que Dios sea injusto o cruel, sólo por ahora se afirma que para el hombre común Dios es incomprensible, eso es para el hombre común, no obstante, la historia nos enseña que los hombres no comunes, es decir, los que según la tradición bíblica han sido hombres cercanos a Dios, de la misma manera han dudado y sucumbido ante el abanico de libertades que implica sentir y vivir las pasiones humanas, sabemos que con la caída de Adán, Dios otorgó al hombre el conocimiento del bien y del mal y la responsabilidad de elegir qué camino seguir, y allí está el detalle, porque el hombre normalmente es falible, frágil, vive en una constante lucha entre lo que le exige la consciencia y lo que el deseo y los sentimientos incluso a veces inconscientes demandan, ¿Qué camino elegir? ¿Podemos elegir o somos víctimas del destino? Ser o no ser, el eterno dilema.
Amnón es hijo del Rey David, uno de los hombres más importantes del antiguo testamento, David escribió parte de los Salmos, fue un hombre cercano a su Dios. Amnón era el hijo mayor del Rey y casi seguro heredero del trono israelita, David tuvo una gran cantidad de hijos con distintas mujeres, entre esos hijos se encontraba la hermosa Thamar. Amnón se apasionó y obsesionó por su medio hermana, la historia cuenta que al final este personaje la terminó violando, Absalón quien era hermano de Thamar vengará la violación de su hermana y continuará toda una historia que se conoce como la tragedia de la casa de David.
Esta historia bíblica ha sido llevada a la literatura por clásicos autores como Tirso de Molina en su obra de teatro: “La venganza de Tamar”, William Faulkner partiendo del hecho bíblico narra su propia historia en la novela: “Absalón, Absalón”, Federico García Lorca escribió un hermoso poema titulado: “Thamar y Amnón”, donde cierra el poema magistralmente con la siguiente expresión simbólica: “David con unas tijeras cortó las cuerdas del arpa.” Y precisamente Carlo Coccioli en el año 1968 escribió una novela titulada: “Las cuerdas del arpa”, donde metafóricamente nos va a narrar la historia de dos hermanos que sienten una incontrolable pasión amorosa, carnal, sentimental, y el problema central es saber si en esta historia se cortarán las cuerdas del arpa como David lo hizo en el poema de García Lorca, por lo tanto, de manera general esta es la historia.
Los hermanos se llaman Fabrizio y Letizia, como su creador son de origen italiano, a diferencia de Thamar y Amnón quienes son medios hermanos, Fabrizio y Letizia son hermanos gemelos, sus padres murieron en un accidente, los jóvenes nacieron en la alta burguesía italiana y son herederos de una enorme fortuna y eso les permite vivir en absoluta comodidad, tienen lujos que para ellos es parte normal de su vida, viven en castillos, viajan constantemente, de momento se aburren y se van a vivir a Florencia, pintan, beben, comen lo mejor, tienen empleados, amigos, fiestas, se aburren y se van una temporada a vivir a Venecia y en general llevan una vida mejor que de Reyes, porque no tienen que preocuparse ni siquiera por la administración de su herencia, sólo por vivir en su propio universo que es el de ellos dos y el mundo gira en su entorno.
Estando una temporada hospedados en Venecia, los hermanos conocen a Ramón de origen mexicano, Letizia siendo una chica de veinte años y descrita como muy bella y sensual de golpe decide casarse con Ramón, Fabrizio no lo comprende, pero respeta la decisión de su hermana, la boda se realiza y Letizia se viene a vivir con Ramón a México. Fabrizio queda destrozado en la ciudad de Florencia, de pronto, al poco tiempo le llega una carta de México donde su hermana desesperada le pida vaya a buscarla, Fabrizio de inmediato vuela a la ciudad de México, se encuentra con su hermana y ella le dice que su relación con Ramón ha sido un fracaso, que ha hecho de todo, todo es todo, pero que su matrimonio no ha podido consumarse, Ramón es estéril y ella sigue siendo virgen.
Contratan a un abogado para que se encargue del divorcio y los hermanos emprenden un largo y placentero viaje por distintas ciudades de la República mexicana, uno de los viajes claves es cuando van a disfrutar el carnaval de Mazatlan, en esa ciudad Fabrizio decide llevarle a su hermana a un joven llamado Cipriano, este personaje le hará sentir fuertes momentos de pasión, después viajan a Guadalajara y Fabrizo le consigue a otro joven conocido, y, así, de México se irán a recorrer Guatemala, Nicaragua, Honduras, Colombia, Venezuela, y en la mayoría de las ciudades Fabrizio le consigue jóvenes apuestos, fuertes, para que su hermana juegue, se divierta, lo importante es que Letizia esté tranquila, disfrute su sexualidad, pero no se comprometa con ninguno, por supuesto que en el largo recorrido de viajes emprendidos por los hermanos, Coccioli aprovecha para presentarnos los países, ciudades, culturas, tradiciones, comidas y todo ello incluye una crítica sobre la corrupción, desigualdad, dictaduras, a cada nación la describe según las circunstancias que vivían en la época que Coccioli escribió la novela.
Después de viajar y disfrutar los hermanos decidieron regresar a Italia, llegaron a su casa de Florencia y Fabrizio se encargó de todo para que la hermana siguiera jugando, cada vez que la hermana se encerraba con el chico que Fabrizio le proporcionaba y al momento de los quejidos de pasión, Fabrizio estaba atrás de una puerta muy cerca de ellos, cerraba los ojos y sentía como si él fuera Letizia o él estuviera allí junto a Letizia, hay muchas escenas fuertes entre los hermanos, sin embargo, un nuevo problema se vuelve a presentar cuando Fabrizio le presenta a su hermana a Irineo, ambos sienten que Letizia sintió cierta pasión y amor por Irineo y eso es muy delicado, aquí Fabrizio declara lo siguiente:
“He metido muchos en la cama de mi hermana para que no se enamore de nadie, se los he metido en la cama para no acostarme yo con ella. (Tal vez por eso ella se casó repentinamente con Ramón). He llevado muchachos a la casa y los he metido a la cama de mi hermana para no ceder por completo al transporte estupendo y abominable, si, abominable y estupendo, que siempre, siempre, desde que tengo memoria, desde que existo, me ha empujado a no ser más que uno con ella. Para no confundirme con su cuerpo como siempre he estado confundido con su alma. He metido a esos muchachos a su cama para yo unirme a ella, y para a ella unirla a mí, sin tocarla. Yo.”
Cuando Federico García Lorca concluye su poema con la expresión: “David con unas tijeras cortó las cuerdas del arpa.” Simbólicamente estaba señalando que la paz, el amor, la comunicación que tenía el Rey con su Dios y la tranquilidad con su reino había terminado, porque la violación de su hija Thamar traería muertes, tragedias, desgracias, la pérdida de su reino y en el caso de los hermanos italianos, si Letizia se enamora de Irineo, este cortará las cuerdas del arpa, es decir, se acabará o podría impedir que el profundo amor que se tienen los hermanos ya no tenga su propia música.
Casi al final de la historia Letizia le habla desesperada a su hermano y él le pregunta: “¿Lo amas?, y ella: “Te amo a ti. Amo a Irineo porque lo veo idéntico a ti. Pero para amarlo te necesito a ti, y a ti por entero, no una parte de ti, no a ti detrás de una puerta.”
Si es que algo se puede elegir: ¿Qué camino elegirá Fabrizio?
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