“Quién de nosotros.”
Mtro. José Miguel Naranjo Ramírez.
En el siglo XX en Latinoamérica aparecieron en el terreno literario una amplia cantidad de escritores que con el paso de los años sus nombres representan el pináculo de las letras hispanoamericanas, el gran escritor uruguayo Mario Benedetti es un ejemplo de ello. Benedetti perteneció a la famosa “generación del 45” junto a otros grandes escritores como Juan Carlos Onetti, Ida Vitale, Carlos Maggi. Su amplia obra sigue siendo muy leída, es muy probable que hasta el poco conocedor de literatura latinoamericana cuando escucha el nombre de Mario Benedetti inmediatamente lo asocia con poemas musicalizados y cantados por Joan Manuel Serrat o Nacha Guevara, recuerdo perfectamente la primera vez que escuché el hermoso poema “Te quiero”, desde la bella primera estrofa quedas cautivado: “Si te quiero es porque sos mi amor, mi cómplice, y todo. Y en la calle, codo a codo, somos mucho más que dos.”
Lo primero que empezó a escribir Mario Benedetti fue poesía, sin embargo, el escritor uruguayo abarcó una gran cantidad de géneros literarios, incluyendo una larga y reconocida trayectoria en el periodismo, en el presente mes dedicado a conmemorar el centenario de su natalicio nos acercaremos al género novelístico e iniciamos el presente ciclo literario conociendo la primera novela escrita por Benedetti titulada: “Quién de nosotros”, publicada en 1953.
Cuando terminé de leer la novela la primera reflexión consistió en reconocer y admirar como se puede decir mucho en tan poco contenido, es una novela que sin problemas la pueden leer en un término aproximado de dos horas, no obstante, la temática abordada y planteada es profunda, sensible, exquisita, y, sobre todo, esencialmente humana, porque las vivencias que provocan las reflexiones expresadas por los personajes son sentimientos y circunstancias que vivimos la mayoría de los humanos sin importar lengua, nacionalidad, e incluso a pesar de la diversidad de culturas, tradiciones y costumbres, la novela plantea temas del hombre universal.
En la obra nos encontramos ante una historia compuesta por un triángulo amoroso integrado por Miguel, Alicia y Lucas. La novela se estructura en tres partes donde cada personaje va a narrar la historia desde su percepción, sentimientos, con características literarias muy interesantes, porque Miguel escribe un diario, Alicia una carta y Lucas nos platica la historia desde la creación de un cuento. Voy a narrarles la historia general para que escribidor y lector estemos familiarizados y en la misma sintonía, y posteriormente realizaré algunos análisis especiales de cada protagonista.
Miguel y Alicia se conocen desde muy jóvenes, probablemente casi desde niños, la historia de su convivencia fuerte y permanente es cuando son adolescentes. Miguel tiene la bella y añeja costumbre de acompañar a Alicia a su casa todos los días que salen de la escuela, claramente se percibe que entre esta pareja de jóvenes existe un gusto, simpatía, agrado y atracción sentimental. En este ambiente sano, de sentimientos puros, llegó a estudiar al mismo curso y salón de clases Lucas, este joven entabló una fuerte amistad con Miguel y consecuentemente empezó a tener acercamiento con Alicia. Lucas y Alicia poco se entendían, constantemente discutían, debatían, todo lo contrario eran las convivencias con Miguel, los dos reconocían que Miguel tenía un trato amable, generoso, cordial, y así por un tiempo los tres estuvieron conviviendo y el sentimiento cada vez se hizo más fuerte, sólo los proyectos personales los separó por un tiempo, Lucas se convirtió en un reconocido escritor, Miguel y Alicia terminaron casándose.
Miguel y Alicia llevaban once años de casados, su matrimonio incluía dos hijos, en todos estos años han mantenido una buena amistad y permanente comunicación con Lucas. Miguel siempre ha estado seguro que Alicia tuvo que haberse casado con Lucas y presiente que tarde o temprano terminará yéndose con él. En la primera parte de la novela aparece la voz de Miguel a través de su diario quien nos cuenta la historia de su vida al lado de Alicia, pero Miguel va más allá de la historia de su relación-amorosa con su esposa. Miguel ahonda y medita profundamente sobre su propia existencia, realiza un interesante recorrido sobre su niñez, la relación con sus padres, sus temores, sueños, esperanzas e ilusiones, se considera un hombre mediocre, afirma no ser ni frio ni caliente, y reconoce que mínimo en la vida se debe tener envidia, porque este negativo sentimiento te enseña que algo deseas, algo quieres, y si lo enfocas positivamente te provocará una acción, un coraje, empero, lo valioso de todo lo planteado por Miguel consiste en que estimula en el lector plantearse una introspección y preguntarnos: ¿Quiénes somos? Esto implicará recordar dónde nacimos, cómo fuimos creciendo, aprendiendo, qué experiencias influyeron e influyen en nosotros, cuáles eran nuestros proyectos y cómo estamos en la actualidad, qué hicimos bien y qué mal, ¿Qué podemos y qué queremos hacer de hoy en adelante?
Realmente el apartado de Miguel es el más largo y termina llevándonos a enterarnos mejor de cómo somos, por supuesto que no es fácil el ejercicio porque nos confronta con nosotros mismos, pero a determinada edad este ejercicio es fundamental debido a que el tiempo es un suspiro y hay que sacarle el mejor provecho. En lo personal considero que la mejor manera de vivir nuestras vidas, darles rumbos a nuestros destinos, se logra conociéndonos mejor, esto incluye comprendiéndonos, pero también reconstruyéndonos.
Alicia realizó un viaje a Buenos Aires, Argentina, donde se encontrará con Lucas y le escribió una carta a Miguel expresándole: “No puedo más, me voy con Lucas”, y a partir de esta carta Alicia reflexiona sobre su relación, sentimientos y el valor del tiempo, Alicia enfatiza mucho en los once años que ha pasado con Miguel, reconoce la parte de su falta de valor de enfrentar a Miguel y decirle que su relación está agotada, pero al final Alicia ha decidido y concluye su carta con la siguiente reflexión:
“Quiero asir la ocasión, quiero ofrecerme a él, porque él es el presente y yo creo en el presente. Después de todo, es la única religión disponible. Por ahora déjame suponer que los chicos no complicarán tu vida y que tú no complicarás la de quien ya no puede ser tu Alicia.”
Lucas cierra la historia escribiendo un cuento, Alicia pasará a llamarse Claudia y Miguel se llama Andrés, hay una parte clave del cuento donde el narrador aclara que lo que sucede en el cuento es muy distinto de lo que sucedió en la realidad, en el cuento el personaje que encarna a Lucas hace el amor con Claudia, si quiere conocer la realidad real y no la literaria, sólo hay que leer detenidamente esta tercera parte de la novela, por ahora concluyo el presente artículo con las mismas palabras que termina Benedetti su libro: “Pero ¿Quién de nosotros juzga a quién?”
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