*La Presidenta lejos de unir insiste en dividir a la sociedad
*Siguen los crímenes políticos; inicia la corredera en Salud
LO OCURRIDO el miércoles en la última sesión de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión tiene, sin duda, un responsable que no es ni Alejandro Moreno Cárdenas ni Gerardo Fernández Noroña. No, definitivamente, no. La única causante del agreste zafarrancho que por fortuna, no paso a mayores, tiene nombre y apellidos, y responde a las siglas de: C de Claudia, S de Sheinbaum y P de Pardo, por ese afán protagónico de polarizar al País, olvidando que ya no es solo militante de un partido sino Presidenta de una Nación donde convergen distintas ideologías, credos, tendencias, colores y hasta inclinaciones sentimentales, en suma, por si lo ignora la Presidenta, la pluralidad es la variedad de aspectos o características que poseen los individuos en una sociedad, y que permiten que ésta se nutra. Si somos distintos, es probable que la visión sobre un mismo tema sea diferente, pero compartir esas ideas nos permite enriquecernos y no debe ser razón para confrontarnos. La titular del Ejecutivo Federal sabe de sobra –porque lo ejerce a diario en sus mañaneras-, que la polarización social es la división de una sociedad en dos grupos opuestos con ideologías, creencias o sentimientos mutuamente excluyentes, sin posiciones intermedias, lo que genera hostilidad y dificulta la comunicación y el consenso social y político. Ese fenómeno puede manifestarse temáticamente (en torno a un tema), ideológicamente (en la política) o afectivamente (con un rechazo hacia el que piensa diferente), y sus causas son multifactoriales, incluyendo las dinámicas de los medios de comunicación y la presión pública, aunque es un problema complejo que puede revertirse mediante el diálogo y la empatía. En ese contexto, Claudia Sheinbaum no se comporta como la Presidenta de todos los mexicanos, sino como lideresa de un partido político rijoso, porque es la enseñanza que tuvo de Andrés Manuel López Obrador y ahora la mandataria científica lo imita. Hay división, y cada vez se torna más enconada por su causa, y los resultados fue posible verlos en el enfrentamiento que sostuvieron los senadores Alejandro Moreno Cárdenas y Gerardo Fernández Noroña, quienes pasaron de las palabras a los manotazos y empujones al término de la sesión permanente del Congreso de la Unión, un enfrentamiento reprobable que, sin embargo, es el odio que ha sembrado la mandataria Federal con sus discursos polarizantes que no suman ni tratan de unir al País como la líder estadista que debería ser, sino que enfrenta y dividen para satisfacer el ego de su maestro y guía.
EL ASUNTO no es nuevo. Desde hace varias semanas, Fernández Noroña y el dirigente nacional del PRI han escalado el enfrentamiento verbal en redes sociales que se agudizó con la compra de la casa de 12 millones de pesos con la que fue exhibido el morenista, junto con la intentona de desafuero de Alito, y cuyo corolario fue el enfrentamiento físico entre ambos en la mesa directiva del Senado, precisamente cuando terminaban de entonar el Himno Nacional en el Salón de Sesiones. El senador de Campeche, Alejandro Moreno subió a la Mesa Directiva para dirigirse a Fernández Noroña y reclamarle que no le diera la palabra en la sesión de la Permanente. Tras intercambiar algunas palabras en tono elevado, el diálogo derivó rápidamente en empujones y golpes entre ambos políticos sacando la peor parte el siempre agresivo Noroña, lo que desató un momento de tensión en el pleno, mientras las bancadas se dividían. Los morenistas le gritaban ¡porro! al dirigente tricolor mientras la oposición se mantenía a la expectativa y algunos entonaban: fuera chango león, pero el que sacó la peor parte fue un colaborador del aún presidente del Senado, de nombre Emiliano González que hace las veces de camarógrafo del morenista, y quien trató de interponerse al priista que de un solo empujón lo mandó al suelo, para después aparecer en la conferencia de Noroña con un collarín del que colgaba una venda que sostenía al brazo vendado, lo que se hizo incongruente ya que si tan lastimado tenía el cuello, como era posible que su traumatólogo le colgara el brazo de la parte afectada, situación que puso en evidencia la tramoya, más aun cuando fue grabado caminando como si nada ya sin los aparatos con los que presentado en la conferencia donde Noroña denuncio a Moreno Cárdenas ante la fiscalía cuyos elementos acudieron a tomarle declaración, lo que no hicieron con Alito, cuando ambos debieron declarar.
FIEL A su timorata postura ya que se trata de un sujeto provocador, belicoso y rajado que cuando recibe su merecido opta por denunciar a su adversario, Fernández Noroña, que en los videos se observa que fue quien inició la gresca, presentó una denuncia contra Alejandro Moreno Cárdenas y tres legisladores más y, no solo eso: convoco a sesión de la permanente para discutir en caso y, de paso, el desafuero de Moreno Cárdenas a quien amenazó con quitarle el fuero constitucional para que sea procesado, evidenciando que en MoReNa la ley se aplica a los contrincantes, y acaso para ello necesitaban un poder judicial a modo. Como fuera, insistimos, la responsable de la polarización que vive el País, es ni más ni menos que la Presidenta de México por fragmentar a la sociedad en dos polos, con una ausencia de puntos intermedios o posiciones moderadas, con el surgimiento de sentimientos de antipatía o rechazo hacia quienes tienen opiniones diferentes, priorizando las personas y grupos sobre las ideas. Y es que Sheinbaum está explotando miedos y ansiedades de una sociedad agobiada por la inseguridad, ausencia de medicinas y de empleos formales, para ganar apoyo, exacerbando el extremismo y recurriendo a la compra de consciencias mediante programas sociales, lo que invita a reflexionar y acaso exclamar: pobre México, y todo por unos pesos que acallan a los mexicanos, y que nos hacen ir en retroceso.
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OTRA VEZ la violencia llega a los actores políticos, y esta vez un comando armado cegó las vidas del ex alcalde de Las Minas, Melquiades Alarcón Caro y la de su hijo en el entronque de las localidades de Zomelahuacan y Pueblo Nuevo. El ex edil del PRI-PVEM- de 2018 a 2021-, viajaba en su camioneta cuando fue interceptado por un grupo de hombres armados quienes les dispararon en múltiples ocasiones, sin que hasta la tarde del miércoles ninguna autoridad del Gobierno de Veracruz haya emitido información oficial sobre lo sucedido. Paralelamente, otro grupo armado ejecutó a un taxista en el municipio de Altotonga cuando conducía la unidad con número económico 103, hechos ocurridos en la calle Abasolo a la altura de la refaccionaría la bujía. En la agresión una mujer resultó severamente lesionada. Los hechos violentos en distintas regiones del Estado siguen a la orden del día.
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EL MIERCOLES, por instrucciones de la Gobernadora Rocío Nahle, fueron corridos 40 trabajadores de contrato del hospital Yanga de Río Blanco, porque la mandataria, según se sabe, quiere adelgazar la nómina de la Secretaría de Salud a costa del empleo de los trabajadores y sin escuchar a nadie. Se sabe que este viernes la corredera estará a la orden del día, lo que podría derivar en protestas y manifestaciones, en tanto los sindicatos, serviles como siempre, guardan sepulcral silencio para no afectar las prerrogativas que reciben por ser omisos, tal vez pensando que ellos no les tocará. Vaya caso…OPINA carjesus30@hotmail.com
