*Donald Trump cierra puerta a comunistas trasnochados
*En riesgo relación, remesas, exportaciones y migrantes
NO ES asunto menor –por más que la Presidenta Claudia Sheinbaum asuma que: “no pasa nada”-, el hecho de que el futuro Presidente del País más poderoso del mundo, Donald John Trump no le haya extendido invitación a su “inauguración” o toma de posesión como el 47° mandatario estadounidense, luego de ser el 45° el 20 de enero del 2017 al 20 de enero de 2021. Y es que Trump extendió invitaciones a líderes extranjeros para asistir a su ceremonia de investidura el próximo lunes, rompiendo con las normas tradicionales de la política estadounidense que privilegia lo local, y entre los invitados destacan figuras de derecha y populistas, pero se descartan líderes de la izquierda latinoamericana, entre otros la mexicana Sheinbaum, por más que exista un Tratado de Libre Comercio de aquella nación con México y Canadá, y muy a pesar de la vecindad que fue contaminada desde el arribo de Andrés Manuel López Obrador y continuada por su facsímil, la actual titular del Ejecutivo Federal que busca minimizar el desaire, a sabiendas de que es preludio de muchas tempestades, entre otras, la deportación masiva de migrantes, la posibilidad de que se dé por terminado el TLC y, para variar, que los carteles de la droga que operan en el territorio nacional sean declarados grupos terroristas, lo que metería a la república en la lista de los indeseables, lo que podría llevarnos a escenarios cercanos al que durante décadas ha padecido Cuba con bloqueos comerciales y aranceles impagables para poder exportar productos a la Unión Americana. Tal vez Sheinbaum no lo entienda así, pero lo cierto es que jalarle los bigotes al tigre del norte no es como para presumirlo, ya que México depende en gran medida de las importaciones y exportaciones que realiza de EU, incluidos los combustibles como la gasolina, además de vehículos, y productos agroalimentarios. Entre los primeros está el gas natural, propano, turbosina, petróleo crudo, aceites minerales. Camiones de entrega, coches, piezas y accesorios para vehículos, y alimentos como maíz, soya, carne de cerdo, trigo, leche y crema concentrada. En suma, Estados Unidos es el principal país de origen de las importaciones mexicanas.
QUIZA LO más importante, más allá de importaciones y exportaciones comerciales que, sin duda, lo son, hay otro factor que es determinante para que México mantenga la mediana estabilidad social que ahora tiene: las remesas que envían los connacionales desde Estados Unidos al País, y que, de acuerdo a cifras oficiales, el monto acumulado de los ingresos por esa causa en los primeros once meses de 2024 ascendió a 59 mil 518 millones de dólares, cifra superior a la de 57 mil 822 millones de dólares reportada en el mismo lapso de 2023 y que significó un aumento anual de 2.9 por ciento. Si a lo anterior se le suman los 5 mil 343 millones de dólares de diciembre de 2024, las remesas en 12 meses fueron por 64 mil 861 millones de dólares que transformados a pesos mexicanos da una cifra realmente importante que rebasa en mucho a los programas sociales. Si Trump cumple su amenaza de expulsar masivamente a migrantes, México la pasará muy mal, y todo por los afanes trasnochados de un comunismo fantasmal que beneficia a unos cuantos pero perjudica a las mayorías.
POR LO pronto, entre los invitados especiales a la toma de posesión de Donald Trump se encuentra el empresario Carlos Slim Helú, el hombre más rico de México y Latinoamérica, de acuerdo con Forbes. Slim acudirá a la investidura presidencial de Trump, además del también empresario Francisco Cervantes, dirigente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE). De hecho, fue este último quien al término de una reunión de empresarios canadienses y mexicanos con la presidenta Sheinbaum, dio a conocer la noticia. “Vamos a estar en Washington el ingeniero Slim y un servidor, estamos invitados también a la cena (…) vamos a estar allá y además con los altos funcionarios de Estados Unidos para empezar a tener pláticas”. Otro que está en la lista de los agraciados es el expresidente brasileño Jair Bolsonaro. Y aunque el presidente chino, Xi Jinping declinó la invitación, enviará a un alto representante, como el vicepresidente Han Zheng o el ministro de Asuntos Exteriores, Wang Yi. También acudirán otros líderes afines a la ideología derechista de Trump, como el húngaro Viktor Orbán, el argentino Javier Milei, el ecuatoriano Daniel Noboa, el salvadoreño Nayib Bukele y la italiana Giorgia Meloni quienes ya recibieron sus invitaciones y algunos confirmaron su asistencia. Gustavo Petro, de Colombia, al igual que Claudia Sheinbaum de México no recibieron invitación, tampoco Nicolás Maduro, de Venezuela ni el cubano Miguel Díaz-Canel, y aunque la presidenta de México minimizó el hecho, lo cierto es que, si importa, y mucho, porque con sus posturas populoides-comunistoides se está llevando al País entre las zancas. Tampoco figura el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, líder de la izquierda regional, no así el expresidente Jair Bolsonaro, conocido por sus afinidades ideológicas con Trump. Por lo pronto, Bolsonaro solicitó autorización a la Justicia brasileña para viajar a Estados Unidos, ya que enfrenta una restricción de salida mientras es investigado por su presunta participación en un intento de golpe de Estado.
CLAUDIA SHEINBAUM, mientras tanto, quiso mostrar músculo al reunirse el jueves con las y los gobernadores, así como los 2 mil 475 presidentes municipales del País (pero solo acudió el 75 por ciento), en donde destacó la labor de los ediles como parte “de este gobierno de nuestro país que está transformándolo para bien a nuestro México”. Y al exponer un plan para el desarrollo de obras hídricas con recursos en conjunto entre las tres instancias de gobierno, la firma de un acuerdo para destinar de manera directa recursos a los pueblos originarios para infraestructura, y la promoción de la construcción de caminos de paz en las calles de cada localidad, asume que “México es un país grandioso, y mientras permanezcamos unidos, no hay ningún problema que no podamos enfrentar juntas y juntos”. Pero el asunto no es de unidad sino de participación y colaboración con el gigante del norte, porque la unidad no sirve sin empleos o inversiones que fomenten la planta laboral. Se necesitan las remesas ante la modorra de un gobierno de izquierda que da migajas al pueblo y permite que se enriquezcan quienes ejercen poder por más que la mandataria insista en que, “somos un país extraordinario, el mejor del mundo. México es grandioso por nuestra historia, nuestro legado. De las grandes civilizaciones que poblaron nuestro territorio, los pueblos originarios que nos dejaron la resistencia, y el legado de culturas diversas que constituyen esta gran diversidad que constituye nuestra nación”, e insista: México es grandioso por sus héroes y heroínas. Ningún país del mundo tiene un Benito Juárez, un Miguel Hidalgo, o una Josefa Ortiz o una Leona Vicaria. Y uno se pregunta: ¿y luego? ¿Eso le da de comer a los pobres, garantiza la seguridad de los habitantes o hace que aparezcan los más de 100 mil desaparecidos denunciados ante la ONU?. No presidenta, creo que debe aterrizar el discurso en la realidad que enfrenta y está por enfrentar el País debido a su trasnochado comunismo. OPINA carjesus30@hotmail.com