“El nacimiento de una nación: México”
Mtro. José Miguel Naranjo Ramírez.
Mucho se ha festejado sobre los doscientos años de la independencia de México, hecho que se consumó con la firma de los tratados de Córdoba en 1821. Si bien el estallido de la lucha de independencia se recuerda a partir del año 1810, en lo personal considero que 1808 es una fecha muy importante con el famoso levantamiento del Ayuntamiento de la ciudad de México encabezado por Francisco Primo de Verdad, Juan Francisco Azcarate y Melchor de Talamantes, y así, dentro de estos once años de luchas, enfrentamientos, pronunciamientos, muertes, triunfos y fracasos, podemos conocer y reconocer a personajes sobresalientes, algunos menos valorados que otros, pero que sin su intervención posiblemente la lucha no hubiera adquirido la fuerza y el valor que adquirió, uno de esos personajes es José María Morelos y Pavón, denominado “Siervo de la Nación” y en lo personal considero que fue el protagonista decisivo en la búsqueda del nacimiento de una nación.
Cuando don Miguel Hidalgo pronuncia el famoso grito de Dolores y logra un fuerte levantamiento medio armado contra el mal gobierno, realmente este movimiento inicial carecía de un programa y proyecto reformador, ni siquiera buscaban la creación de una nueva nación, el levantamiento de Dolores al igual que la conjura del Ayuntamiento de la ciudad de México en 1808, sólo aprovecharon el desconcierto que vivía España con la intervención napoleónica y la caída de Fernando VII entonces Rey de España y las Américas, para manifestar sus inconformidades como la desigualdad social y buscar eliminar la esclavitud, recordemos que en esencia el grito de Dolores se recuerda con la siguientes consignas: “¡Viva nuestra madre santísima de Guadalupe!, ¡Viva Fernando VII y muera el mal gobierno!”
Con esos gritos inició la lucha por nuestra emancipación, es importante recordar que en Julio de 1811 el cura Miguel Hidalgo fue fusilado, esto implica que con todos los méritos indiscutibles que se le atribuyen, su actuar como máximo guía del movimiento no duró ni un año, y aquí es donde aparecerá la enorme figura de José María Morelos y Pavón, con el antecedente de ser al igual que Hidalgo un sacerdote, y en general un hombre con una educación que puede ser considerada elemental, empero, con un espíritu inquebrantable, una visión única en la construcción y diseño de una nación, un personaje que le dio a nuestra lucha un programa de acción, y a pesar de la lejanía de los años sus ideas e ideales fueron fundamentales y siguen hoy día siendo pilares de nuestra Constitución, veamos unos ejemplos mediante la lectura del libro: “Morelos: Siervo de la nación” de Ubaldo Vargas Martínez, libro que nos muestra la vida de Morelos en tres facetas: “El hombre y su época”, “El caudillo y sus campañas militares” y “El reformador social y sus ideas políticas.”
En este detallado estudio Ubaldo Vargas nos va presentado la vida íntima y pública del personaje biografiado, uno de ellos son sus orígenes étnicos, afirmando que en el documento oficial los padres de Morelos aparecen como españoles, pero comenta que existe una fuerte controversia y algunos historiadores afirman (con cierto sustento) que su raza es de origen mulato y no criollo o mestizo, también narra sus primeros empleos como arriero, su poca vocación como clérigo no por falta de honestidad sino por ser un hombre inquieto, decidido y eso para su época eran características incomodas o no aceptadas por la jerarquía eclesiástica, el ejemplo más puntual es que Morelos siendo cura de una pequeña iglesia tuvo cuatro hijos con Brígida Almonte, (Juan Nepomuceno Almonte fue el primer hijo, y quien iba a pensar que siendo su padre el gran luchador independentista, con el paso de los años Juan Nepomuceno sería uno de los personajes que apoyaría el fallido Imperio de Maximiliano de Habsburgo.)
La segunda parte de este estudio está dedicada a desarrollar ampliamente las luchas armadas entre independentistas y realistas, en este apartado conocemos el gran genio militar que tuvo Morelos, Ubaldo Vargas nos lo presenta con las siguientes palabras: “Se ha ponderado, y con plena razón, el indiscutible genio militar de Morelos. Fue él, a no dudarlo, el de más temple y mayor capacidad estratégica que produjo el movimiento de independencia. No fue un frío técnico de la guerra, ni un genio con preparación académica como Napoleón, sino un intuitivo genial que captaba con rapidez los problemas militares, planeaba con astucia y habilidad los movimientos, y ejecutaba con valor, rapidez, precisión e inteligencia, el ataque definitivo o la hábil retirada estratégica –violenta también cuando era necesario –ajustando siempre sus tácticas a los medios de lucha que disponía.”
Lo anterior se comprende mejor al ir conociendo cómo va ganando batallas, apoderándose de pueblos completos, obteniendo adeptos a la causa, así como el triunfo y ocupación de ciudades como Tixtla, Izúcar, Cuautla, Acapulco, Tehuacán, Orizaba, etc. puntualizando que Morelos ingresó a la lucha el 22 de octubre de 1810 después de la única reunión que sostuvo con Miguel Hidalgo y para 1814 era el líder indiscutible del movimiento, amado y admirado por los independentistas y odiado por los realistas, y si hasta aquí ya tenemos la imagen de un grande de nuestra historia, falta lo mejor, me refiero a la parte de Morelos el reformador social, Morelos el idealista, el hombre que justificó con un documento histórico el motivo, razón y justificación de la lucha que hacían, este documento histórico fue llamado: “Sentimientos de la nación”, documento que será la base para la elaboración de la primera Constitución del anhelado México independiente, la Constitución de Apatzingán de 1814, y si bien esta Constitución no entró en vigor, comentaré alguno de los puntos planteados por Morelos en los sentimientos de la nación:
“La soberanía dimana inmediatamente del pueblo, el que solo quiere depositarla en sus representantes dividiendo los poderes en Legislativo, Ejecutivo y Judicial, eligiendo las provincias sus vocales, y éstos a los demás, que deben ser sujetos sabios y de probidad.” Sabemos que estas ideas eran la novedad de la época y habían sido muy difundidas en el siglo XVIII por los enciclopedistas franceses y llevadas a la práctica con la independencia de los Estados Unidos y la Revolución Francesa, no obstante, Morelos en el nacimiento de nuestra nación apostaba por limitar el poder, equilibrarlo, y más cuando afirmaba en este otro punto: “Que para dictar una ley se discuta en el Congreso, y decida a pluralidad de votos”. ¡Atentos! Morelos habla de discutir las leyes y agrega la expresión “pluralidad de votos”.
Estos y otros puntos fueron pronunciados por José María Morelos y Pavón en 1814 y hace doscientos años que nacimos como una nación independiente, la lección de Morelos sigue vigente, no seamos tan pequeños en el presente…
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