¡El rechazo popular lo coloca en el lugar 28 de 32 gobernadores!
Cuando por primera vez, hace un par de años, el entonces flamante gobernador Cuitláhuac García Jiménez, fue colocado entre los cinco peores gobernadores, parte de la opinión pública veracruzana consideró que la evaluación era apresurada.
Que había que darle un poco más de tiempo.
Ello fue al corte de diciembre de 2018 cuando sorpresivamente su gobierno contrataba préstamos millonarios para cubrir el gasto corriente.
Ya para la evaluación mensual de enero de 2019, “Mitofsky” y “Arias Consultores”, repetían la desaprobación a partir de los primeros visos de corrupción en la compra millonaria de patrullas.
Al tercer mes, ya más asentado su gobierno, los veracruzanos le pusieron tache ubicándolo en el lugar 30 de 32, por sus actos de nepotismo tras culpar a su abuela Manuela Durán Gómez, ya muerta, de los hijos que procreó con diferentes cónyuges, pretexto para entregar las finanzas públicas a su primo hermano Eleazar.
Abril y mayo, seguimos en 2019, sirvieron para conocer el verdadero rostro del gobernante con las primeras muertes de periodistas, la escalda criminal del Cartel Jalisco Nueva Generación y seis Carteles, así como las primeras sospechas en la compra de medicinas en el sector salud.
Ello sumado a su necio afán de echarle la culpa de todos los males a los gobiernos anteriores lo cual lo colocó en el penúltimo lugar en la preferencia nacional reciamente disputada por otro que piensa y decide con los pies, el gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco y el que cura con mole el coronavirus, el gobernador de Puebla, Miguel Barbosa.
Al cierre del 2019 se descubren subejercicios por mil 200 millones de pesos al tiempo que la Auditoría Superior de la Federación descubre irregularidades en el gasto público superiores a los 17 mil millones de pesos.
Y de nuevo al fondo en la aprobación ciudadana.
Así, ya más curtido en la maña política, Cuitláhuac –para entonces considerado el “Juanito” del Peje”- se cobija con el manto presidencial.
La ciudadanía, sin embargo, sigue sin tragarse la píldora arrinconándolo, mes con mes, entre los cinco peores. Extrañamente, sin embargo, Mitofksy lo sube el 5 junio del año pasado, al lugar 11 de 32 provocando controversia tal que la empresa sale a precisar que los porcentajes son parciales.
Ya para el 2020 el gobernante atrincherado en el convencimiento de que Yunes Linares es el culpable de todo lo malo que pasa en Veracruz, se sucede el gravísimo problema de salud pública por la Pandemia de Covid-19, donde sale a flote su impericia, ausencia de liderazgo e información equivocada a la ciudanía.
Inopinadamente habilita hospitales –el del Velódromo y el “Centro de Raqueta” de Boca del Río nunca funcionaron- dejando a un lado al hospital de especialidades de Coatzacoalcos, jamás inaugurado, porque Yunes Linares lo construyó, así como la decisión de abrir las playas en la Semana Mayor a grupos de 30 personas.
Fueron decisiones fatales.
Los respiradores nunca llegaron, las medicinas simplemente no fueron compradas y de paso se dejó en total indefensión a los niños con cáncer.
Ello lo estacionó en los lugares 27, 28, y 30 por tres meses, según Arias Consultores.
La reclusión ciudadana por la pandemia fue aprovechada para que sus colaboradores saquearan las arcas a la sordina y de pronto las casas inmobiliarias registran una inusitada escalada de compra de residencias en zonas exclusivas de Xalapa, Boca del Río y Alvarado.
Se reporta asimismo una descarada preferencia del 92 por ciento a la obra pública para los amigos a cambio de moches que alcanzaron hasta el 32 por ciento registrándose al mismo tiempo una inusitada compra de vehículos blindados de última generación.
En paralelo, de cara a las elecciones de junio, se reporta la compra de conciencias a través de los programas sociales de parte de la Secretaria del Bienestar que encabeza el delegado Manuel Huerta Ladrón de Guevara, acusado de violación.
Y de nuevo a la cola en la aprobación ciudadana.
El punto es que a la vuelta de 25 meses el gobierno de Cuitláhuac García muestra una total ausencia de respeto institucional al invadir a los poderes y quitar y poner a magistrados presidentes del Poder Judicial, nombrar por dedazo como presidente del Congreso a Rubén Ríos, afamado golpeador de mujeres y dejar en manos los hilos del gobierno a un bravucón de cantina apodado el “Bola 8”, Eric Cisneros.
Ello daría como resultado que le siguieran poniendo cero a su gobierno los encuestados.
A últimas fechas, a finales del año anterior y el arranque del presente, aflora a nivel nacional el descrédito al convertirse en el hazmerreír de la opinión pública con sus explicaciones cantinflescas de cómo estar inmunes a la nueva cepa del coronavirus “Ya que en Veracruz no hay aeropuerto internacional que reciban vuelos de Inglaterra”.
Luego explicando con esa voz aflautada la corrupción del pasado y el uso de la “Vitacilina” para Yunes Linares o lo del “Tren Aéreo” que hay entre la ciudad de México y Toluca.
Sus absurdas huertas familiares a base de “lombricompostas” de risa loca; sus “amigos” con derechos, que se publicitan en las redes en incómodas situaciones, y ese afán de exhibirse en redes con sus bailecitos los sabadabas.
A ello se suman los escándalos de sus hermanos.
Quetzalcóatl está acusado de acoso sexual en contra de menores que estudian en el CETIS de Banderilla. Tonatiuh en viajes de “negocios” por China, Canek denunciado por ser preferenciado en la compra de luminarias por 60 millones de pesos y la media hermana, Dorheny García, diputada federal pluri misma que quiere hacerla alcaldesa de Xalapa.
Por eso Cuitláhuac está en los últimos lugares, peleando a pulso entre los peores.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo