Entre lo utópico y lo verdadero
Por Claudia Guerrero Martínez
12 de febrero del 2022
Cuitláhuac: Cobarde y tolerante con medios mercenarios; patán con verdaderas periodistas
El video de un enloquecido gobernador de Veracruz maltratando verbal y psicológicamente a una reportera se hizo viral y publicado por la autora de esta columna. Lo obtuvimos de los mismos compañeros quienes indignados, no pudieron defender a Sarah Landa, pues al hacerlo, serían despedidos inmediatamente de sus medios de comunicación, quienes no defienden a sus trabajadores y se arrodillan frente al Gobierno Estatal en turno. Cabe mencionar que después de su publicación, el Gobierno de Cuitláhuac García activó su granja de bots para amenazar a la autora de esta columna, mandar mensajes con insultos y denostar a la mensajera.
La colega periodista de Meganoticias le formuló una pregunta incómoda para la poca inteligencia del incompetente gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, quien está malacostumbrado a que le pregunten cosas banales como su color preferido y su signo zodiacal, como lo hace el lector de preguntas, no periodista, quien no sabe ni redactar una cuartilla, Ramsés Yunes Zorrilla y Claudia Montero, quien fue evidenciada por el propio gobernador de Veracruz, acusándola de emprender, junto con su Portal Al Calor Político, una campaña de desprestigio en contra del protegido sexenal, el diputado y líder de la JUCOPO, Juan Javier Gómez Cazarín y los dos, tanto la reportera mercenaria, como Cuic, entablaron un pleito de “chilatoleras”, confrontándose y sacando sus “trapitos al sol”, siendo vergonzoso e indignante para ambas partes.
Y diría Cuitláhuac a estos periodistas que están en nómina en Palacio de Gobierno, como lo expresó el expresidente José López Portillo: “No pago para que me peguen”.
Sarah Landa, de Meganoticias, es querida por el gremio periodístico y nunca ha estado envuelta en escándalos, además de ser una reportera seria. Cuando le hizo la pregunta al que se le paga para ser gobernador, quien no entiende ser el empleado de los veracruzanos, se le cuestionó para conocer su opinión sobre la inconformidad de las Barras de Abogados por la aplicación de ultrajes a la autoridad, como delito grave, Cuitláhuac García, con rudeza innecesaria, la cuestionó sobre a quiénes se refería, puso en tela de juicio su seriedad periodística y hasta la regañó. Algunos alegan que Sarah no se supo defender sin explicar el sustento de su pregunta, pero era innecesario hacerlo, pues es obligación del gobernador de Veracruz responder las preguntas de la Prensa y ésta en particular, fue respetuosa y bien formulada.
Sarah se intimidó y sufrió violencia de género, así como censura gubernamental, como periodista y como mujer, ante un enloquecido gobernador de Veracruz, quien se molesta que le pregunten temas trascendentales y de interés para la sociedad.
Pero cuando otro pseudoreportero, quien no tiene medio de comunicación, comprobado drogadicto y ha estado envuelto en escándalos personales y agresivo con colegas, cuestiona a Cuitláhuac García, como ocurrió en esta misma semana, el mismo que inventa sucesos y publicaciones en las redes sociales y emprende una campaña de desprestigio en la vida privada de cierto funcionario estatal y cuestiona su orientación sexual, el gobernador se mantuvo tranquilo y relajado, entendió el mensaje subliminal y se limitó a decir que no interviene en temas privados. No fue agresivo, ni cuestionó a Walter Ramírez por la pregunta pagada, ni se puso enloquecido.
Se ha señalado a Cuitláhuac de ser mitómano, ladrón, cómplice, corrupto, tonto, débil y misógino. Y aunque duela, todo es cierto.
Líderes de partidos políticos como el del PRD en Veracruz, Sergio Cadena, se solidarizó con Sarah Landa y exigió una disculpa pública por parte de Cuitláhuac García, pues la reportera estaba cumpliendo su deber profesional. Y dijo: “No sólo es reprobable su conducta, amparado en el poder que le da el gobierno, sino que es grave también que haya ejercido violencia de género, por lo que debe ofrecerle una disculpa pública. La forma en la que encaró e incluso recriminó a la periodista no corresponde al comportamiento que se espera de un representante popular, menos del titular del Poder Ejecutivo”.
Y tiene razón Sergio Cadena, pues a Cuitláhuac García se le paga por informar, aclarar y precisar, como parte de la presumida transparencia a la que está obligado como servidor público.
Recordemos una anécdota: En la entrevista que le realizamos a Cuitláhuac García, junto con otros colegas en AvanNoticias, en el 2018, en el que antes de la entrevista, Cuitláhuac García omitió saludar a la autora de esta columna. Mi mamá me enseñó a ser educada y por eso me acerqué para darle la bienvenida y extenderle la mano, él me dijo textualmente y frente a todos: “Te respeto como periodista, pero no te voy a dar la mano”.
Al arranque del programa, antes de hacer mi pregunta, expresé: “Quiero hacer público, que el candidato por MORENA a la gubernatura de Veracruz fue grosero con una servidora y me dejó con la mano extendida. Le pido que en esta entrevista haya respeto y cortesía”. Y mientras decía esto, Cuitláhuac García se limitaba a decir varias veces: “Discúlpame Claudia”, como vil cobarde y patán que le gusta despreciar y maltratar a las mujeres.
En esa misma entrevista, Cuitláhuac García confirmó haber engañado a los veracruzanos con su Currículum Vitae y asegurar que no tenía Doctorado y sólo había cursado una estancia doctoral, de un mes, sin validez como posgrado. Tiempo después se comprobó no tener validez su Maestría en Alemania y como buen mentiroso, le echó la culpa a los que controlan contenidos en los Portales de la Universidad Veracruzana y en el Congreso Federal.
Un fraude como académico y además, goza maltratando a las mujeres, como resentido social, hombre corriente y vulgar, si en verdad se dice hombre.
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