- El 65.8% de los veracruzanos está en desacuerdo con su gestión
- El dirigente del PES en Veracruz habla de “dignificar la política” y su carrera está llena de traiciones y chaquetazos.
Marco Antonio Aguirre Rodríguez
Cuitláhuac García sigue siendo el tercer gobernador peor calificado del país, de acuerdo con el Ranking Mitofsky de medición de los gobernadores, correspondiente al mes de agosto.
Ha sido constante en éste lugar de deshonor, el cual ha mantenido por tres meses consecutivos: junio, julio y agosto.
El rechazo a su gobierno sigue siendo altísimo, de un 65.8 por ciento de los veracruzanos.
Ni yendo machete en mano a hacerle al jardinero en todas las areas verdes del estado puede levantar la medición.
Y todavía hay quien se atreve a insinuarle que podría reelegirse.
EL DIRIGENTE DEL PES EN VERACRUZ HABLA DE “DIGNIFICAR LA POLÍTICA” Y SU CARRERA ESTA LLENA DE TRAICIONES Y CHAQUETAZOS
Hoy el Partido Encuentro Solidario (PES) una vez más tiene registro, por obra y gracia del apoyo recibido en la 4T.
Es un partido que se presenta como cristiano, que tuvo una evidente intervención de iglesias y pastores evangélicos, pero que en Veracruz tiene como dirigente a Gonzalo Guízar Valladares, un político con un curriculum lleno de chaquetazos y de traiciones, pero que aún así habla de “dignificar la política”.
Este es uno de los aliados de López Obrador en Veracruz.
Gonzalo Guízar tiene un espíritu saltimbanqui. No le cuesta ningún trabajo cambiar de bando. Pero esto no siempre le ha traído buenos resultados.
Su primer gran brinco de partido, también fue su primera gran traición y la perdida de una oportunidad que ya tenía enfrente.
En el 2010 Gonzalo Guízar Valladares, estaba perfilado para ser el candidato del PRI a la presidencia municipal de Coatzacoalcos, incluso con el apoyo de Fidel Herrera, gobernador de Veracruz entonces, y con el aval de Marcelo Montiel –entonces alcalde de ese municipio-, frente a los otros grupos que querían la candidatura.
Gonzalo Guízar en ese entonces se sintió muy fuerte, porque durante todo el periodo de Marcelo Montiel como alcalde de Coatzacoalcos armó una fuerte estructura política y electoral. Se sintió tan fuerte que quiso comerse todo el pastel y dijo que si no le daban todo, podía ganar la presidencia municipal por cualquier partido.
Su argumento fue que ya había esperado mucho, pues en 2007 se “hizo a un lado” para que el candidato fuese Marcelo Montiel. En 2007, en lugar de la candidatura a la presidencia municipal le dieron la diputación local, con la presidencia de la Comisión de Vigilancia y Cuenta Pública del Congreso local, para que pudiera hacer negocios. Por eso sentía que tenía el derecho a reclamar todo y que tenía recursos suficientes para hacer campaña por cualquier partido.
Ante la negativa, se acercó de nuevo a Miguel Ángel Yunes Linares, con quien había tenido tratos en el pasado, quien le dio la candidatura a la presidencia municipal de Coatzacoaldos por el PAN. En ese entonces Yunes Linares estaba en la envidiable posición de director del ISSSTE, en el sexenio de Felipe Calderón, apoyado por la dirigente magisterial Elba Esther Gordillo.
Fue el año en que le dieron el “pastelazo” a Miguel Ángel Yunes, el 10 de enero, para conmemorar el 50 aniversario del ISSSTE. Y esa fue la señal para que el PAN lo hiciese candidato al gobierno de Veracruz, en ese año.
Yunes impulsó a Gonzalo Guízar porque pensaba que le podría dar una gran votación en Coatzacoalcos.
Pero el entonces neopanista perdió frente a Marcos Theurel Cotero.
Esa fue la elección (la de 2010) en la que Javier Duarte le ganó la gubernatura a MAYL.
Guízar Valladares se mantuvo cerca de Yunes Linares aunque también apoyando los negocios de su familia, en los cuales desde siempre se ha manejado que tiene injerencia por el tráfico de influencias que realiza para los mismos.
Pero en el 2014 Guízar Valladares le dio la espalda a Miguel Ángel Yunes y se acercó al gobernador Javier Duarte, a quien le pidió apoyo para la integración del Partido Encuentro Social (PES) en Veracruz, con la intención de debilitar al PAN y la posibilidad de que este partido hiciera aliaza con el PRI y el PVEM.
Un cambio de chaqueta que no le provocó ningún conflicto.
El acercamiento fue tal que incluso se difundió el 20 de agosto de 2014 una reunión entre Guízar Valladares y Javier Duarte, la que se realizó en Palacio de Gobierno, en donde se tomaron una fotografía en la que como marco está la imagen de Enrique Peña Nieto, quien era presidente de la república.
Gonzalo Guízar sabía muy bien el significado político de esa fotografía, porque estuvo en el PRI muchos años.
El boletín que se emitió entonces decía: “En un ambiente de cordialidad, el mandatario y el dirigente político dialogaron sobre lo que le conviene a Veracruz”, frase que también encerraba un significado político de alianza no escrita.
El acuerdo se selló colocando a Juan José García Espinosa en la secretaría general del partido en el estado.
En 2015 Gonzalo Guízar llega a la Cámara de Diputados federal como plurinominal y aliado de Javier Duarte.
El 20 de enero de 2016, se da el asesinato de Gertrudis Guízar, su hermano, a las puertas de su casa, un homicidio que hasta el 2020 no ha sido aclarado.
Ese año, en 2016, Gonzalo Guízar nuevamente le dio la espalda a quien lo había apoyado y regresó con MAYL e incluso secundó la propuesta del mismo para crear una “comisión de la verdad” que investigara “las tropelías y pillerías” de Javier Duarte.
La muestra de que “se brincó las trancas” de la alianza que tenía con Javier Duarte, fue que el 11 de febrero de 2016, en un comunicado del Secretaría General del PES en Veracruz, se le desautoriza en la propuesta, pues la misma se hizo al margen del PES en Veracruz.
Ese no fue el único “cambio” que hizo en ese año, pues de nuevo Guízar Valladares dio un revirón a Yunes Linares, cuando pactó con Javier Duarte apoyar la campaña de Héctor Yunes para el gobierno del estado, impulsando como candidato a la gubernatura a “El Pipo” Alejandro Vásquez Cuevas, para restarle votos en el PAN a Yunes Linares
Guízar Valladares tomó lo que le dieron desde el gobierno de Javier Duarte, pero nunca le dio apoyo alguno a El Pipo, y en cambio por abajo del agua trabajó siempre a favor de Miguel Ángel Yunes.
Una vez que Yunes Linares ganó volvieron los favores para su familia y sus negocios, entre ellos el más notorio fue el nombramiento de Marco Antonio Guízar Valladares, el hermano del diputado, como secretario técnico de la Fiscalía General del Estado, con Jorge Winckler.
Ahí estuvieron en un bienio de miel sobre hojuelas.
En cambio, en el 2018 el PES formaba parte de la coalición Juntos Haremos Historia que postulaba a AMLO y a Cuitláhuac García. Entonces Gonzalo Guízar declaraba apoyarlos, pero por abajo del agua –y con el consentimiento de Hugo Eric Flores Cervantes, el dirigente nacional del PES- apoyaba a Yunes Linares y a su hijo, Yunes Márquez, para la gubernatura del estado.
En 2018 llega nuevamente a la diputación local por el efecto López Obrador y festeja la derrota de su antes aliado, Miguel Ángel Yunes
Pero su carácter cambiante lo lleva a formar su propia bancada, “El lado Correcto de la Historia”, pero La única vez que votó a la par de Morena fue cuando se integró la Junta de Coordinación Política y la primera Mesa Directiva.
Después de eso comenzó a coquetear con la fracción del PAN y los resabios de su aliado y desaliado, MAYL, y a apoyar todas sus posturas.
Siendo diputado local estalló uno de los casos más sonados en los que se involucra por tráfico de influencias, con la empresa MARVAZ, a la que el ayuntamiento le pagaba casi medio millón de pesos mensuales.
La empresa la encabezaba María Cruz Vázquez Guízar, prima del diputado del PES, y Rodolfo Bouzas Medina.
A María Cruz posteriormente se le identificó como directora de Comunicación Social en la Secretaría de Energía (Sener), con Rocío Nahle.
Cuando Cuitláhuac García tomó posesión del cargo, Guízar Valladares le pidió que cumpliera los acuerdos hechos previamente para apoyarlo durante su campaña. El entonces ya gobernador rechazó cubrir lo pactado y en cambio le reclamó su traición apoyando a Yunes Linares.
Guízar Valladares se ofendió y volvió a la carga con el PAN.
Su postura a favor de la corriente de Yunes Linares fue tan evidente que durante la controvertida primera votación para quitar a Jorge Winckler como Fiscal del estado, el 9 de febrero de 2019, Guízar Valladares votó en contra del juicio político que se le quería instruir.
En ese evento el diputado Rubén Ríos Uribe, que también llegó al Congreso de Veracruz por el PES, lo abandonó y se fue a Morena (donde con el tiempo le pagaron su traspaso nombrándolo presidente de la Mesa Directiva del Congreso del Estado).
Pero un año después, con la promesa de más prebendas por parte de Cuitláhuac García, el 26 de marzo de 2020, Gonzalo Guízar votó a favor de la separación definitiva de Jorge Winckler.
Una traición más, un nuevo chaquetazo.
Una vuelta más a la tuerca.
Guízar Valladares incluso llegó a quererle dar la vuelta al dirigente nacional del PES, y vía Daniel Rivera Reglín, ex representante del extinto Encuentro Social ante el órgano electoral local, buscó crear el Partido Encuentro Veracruzano. El intento lo abandonó cuando vio que no podía cumplir los requisitos de ninguna forma y se quedó en la integración del nuevo PES.
Y con esta historia es que habla de “dignificar la política”.
Este es uno de los místicos que apoya a Andrés Manuel López Obrador en Veracruz.