*Cuitláhuac: sueña el rey que es rey y vive
*Veracruz a “semáforo rojo” por acelerados
POR MÁS de 24 horas echamos a volar la imaginación, buscamos en archivos, incluso, de colegas al servicio del poder, revisamos notas y hasta boletines oficiales que, por cierto, escasean, y a decir verdad no encontramos algo que valga la pena en torno a los “logros” que en un año y siete meses obtuvo el Gobernador Cuitláhuac García Jiménez. Y entonces, uno se pregunta: ¿De qué carajos va a informar este lunes García Jiménez, en ese afán de emular a su adulador, el titular del Ejecutivo Federal, Andrés Manuel López Obrador quien pasó de la crítica a ultranza a la alabanza excesiva y casi humillante hacia el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dizque, por el bien de México?. Y salvo que Cuitláhuac haga un ejercicio de autocrítica sana y reconozca que por andar imitando a López Obrador la Secretaría de Salud a su cargo decretó semáforo naranja en Veracruz, y solo logró que el Estado fuera insertado en el color rojo debido a la explosión de contagios y muertos por CoVid19 que, hasta la noche del sábado, sumaban 11 mil 476 positivos con 579 acumulados ese día en 175 municipios a los que se agregó Tepatlaxco, además de que persistían 1 mil 227 activos y 2 mil 672 sospechosos en 145 lugares. Para variar, Veracruz sigue acumulando muertos para un total de 1 mil 754 en 117 demarcaciones, a los que se sumaron 54 decesos en 24 horas. En suma, fue un craso error querer imitar al Presidente López Obrador que ni usa cubrebocas ni se desinfecta las manos con alcohol ni deja que le tomen la temperatura, aunque en su próximo viaje a Estados Unidos ya dejó en claro que lo hará si los protocolos así lo exigen. Y es que en Veracruz 137 municipios están en semáforo rojo, y en naranja 75 que, a decir verdad, deberían retornar a la máxima alerta para evitar nuevos contagios.
SERÍA ABSURDO que García Jiménez, al igual que López Obrador adujera que “estamos domando” a la Pandemia, cuando la realidad es incierta, y acaso por ello Salud Federal les hizo ver a sus irresponsables autoridades de salud –incluido el Gobernador García Jiménez- que no deben acelerarse, y menos por imitar al Presidente, ya que la situación en el Estado sigue siendo grave, mientras que el secretario del ramo, Roberto Ramos Alor, continúa poniendo el mal ejemplo asistiendo a plazas comerciales como la Américas de Xalapa, donde la mayoría de negocios siguen cerrados. Pero García Jiménez insiste en que rendirá un informe este lunes, y la preocupación sigue siendo: de qué va a informar si se la ha pasado resguardado en Casa Veracruz, la que antaño detestaba y llamaba epicentro de la corrupción cuando Javier Duarte desgobernaba el Estado. Pero no es broma, Cuitláhuac ya amenazó en sus redes sociales: “Si el 1 de Julio del 2018 la transformación no hubiera triunfado (¿a qué transformación se referirá?), te pregunto (dice a un reportero: ¿los corruptos que nos gobernaron se hubieran cansado de robar o seguirían fregando como si no tuvieran llenadera? (quizá lo que soslaya o hace como que ignora es que los corruptos siguen robando, o que se dé una vuelta por el Congreso Local o en alguna instancia de su Gobierno donde las plazas tienen precio, sobre todo de la Policía Estatal y Ministerial –y ahí están las cartas abiertas que nos hacen llegar los afectados-, solo que encerrado o acotado como lo tienen por así convenir a sus intereses no se da cuenta de nada). Pero el Cuitla, que al igual que su guía sigue echando culpas al pasado negado a ver la realidad del presente que ya le toca resolver, sostiene que la Fiscalía seguiría coludida con el crimen; “no olvidemos que quien estaba al frente hoy es prófugo de la justicia, y que no se pudo amparar por los delitos que cometió, y más de 100 carpetas seguirían “inexplicablemente” escondidas garantizándoles impunidad a muchos presuntos delincuentes. Era “vox populi”, insiste, que los gobernantes pactaban con la delincuencia organizada ¿o no?” (una acusación que ante tribunales difícilmente podría sostener, aunque se ampara en su carácter de Gobernador para denostar como lo hace su jefe creyendo que van a ser eternos en el poder). En ese tenor, fiel al discurso que acusa pero que no sustenta, insiste “¡con la Cuarta Transformación se acabaron los pactos con grupos delincuenciales! ¡Por fortuna el pueblo se cansó de tanta transa!. Ah, pero los que les aplaudían a los corruptos que se fueron, ahora cierran los ojos para atreverse a decir que las cosas no han cambiado” (y por supuesto que no han cambiado; lo que cambió fue un gobierno inoperante por otro peor, y en los archivos hemos dado cuenta del pasado y del presente, solo que al Gobernador le da flojera leer y, peor aún, gobernar), y agrega: “Para el pueblo, para quienes lograron este gran triunfo hace dos años, el lunes 6 de julio daré un adelanto del informe que rendiré a finales de año (o sea, solo informa para los que votaron por él, no para todos, consciente de que no es un gobernante de todo el pueblo). Les doy una muestra pequeñita de lo que nunca hubiera sucedido si el triunfo del pueblo no llegaba ese 1 de julio del 2018, dice, y vuelve a soñar como Segismundo cuando reflexiona que “la Vida es sueño”: “Sueña el rey que es rey, y vive con este engaño mandando, disponiendo y gobernando; y este aplauso, que recibe prestado, en el viento escribe y en cenizas le convierte la muerte (¡desdicha fuerte!): ¡que hay quien intente reinar viendo que ha de despertar en el sueño de la muerte!
TAL VEZ Cuitláhuac, en un dejo de sinceridad reconozca que la Cuarta Transformación en Veracruz (al igual que en el País) no ha podido contener los feminicidios, levantones, asesinatos dolosos, secuestros, desaparición de mujeres y menores, asaltos con saldos violentos, robos a casa habitación, negocios y autos con y sin violencia y un sinfín de calamidades que han colocado no a Veracruz sino al gobernador en turno en el penúltimo sitio de aceptación nacional, colocándolo como el peor mandatario Estatal que ha tenido el Estado en los últimos sexenios, tanto o peor que Javier Duarte de Ochoa por lo menos en los males descritos, aunque en corrupción muchos funcionarios parecerían ser alumnos del inquilino del Reclusorio Norte.
AHORA QUE si de salud, empleos y adeudos se trata, somos segundo lugar nacional en Dengue y en Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (Sida), mientras que en atención a niños con cáncer las familias siguen esperando medicamentos que no aterrizan, y que deben adquirir por fuera para evitar que sus seres queridos mueran. En materia de corrupción, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) refiere que el 37.5 por ciento de sus socios veracruzanos han sido víctimas de ese flagelo en trámites públicos, y si hablamos de desempleo, como consecuencia del CoVid19 y la falta de apoyo oficial para incentivar al sector privado, Veracruz se encuentra tácitamente detenido, sin opciones de retorno a corto plazo a las fuentes ocupaciones perdidas definitivamente en muchos casos, y en cuanto a adeudos, los informes que se tienen de la Secretaría de Hacienda revelan que 12 Estados, entre estos Veracruz, adquirieron deuda por 54 mil 807 millones de pesos en 54 préstamos distintos en los últimos cuatro meses, y el Estado obtuvo un préstamo nuevo de 1 mil 450 millones. Y entonces: ¿de qué informará el gran Cuitla? A lo mejor nos platique que se siente vivir por fin alejando de sus padres, en un castillo como Casa Veracruz. Opina carjesus30@hotmail.com
