*MoReNa en franca caída libre pese a agenciarse Veracruz
*MoReNos piden cabezas de Zepeta y Cazarín por vendidos
CUANDO EL miércoles pasado, la gobernadora Rocío Nahle García sugirió abrir las urnas en 48 municipios donde la diferencia mínima entre ganador y el más cercano contendiente frisaba en uno por ciento, el objetivo no era recuperar algunos municipios “morralla” –como los muchos que abundan en el Estado- sino la otra joya de la corona en manos del PAN, en este caso Boca del Rio, donde Maryjose Gamboa Torales apenas aventajaba a Bertha Ahued por 700 sufragios. Se probaron toda suerte de trampas, e incluso la intentona de entrar por la fuerza a las instalaciones del Organismo Público Local Electoral para secuestrar urnas, soltar una jauría de mercenarios de la pluma para denostar a la panista llamándola yunista, cuando ella se desligó del clan desde que se trasmutaron en Morenos y, como último recurso, la instrucción ( u ordenanza) de Nahle para que se aplicara el llamado “voto por voto, casilla por casilla”, para de esa manera rubricar: “la moneda está en el aire” en estos municipios, ya que las diferencias son tan pequeñas que no se puede hablar aún de un ganador o ganadora. O al menos eso suponían los fracasados guindas. La gobernadora destacó que en tres municipios concretos -Poza Rica, Papantla y Boca del Río- las diferencias son especialmente mínimas, lo que hace que el resultado sea incierto. En esos casos, los candidatos de la alianza de Morena con el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) resultaron en segundo sitio, detrás de opositores de Movimiento Ciudadano y el Partido Acción Nacional (PAN), pero los cálculos les fallaron: el reconteo no solo ratificó el triunfo de quienes habían salido victoriosos en la contienda, sino que en el caso de Boca del Río la ventaja se incrementó, pues si bien anteriormente la diferencia era de poco menos de 700 votos, con la apertura de urnas la diferencia se elevó a 1 mil 613 votos, lo que obligó al OPLE, muy de madrugada a entregar la constancia de mayoría que declara a MaryJose Gamboa presidenta municipal electa, una mujer ciento por ciento de lucha, aguerrida, de resultados y muy cercana a la población, de tal suerte que esta la hizo en tres ocasiones diputada local y Federal. MoReNa creyó que al postular como candidata a quien asestó la última puñalada a El Dictamen, ese que fue un gran diario bajo de la dirección de Juan Malpica Mimendi y, posteriormente llevando la batuta sus hijos Jorge, Abel, Bertha, Margarita y José Antonio, era suficiente para arrasar, olvidando que si bien Bertha Ahued fue la última directora, nieta de don Juan, no es lo mismo los tres mosqueteros que veinte años después. Bertha a pesar de ser parte de la sociedad más rancia del puerto y Boca del Río, su contacto con la población era tácitamente nulo, y los votos que logró fue por la fuerza guinda que manipula consciencias a través de los programas sociales.
AHORA BIEN, las dirigencias nacional y Estatal de MoReNa se encuentran desesperadas por el retroceso que experimentó ese partido durante las pasadas elecciones municipales en el Estado, perdiendo, incluso, ante sus otroras aliados PT y Movimiento Ciudadano que en algunos casos se prestó al juego sucio de actuar como esquirol para restarle votos al PRI o al PAN. De esa manera, el instituto guinda junto al PVEM logró 60 alcaldías; en solitario suma 11 y los verdes 13, para un total de 84, que son menos de las 103 conquistadas en la elección de 2021, trasformando el mapa electoral y frenando de tajo el crecimiento de una marea que ha decepcionado por la inseguridad, pobreza, violencia y abandono de lo más importante: la salud de los gobernados, pues en la mayoría de hospitales oficiales, pese al discursos de que, ahora sí habrá solución, siguen faltando medicamentos oncológicos para niños y adultos, además de retrovirales para afectados por el VIH/Sida. Las carreteras, para variar, siguen siendo un asco, y los levantones y feminicidios continúan a la orden del día, sin considerar robos y asaltos a casa habitación y en carreteras. Hablar del proceso electoral reciente es trasladarnos a un Estado sin ley, donde predominaron asesinatos, lesionados por arma de fuego, disparos contra viviendas y unidades automotores, y todo ello lo registro la población harta de promesas.
CIERTAMENTE, el Movimiento de Regeneración Nacional refrendo el triunfo en las principales ciudades ganando, incluso, el puerto de Veracruz, bastión electoral del PAN junto con Boca del Río, aunque lo cierto es que sufrió un gran revés en el territorio veracruzano. Ya con el 100 por ciento de las actas computadas, Movimiento Ciudadano (MC) se erige como el gran ganador de la jornada, pues se posiciona como la segunda fuerza electoral, mientras que el PAN, en solitario, mantendrá una tercera posición. Por su parte, el PT, ex aliado estatal de Morena, crecería en posiciones y el PRI alcanzaría una votación suficiente para sobrevivir sin perder el afamado registro que muchos vaticinaron que ocurriría. De esa manera, la alianza de Morena y PVEM, de acuerdo con las actas computadas, sólo lograría el triunfo en 84 municipios de los 212 disputados, contrario a los 103 ganados en las elecciones de hace cuatro años. La alianza Morena-PVEM logró 60 municipios; otros 13 son del PVEM en solitario y 11 más para abanderados guindas. Así, el PVEM tenía ventaja en más municipios que MoReNa. Atrás quedaron los sueños de Luisa María Alcalde que vaticinó ganar 140 municipios. Y es que, durante la designación de candidatos de Morena, liderazgos regionales y locales acusaron al dirigente estatal, Esteban Ramírez Zepeta, herencia del gobierno de Cuitláhuac García Jiménez, de haber vendido las candidaturas en tres y 10 millones de pesos, e impulsar a personajes contrarios a la voluntad de los simpatizantes. Por ello perdieron las ciudades petroleras de Poza Rica y Papantla, además de una amplia franja de municipios indígenas del sur de la entidad, y Orizaba. Una dolorosa derrota ocurrió en Boca del Río, donde se quedaron a 751 votos de arrebatar este territorio a los panistas. Incluso, perdieron el puerto de Alvarado ante su aliado, el PVEM.
LA JORNADA electoral ya terminó, pero deja una lección que debe asumir la Gobernador Rocío Nahle, quien ganó con 2 millones 124 mil 130 votos la elección de Gobernadora, es decir 53.89 por ciento de la votación, mientras José Francisco Yunes Zorrilla, aspirante de Fuerza y Corazón por Veracruz consiguió 1 millón 145 mil 821 votos (31.7 por ciento) y el candidato de Movimiento Ciudadano (el esquirol de MoReNa que ahora falló al tratar de ganar el municipio de Alvarado), Hipólito Deschamps 245 mil 67 votos (6.7 por ciento). La cifra que dio el triunfo a Nahle no se reflejó en las urnas en la elección municipal ni por asomo, y alguien debe pagar los platos rotos, en este caso los vendedores de candidaturas: uno, Esteban Ramírez Zepeta y, otro, según denuncian los propios morenistas, Juan Javier Gómez Cazarín que hicieron ver mal a la mandataria Estatal, que en una acción desesperada exigió en voto por voto casilla por casilla, y por lo menos en Boca del Río el PAN refrendo el triunfo ungiendo a MaryJose Gamboa Presidenta Municipal electa, una mujer que hará mucho por ese municipio cien por ciento turístico. Así las cosas…OPINA carjesus30@hotmail.com
