Lo que han iniciado en mi contra no es un procedimiento jurídico, es una persecución política |
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27 de septiembre del 2015. Comunicado de Prensa Desde hace varios días el Gobernador del Estado lleva a cabo una campaña de difamación y descrédito en mi contra. Por lo visto no le preocupa la grave situación que vive Veracruz: inseguridad, homicidios, secuestros, crisis económica, falta de recursos para atender las necesidades básicas de las personas o incluso para pagar los sueldos de maestros y empleados. Nada de eso le interesa; tampoco los graves problemas de corrupción que caracterizan a su gobierno, la quiebra de las finanzas públicas, la caída en el empleo, esos no son sus temas. Nada de lo anterior le preocupa ni le ocupa. Él está dedicado a tratar de eliminar del mapa político a quienes considera sus adversarios y en ese afán usa todos los instrumentos del Estado, incluyendo por supuesto los recursos públicos y hoy también las instituciones que debieran estar para hacer justicia. Me pregunto y todos los veracruzanos se preguntan si las instituciones de procuración de justicia en Veracruz han iniciado ya las investigaciones para aplicar la Ley a quienes llevaron a Veracruz a la quiebra, desviando miles de millones de pesos del presupuesto para su beneficio propio, o si las mismas instituciones que persiguen a los opositores encubren a los cómplices. La respuesta es evidente: para los cómplices hay protección y encubrimiento, para los opositores persecución. Esta campaña se inició desde hace ya varios meses en contra de otros miembros de mi familia. Ahora la enfocan directamente a mi persona. Es más que obvio que la misma está relacionada con las elecciones para Gobernador del Estado que se llevarán a cabo dentro de unas cuantas semanas. Su temor a perder el poder los ha llevado a los extremos más delicados y de alto riesgo para quienes somos sus opositores más visibles. No son sólo las estrategias de desprestigio y la persecución política usando la Fiscalía como una oficina más del PRI; hay temas más graves, más delicados que ponen en riesgo la integridad de nuestras familias, pero que hemos decidido enfrentar con dignidad y valor. No les tememos: ¡A los Yunes no nos van a doblar!. Decidí responder hasta hoy, en primer lugar porque tengo muchas tareas que atender como Presidente Municipal de Boca del Río y no me gusta perder el tiempo en dar respuesta a infamias: pero también porque pensé que era oportuno dejar que se exhibiera ante el pueblo de Veracruz la miseria moral de quienes han sido encargados de ésta nueva estrategia de agravio a mi persona. Respondo sólo porque no quiero que mi silencio se interprete como culpa, pero no me referiré más a esta calumnia. Esta es mi respuesta: Lo que han iniciado en mi contra no es un procedimiento jurídico, es una persecución política. No quieren hacer justicia, quieren eliminar a un adversario. El “delito” –según Duarte- es que tengo una casa y que la misma vale más de lo que he ganado en toda mi vida. Sin ningún sustento y sólo para impactar a los medios, pone a la casa un valor fantasioso y lo compara contra lo que él dice que han sido mis ingresos, para después afirmar que tener esa propiedad es un ilícito. No me acusan ni de malversar, ni de desviar recursos públicos, me acusan de tener una casa. Su acusación es ridícula y falsa: la casa la construí con mis ingresos, ingresos que tienen un origen lícito. Por eso está a la vista de todos: no acostumbro ocultar nada, ni actuar a la sombra. Cada peso que ha ingresado al patrimonio de mi familia ha sido producto de mi trabajo en el gobierno o en el sector privado. Siempre he pagado puntualmente mis impuestos y como servidor público he presentado mis declaraciones patrimoniales. No he cometido ningún delito, no soy culpable de nada de lo que Duarte ha mandado publicitar toda la semana pasada. Lo que Duarte intencionalmente hace es poner en riesgo a mi familia, a mi esposa, a mis hijos, y también a mí, al difundir que tengo cantidades enormes de dinero, en un escenario en el que los secuestros desgraciadamente se han convertido en parte de la vida diaria y del terror y la sensación de inseguridad de todos los veracruzanos. Nos está poniendo como blanco de la delincuencia con total irresponsabilidad y con base en “datos” falsos. Si algo sucede tendrá que asumir la responsabilidad y las consecuencias. ¿Por qué Duarte echa todo el poder del Estado en mi contra? Sabe que no soy culpable de tomar un solo centavo de los recursos públicos porque siempre han sido aprobadas las cuentas del Ayuntamiento. Lo que sí he hecho, y seguramente es lo que lo ha llevado a proceder en mi contra es: – Defender los intereses de Boca del Río y de los boqueños contra los abusos del Estado; exigir que nos entreguen cientos de millones de pesos que conseguimos con la Federación y que el Estado indebidamente retiene; defender nuestros proyectos como el Foro Boca y el Plan de Reordenamiento Vial; demandar atención a los problemas de seguridad que lastiman cada día más a las familias. – Le preocupa que hayamos logrado para el municipio un avance extraordinario en esta gestión y en la anterior que tuve el honor de presidir, sin deuda, sin aumentar los impuestos y sin corrupción. – Duarte no aprueba que hayamos trabajado con ahínco para que hoy muchas familias de Boca del Río vivan mejor, con un gobierno municipal que apoya más a los más necesitados, que impulsa la educación, la salud, la cultura, el deporte y de manera especial dedica recursos para el combate a la pobreza. – Me agrede porque hemos logrado que se construya más infraestructura urbana que en toda la historia de Boca del Río, con recursos federales y propios, a pesar de los obstáculos que cada día nos pone el Gobierno del Estado. – Duarte quiere eliminarme porque –a diferencia de él y de sus funcionarios- he administrado con honestidad y transparencia los recursos de los boqueños. Esas son las verdaderas causas por las que me quieren borrar de la vida pública y privarme de mi libertad, no el tener una casa. Es mentira que quieran hacer justicia: usan el poder para la venganza política, para tratar de anular a los adversarios, para abrirle paso al PRI y provocar terror entre los opositores. Tienen temor de perder el poder el próximo año. No quiere que llegue un Gobernador de oposición que destape la cloaca, por ello han decidido perseguir a los que no pueden cooptar. Sé a lo que me enfrento, no soy ningún ingenuo. A mí por oponerme a Duarte me quieren quitar del cargo y privarme de la libertad; a otros les ha ido peor: han pagado con la perdida de su libertad o incluso con su vida el escribir contra el régimen de Duarte. Sé que no es un tema de justicia, es simple y llanamente perseguir a los opositores. Sé también que en esto no hay racionalidad, ni objetividad, ni apego a la Ley. Precisamente uno de los grandes problemas de Veracruz es que el Estado de Derecho no existe. Se gobierna por capricho, por coraje, por venganza, por ambición de dinero. No se gobierna con el cerebro, sino con el estómago. La Ley que impera es la que dictan las ocurrencias, no la que aprueban los legisladores. Hoy van contra mí, quieren doblarme, pero que quede claro: No me van a doblegar. Más claro aún: no nos van a doblegar. A mi lado están miles y miles de personas que ven en el gobierno municipal de Boca del Río una esperanza para seguir avanzando hacia mejores niveles de vida. Miles y miles de personas que rechazan la corrupción, el abuso, el desvío de recursos, el condicionamiento de programas que sufrieron en el pasado. Estamos juntos muchos miles de veracruzanos que luchamos para cambiar el rumbo de nuestro Estado, que ya no queremos más violencia, más inseguridad, más corrupción, y más abusos del gobierno. Para lograr ese objetivo vale la pena correr cualquier riesgo, inclusive el de ser objeto de un atentado en contra de mis derechos humanos. Al abuso del poder, a la agresión y a la infamia en contra de mi persona, responderé con dignidad, honor, valentía y con el apoyo de cientos de miles de veracruzanas y veracruzanos que quieren el CAMBIO.
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