“La victoria es del más perseverante.” – Napoleón Bonaparte.
El galimatías político veracruzano quedó impecablemente retratado este martes en Tlacotalpan, hasta donde se dio cita la clase gobernante para acompañar al gobernador Cuitláhuac García Jiménez a presentar su Tercer Informe de Labores al frente de la Administración Estatal.
Mientras el Gobierno del Estado tiró por la casa por la ventana en eso de intentar presentar a un gobernador fuerte, seguro, con grandes logros y avances, en los hechos, el espectáculo se lo robaron, una suspirante al Gobierno de Veracruz y un desquiciado funcionario, que fuera de toda honorabilidad y lealtad política, se encargó de empañar el gran día a su jefe.
Si el refrán popular no señalará aquella máxima de “piensa mal y acertaras”, nos parecería que algunos líderes de opinión habrían estado inducidos para horas previas al informe, intentar purgar el día al mandatario veracruzano.
Pero como esas cosas son inimaginables en la política veracruzana, pues sus participantes saben jugar bajo las más estrictas reglas de la civilidad y el respeto político, duraríamos mucho de que estaba todo montado para intentar robarle el show.
La ausencia notable de toda la clase política nacional, de la regional e inclusive de las y los mismos legisladores federales veracruzanos, que en determinado momento y en otros tiempos habría arropado al mandatario estatal, brillaron por su ausencia.
La inmediata justificación será que, pues tuvieron un encuentro con el presidente de México y Gran Tlatoani del territorio Mesoamericano del Norte, Andrés Manuel López Obrador.
Quien extasiado por la aprobación a pie juntilla y sin quitarle puntos y comas, le aprobaron su Presupuesto de Egresos para el 2022 con el que terminará –señalan los expertos- de desmantelar la economía nacional, la cual sufre ya la salida confirmada de 266 mil millones de pesos de inversión extranjera.
Pero eso, qué importa, si todo marcha como lo ha soñado y deseado el gran prócer de la 4T.
Ahora, lo cierto es que, el plan, si es que en su momento hubo uno, fue borrar del escenario a dos personajes, por un lado, el mismo dignatario estatal, y por el otro, a ese advenedizo y recientemente aparecido diputado presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados Federal, Sergio Gutiérrez Luna, que ahora intenta robarnos el espectáculo.
Lo cierto es que la intención de fondo fue mostrar la cohesión de los tres grupos políticos locales, esos que conforman el mismo Cuitláhuac García, Rocío Nahle y su fiel Sancho Panza –representado por el secretario de Gobierno, Patrocinio Cisneros-, y un Manuel Huerta, -venido a menos, desde que uno de los grupos lo tiene amenazado y apretado de las amígdalas por los escándalos de orden sexual- con la clara determinación de dejar muy claro que esta plaza ya tiene dueños y son precisamente ellos.
Otro que también mostró su lealtad al mandatario estatal y operó para que las y los legisladores locales acudieron a realizar loas y aplausos fue el presidente de la Jucopo del Congreso Local, Juan Javier Gómez Cazarín, quien sigue siendo pieza clave en el proyecto cuitláhuista.
Finalmente, el tema relevante se podría sintetizar en los logros y alcances del tema financiero, en donde su secretario José Luis Lima Franco, también tuvo reconocimiento, así como la seguridad pública y su secretario Hugo Gutiérrez Maldonado de quien señaló ha logrado la disminución de la incidencia delictiva de 27% en la entidad.
De las cifras y los logros, relevante resaltar lo alcanzado en materia de Educación en donde el trabajo realizado ha sido muy discreto y sin la atracción de reflectores de más, el amplio reconocimiento expresado por el propio Gobernador y la muestra fotográfica que le precedió demostró que, en el encargado de la tarea, Zenyanzen Escobar García tiene un gran aliado.
Del combate a la pobreza también habló García Jiménez en donde afirmó que su administración redujo en 2.2% la pobreza extrema, aun cuando su titular, pareciera estar más extraviado que chivo en cristalería.
Así fue este peculiar martes tlacotalpeño, en donde los reflectores debieron ser para el gobernante, no para la suspirante, y la ambulancia que habían apostado en el exterior del Teatro Netzahualcóyotl para llevarse al desquiciado, al que pareció por momentos que preferían embalsarlo cual festividad de la Candelaria.
Al tiempo.
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