El 8 de diciembre del 2012, tres meses antes de su muerte ocurrida oficialmente el 5 de marzo del 2013, el dictador de Venezuela Hugo Chávez apareció en la televisión de ese país para dar a conocer su testamento político donde nombró como su sucesor a Nicolás Maduro.
“Es uno de los líderes jóvenes con mayor capacidad para continuar (si es que yo no pudiera, Dios sabe lo que hace), con su mano firme, su mirada, su corazón de hombre del pueblo; con su don de gente, con su inteligencia; con el reconocimiento internacional que se ha ganado, con su liderazgo, al frente de la República… Debemos garantizar la marcha victoriosa de esta revolución construyendo una democracia nueva que está ordenada por el pueblo; construyendo la vía venezolana al socialismo con amplia participación, con amplias libertades”.
Y desde entonces Maduro no ha soltado el poder.
Nueve años después, el presidente López Obrador que se recupera de un cateterismo, apareció en un video agradeciendo a médicos y enfermeras, agregó que “hemos avanzado bastante” pero le falta por cubrir un tramo hasta septiembre del 2024 “si así lo dispone el Creador”. Tras esto anunció:
“Quiero también decirles que tengo un testamento político. No puedo gobernar un país en un proceso de transformación, no puedo actuar con responsabilidad, además con estos antecedentes del infarto, la hipertensión, mi trabajo que es intenso, sin tener en cuenta la posibilidad de una pérdida de mi vida. ¿Cómo queda el país? Tiene que garantizarse la gobernabilidad. Entonces tengo un testamento para eso…”.
Con sus ligeros matices ambos testamentos son más o menos lo mismo. Pero a excepción del de Hugo Chávez, un testamento político y un cero a la izquierda tienen el mismo valor.
Sobran ejemplos de testamentos principalmente de dictadores dejados al pueblo que tanto los amó, donde plasman órdenes sobre lo que desean para el país después de que ya no estén. Y es lo primero que tiran a la basura sus sucesores.
Apenas mueren empieza una rebatinga endemoniada por el poder que o termina en una guerra fratricida como sucedió en la ex Yugoslavia, o en manifestaciones y protestas callejeras con muertos, heridos, detenidos y desplazados, como en Venezuela.
Andrés Manuel dice que tiene que garantizarse la gobernabilidad por si llegara a faltar, pero eso es innecesario.
El artículo 84 de la Constitución mandata: “En caso de falta absoluta del Presidente de la República, en tanto el Congreso nombra al presidente interino o substituto, lo que deberá ocurrir en un término no mayor a sesenta días, el Secretario de Gobernación asumirá provisionalmente la titularidad del Poder Ejecutivo”.
¿Por qué quiere amarrarse un dedo que no se ha cortado?
Reitero, lo que diga en su testamento, lo que diga, será echado al cajón del olvido por su sucesor así le haya jurado fidelidad y sometimiento eternos.
A título personal lo que deseo es que el presidente López Obrador termine su mandato, pero si ya siente pasos, lo que debería hacer es fortalecer a su partido porque si llega a faltar, se van a despedazar entre ellos y la continuidad de su 4T se hará añicos, lo mismo Morena que como partido, se derrumbará en cuestión de semanas.
Por mucho poder que posea hoy, su testamento político no deja de ser una utopía, como cuando asegura que ya casi no hay corrupción en el país.
Aunque esto más que utopía, es una de sus cínicas mentiras que a fuerza de repetirla sólo él se la cree.
Más de 130 mil maestros reciben vacuna de refuerzo
El viernes anterior y tras una semana en gira de trabajo por el norte y sur de la entidad, el titular de la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV), Zenyazen Escobar García, cerró la supervisión de las sedes en el Gimnasio Omega en Xalapa, donde informó que la cifra preliminar con corte de las 17:00 horas de ese viernes, era de más de 122 mil trabajadoras y trabajadores del sector educativo inmunizados.
Pero ese mismo viernes por la noche, Zenyazen anunció que en la última actualización de datos que recibió al terminar la jornada laboral, fueron más de 130 mil los docentes que acudieron a alguna de las 13 sedes que se instalaron en el estado, a recibir la vacuna de refuerzo contra el virus SARS-CoV-2.