Aperitivo 1: “Anuncio en el periódico: ‘Hombre invisible busca a mujer transparente para hacer cosas nunca vistas’.”
Aperitivo 2: “Ya ancianos vemos al niño que nos hace muecas al mismo tiempo que corre a denunciarnos a su madre con lágrimas que somos muy feos y provocamos miedo”. (Raúl Renán).
¿Cambio de horario o cambio de tiempo? Ahí se verá.
Viéndolo bien, no sé por qué nos complicamos la vida si está hecha de delicias, siempre y cuando le encontremos el lado amable. Claro que muchas veces nos preguntamos, con José Bergamín, “¿por qué no morir solo, como un perro, cuando solo, como un perro, se ha vivido?” En estos Días de Muertos se nos vienen a la mente mil estupideces sobre el tema. Como: “Estamos muertos en vida”, “Vivimos muertos de miedo”, “Si me han de matar mañana…” Recuerdo entonces la excelente obra Pedro Páramo, de Juan Rulfo, donde, ahí sí, viven puros muertos. ¡Qué delicia! Lo bueno es que la muerte no anda en burro; no tiene color ni anda con pendejadas; llega y san se acabó. Vaya, le vale madres que seas del partido político que seas; da igual: nos vamos porque nos vamos; allá los que se quedan, dicen.
Sin ser exigentes con los políticos –algunos se merecen más-, Miguel de Cervantes escribió: “Aun entre los demonios hay unos peores que otros, y entre muchos malos hombres suele haber alguno bueno”. De acuerdo. Ha buscar con lupa; no perdamos la luz de la esperanza… ¡Cooorteee!
Enrique Canales dice aforísticamente que “ha de ser fácil morirse, todos han podido hacerlo”. Bien que lo creo. Pero me “duele el dolor” de la gente que no encuentra a sus desaparecidas (os) en México. Me duele México. ¿Descansamos en paz? Los familiares y amigos padecen el sufrimiento compartido de las ausencias. Eso es terrible. El genial escritor español Camilo José Cela, sarcástico hasta las cachas, escribió que la muerte es dulce, pero su antesala cruel. Y, cierto, siempre son los demás los que se mueren, ¿o no Marcel Duchamp?
Sin entrar más en detalles, ¿a qué actor le dan siempre el pésame? A Johnny DEP (Depp).
Los días y los temas
El cineasta Alejandro González Iñárritu, a propósito de su obra y de su reciente estreno de la película Bardo, en entrevista expresó: “Yo siempre he dicho que no hay nadie más mexicano, que el mexicano que deja al país, te haces más mexicano en el momento en el que dejas al país, ¿por qué?, porque cuando dejas tu país se te acumulan las ausencias. De alguna forma la presencia de tu país se hace mucho más poderosa a través de esa ausencia, de todo lo que añoras. Y la nostalgia y la melancolía es una trampa y el humor es su remedio”. Eso, ausencias.
Luego comentó: “El arte nos permite imaginarnos el mundo que no tenemos porque nuestro mundo no es perfecto, puede ser una mierda, pero el arte nos permite, la poesía, la música, la literatura, nos permite construir ese mundo que necesitamos y ese es el que me interesa a mí”.
¿Entienden Méndez? Pos allá cada quien…
De cinismo y anexas
Para no andar por las ramas, aquí se las dejo por si acaso me muero o si me han de matar mañana.
–¿Sabes que el jefe se ha muerto?
-Sí, pero quisiera saber quién fue el que falleció con él.
-¿Por qué dices que murió otra persona?
-¿No leíste la nota de duelo que puso la empresa en el Diario? “…y con él se fue un gran trabajador”.
***
-Mamá, ¿eres tú? Si eres tú, hazme una señal.
-L-Á-V-A-T-E – L-A-S – M-A-N-O-S – A-N-T-E-S – D-E – T-O-C-A-R – L-A – O-U-I-J-A.
***
-Te está sangrando el padrastro otra vez.
-¡Mamá, tienes que dejar de apuñalar a tus maridos!
Ahí se ven.