*Dice que adversarios le hacen lo que el viento a Juárez
*Desafía al CoVid y ordena concentración en el zócalo
Y MIENTRAS el Presidente Andrés Manuel López Obrador, cegado por la vanidad y arrogancia, sigue convocando el miércoles a una magna concentración en el zócalo de la ciudad de México con motivo de su tercer informe de Gobierno, pese a que el Covid19 sigue presente en el País aunque sus corifeos, como el subsecretario de Salud, Hugo López Gatell minimicen, incluso, la nueva variante Ómicron detectada en Sudáfrica, la que a juicio de la Organización Mundial de la Salud “es preocupantes por su potencial impacto en la trayectoria de la pandemia”, el mundo ve con otros ojos lo que está ocurriendo, incluidos los principales sociales comerciales de la Nación, en este caso Canadá y Estados Unidos, ya que la primera ha detectado los dos primeros casos de Ómicron, la nueva variante del coronavirus en dos viajeros que habían estado recientemente en Nigeria. Es tal la preocupación mundial minimizada por AMLO, que la OMS dice que podría llevar varias semanas saber si hay cambios significativos en la transmisibilidad y la gravedad de los casos con la nueva variante, pero mientras tanto, los ministros de salud de Estados Unidos, Canadá, Alemania, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido se reunieron urgentemente este lunes para discutir la evolución de la situación. La decisión se da tras detectarse casos relacionados con la nueva variante en varios países de Europa, especialmente en Holanda, Italia y Alemania, mientras que en Reino Unido la Agencia Británica de Seguridad Sanitaria (UKHSA) ha confirmado tres casos hasta el momento.
PERO EL científico López Obrador, a quien interesa más tener a sus pies a seguidores más allá de la salud de los mismos, sigue convocando a la innecesaria concentración del miércoles que le alimente el ego, y ante la preocupación que ha causado en el mundo entero la variante Ómicron de CoVid19, descarta, por el momento, cierres de actividades en México, aunque afirmó que el país está preparado para cualquier situación. Para cualquier, algo que ni el mismo cree. En su conferencia matutina en Oaxaca sobre las medidas que se podrían aplicar en México ante esta variante del SARS-CoV-2, el mandatario se limita a destacar los avances de una lenta vacunación, pero aun así fue presuntuoso: “No tenemos ese pronóstico (de cierres de actividades), pensamos que hemos avanzado mucho en la vacunación y que seguimos vacunando y vamos a intensificar todo el programa de vacunación. Estamos preparados para todo, estamos atentos siempre cuidando a la población, porque ese es nuestro trabajo, cuidar a la población”. La insistencia fue tal, que más pausado que en otras ocasiones, como si buscara justificantes a su encuentro con la chairiza, adelantó que será este martes durante el informe El Pulso de la Salud cunado las autoridades sanitarias den información sobre el covid-19 en México y acerca de la variante Ómicron, para luego agregar que se lleva a cabo un seguimiento sobre Ómicron y que, al momento, no hay ningún riesgo en el país, de acuerdo con los informes que se le han presentado.
LO CURIOSO es que el mundo tiembla ante la variante, y AMLO se limita a lo de siempre, las salidas engañosas: “Estamos llevando a cabo un seguimiento, que no hay elementos para preocuparnos, no hay motivos de riesgo de acuerdo con los reportes que me han entregado los especialistas (¿López Gatell y el grupo de paleros?). Y acto seguido se fue contra los medios de comunicación que le son adversos y un estorbo a sus afanes autoritarios y autócratas: “Como siempre articulistas haciendo hasta recomendaciones con bastante difusión en los medios que no deben espantarnos, porque hay incertidumbre e información no confirmada, sólida sobre si esta variante es más peligrosa que las otras”. Pero de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la variante Ómicron ha puesto en alerta a varias naciones del mundo, mismas que han restringido vuelos desde África, región donde fue detectada por primera vez.
PARA EL Presidente López Obrador es más importante demostrarse que sigue siendo un líder que aglutina, que concentra masas, lejos de su versión de que es obligación del Gobierno cuidar la salud de los mexicanos, porque si eso fuera, evitaría que sus seguidores se amasaran en el zócalo capitalino con los riesgos que ello implica, pues las muertes y contagios, sobre todo en la capital del País continúan a diario. Por ello descartó que ante la nueva variante Ómicron haya cierres de actividades, y como parte de ello sigue convocando a sus seguidores a reunirse en torno a su persona, a aplaudirlo a rabiar, a llenarse con su presencia aunque las consecuencias puedan ser dramáticas tras ese evento que no tiene otro objetivo que cultivar la vanidad presidencial para seguir repitiendo, como lo hizo este lunes en Oaxaca, que sus adversarios “nos han hecho lo que el viento a Juárez”, frase que manifiesta un sentimiento de fortaleza o invulnerabilidad ante los enemigos o las adversidades, pero que, igualmente es vulgar y aprobiosa.
ES BUENO saber que en su libro “Un indio zapoteco llamado Benito Juárez”, Fernando Benítez (autor del Rey Viejo y La Ruta de Hernán Cortés entre muchas, muchísimas novelas y ensayos publicados), recoge una leyenda -de esas que abundan en los libros de historia de México y que al Presidente López Obrador le fascinan-, la cual señala que cuando era niño, don Benito Juárez solía ir a cazar animales pequeños acompañado por otros niños, pero en una ocasión se embarcaron en una pequeña canoa y fueron sorprendidos por un ventarrón: los niños, asustados, abandonaron la embarcación y nadaron a la orilla, sólo Benito se quedó en ella y aguantó hasta que terminó el ventarrón. Según Benítez, en los siguientes días nació la frase en el pueblo de Guelatao: Lo que el viento le hizo a Juárez, y aunque es muy difícil precisar si es realmente el origen de la frase en torno al llamado Benemérito de las Américas, aun cuando hay muchas otras respuestas, las cuales van de lo sorprendente a lo verdaderamente chusco como, por ejemplo, algunas versiones hablan, no de Juárez en persona, sino de un cuadro donde aparecía él portando una bandera que ondea violentamente por el viento, mientras su peinado -el famoso peinado ‘de Benito Juárez’- permanece impasible y en su sitio; ante esa incongruencia, la gente, con la chispa y la picardía que siempre ha distinguido al pueblo mexicano, empezó a decir que tal situación era imposible y de ahí surgió la frase burlona que vincula al prócer con las inclemencias del tiempo. Podríamos pasarnos el tiempo encontrando alusiones, algunas incluso de carácter más prosaico, que acaso es una a la que se refiere AMLO respecto a sus adversarios. “Me hacen l…o que el viento a Juárez. Asi las cosas. OPINA carjesus30@hotmail.com