“La más grande aceptación de la historia, fue el “Fiat” de María, el aceptar ser Madre de Dios.” – Martín Bretón.
En medio del inmundo vaivén de la política nacional y especialmente la veracruzana, que en los últimos tiempos se ha empecinado en mostrar lo más exquisito de lo impresentable, una noticia brinda un rayo de esperanza.
Para quienes son creyentes de la fe cristiana bajo el rito católico romano los motivos de celebración son muchos, pues se encuentran digamos coloquialmente hablando estrenando Arzobispo.
La llegada a Veracruz de Monseñor Jorge Carlos Patrón Wong es el inició de una nueva época en la vida pastoral de la Iglesia Católica distribuida en 13 decanatos, divididos en 92 parroquias.
El poder espiritual de la Iglesia Católica se ve representado en al menos un millón 448 mil 320 veracruzanas y veracruzanos que profesan su credo y que lo confirmaron a través del Censo Nacional de Población que realizará el INEGI en 2019.
Un porcentaje considerable si hablamos de que en la entidad se estima una población cercana a los 8 millones de habitantes.
Pero quizá lo más relevante de la llegada a tierras veracruzanas del que será el Quinto Arzobispo de la Diócesis de Xalapa, es su formación teológica y sacramental, misma que lo tiene considerado dentro de las mentes más preclaras de la curia romana.
Convocado por el Papa Francisco para hacerse cargo de la nada fácil misión de poner en orden a todos los seminarios del mundo, el prelado mexicano, originario de Mérida, Yucatán es por mucho un gran formador de sacerdotes, pieza fundamental para aquellos príncipes de la Iglesia que con el paso de los años alcanzan el capelo cardenalicio y por consecuencia son considerados papables en la sucesión del trabajo pastoral de Pedro.
La llegada de Monseñor Patrón Wong nuevamente a Veracruz, tiene una suerte de acto providencial, pues su calidad humana, lo convierte en el candidato ideal para generar las condiciones de diálogo con las autoridades estatales, que no han mostrado sensibilidad y el respeto debido a tan importante organización religiosa.
Las diferencias de opinión respecto a temas como el matrimonio, la adopción homoparental, la interrupción legal del embarazo, han sido suficientes para generar una gran tensión y diferencias profundas de opinión, que han lastimado hondamente el tejido social.
La evidente e inminente infiltración de corrientes del pensamiento que impulsadas por actores políticos de la Cuarta Transformación han tensado aún más ese telar social indiferente y olvidado por años de políticas fallidas encontrarán en el ex Obispo de Papantla un extraordinario interlocutor.
Por eso la cita mencionada durante su homilía basada en la alegoría del Buen Pastor expresada en la parábola del Evangelio de Juan nos muestra símbolos claramente definidos: La Iglesia de Cristo es el gran rebaño espiritual, al cual todos estamos llamados, para ser conducidos por un solo Pastor que es Cristo. Este rebaño vive la misma vida sobrenatural a través de la Gracia y es alimentado en los pastos de la Palabra de Dios y los Sacramentos.
Sabedores de que con su llegada habrán de venir cosas buenas para la sociedad y para la comunión de su Iglesia, nos mantendremos atentos a su participación pastoral en favor de las y los veracruzanos.
Esperemos que su mensaje tenga buena recepción en quienes se han mantenido sordos al llamado de la misión pastoral de la Iglesia.
Al tiempo.
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