“Si me engañas una vez, tuya es la culpa. Si me engañas dos, la culpa es mía.” – Anaxágoras.
La 4T es verdaderamente un galimatías en la construcción de su visión de estado, así, sin ton ni son, un día están con Juan, y a la mañana se levantan con Pedro.
Quizá por ello, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador habla de sus tan afamadas corcholatas.
Un día todo parecía indicar que sería Claudia Sheinbaum, al otro Marcelo Ebrard y ahora resulta que todo está puesto para que sea Adán Augusto López –su paisano- el próximo encantador de serpientes.
Pero en Veracruz los morenos no cantan mal las rancheras, y eso queda de manifiesto en esa serie de cambios de señal, que al más puro estilo beisbolero envían un día sí y otro también los apóstoles del gran iluminado.
Así cuando todo parece estar puesto para que Rocío Nahle García, secretaría de Energía sea la sucesora de Cuitláhuac García, desde el mismo Palacio Nacional, ponen y enrolan al minatitleco Sergio Gutiérrez Luna, que para esas fintas se pinta solito.
Y esto se lo digo porque, es evidente que el gobernador Cuitláhuac García Jiménez juega también su papel en el proceso de sucesión estatal, y no ha dejado de evidenciar para donde corren sus afectos.
Apenas el viernes, hizo circular una fotografía en donde acompañado de puras mujeres destacadas, presidentas del Poder Judicial y del mismo Congreso del Estado, así como relevantes compañeras de gabinete se le vio solo con un compañero en la persona del presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso, Juan Javier Gómez Cazarín, mandaba un mensaje soterrado sobre su operador estrella.
La no presencia de la Fiscal General, Verónica Hernández Giádans y de su inseparable escudero el aún secretario de Gobierno E. Patrocinio Cisneros Burgos, confirma lo que todos saben, los traga porque no le queda de otra, pero mientras más lejos mejor.
Aprovechando ese galimatías conceptual de la 4T, aprovecho que este domingo 15 de mayo se conmemoró el Día del Maestro, y aprovechó todos los reflectores que le dieron la visita relámpago del presidente el sábado al World Trade Center, para sacar a su verdadero has debajo de la manga para sucederlo.
El único que cuenta con la venía presidencial para moverlo a sus anchas por la entidad.
Así Zenyanzen Escobar García robó cámara para soltura intestinal de algunos, moviéndose por el patio central de Palacio Nacional junto al mismo gobernador Cuitláhuac García.
Tanto que hasta fotografía con el mismo Adán Augusto López deslizó, como recordándole a esas huestes morenistas, la jugada va por aquí mis queridos educandos.
Habremos de esperar, pues con Morena y sus determinaciones ya nada se sabe, lo cierto es que está clase de acciones le pone nuevamente sazón al caldo, pues quien piense que este arroz ya se coció, está muy equivocado.
Sextante.
Ya que en últimas fechas se ha estado señalando la tan cacareada visita del presidente AMLO a Cuba, quisiera solo dejar algunas reflexiones del pensador y filósofo italiano Norberto Bobbio respecto a su visión por “la fascinación al fascismo”.
Bobbio decía: “El fascista habla todo el tiempo de corrupción, lo hizo en la Italia de 1922, en la Alemania de 1933, en el Brasil de 1966, -y yo añadiría en el México de 2018-. Acusa, insulta, agrede como si fuera puro y honesto. Pero el fascista es solo un criminal, un sociópata que persigue una carrera política. En el Poder, no vacila en torturar, violar, robar sus pertenencias, su libertad y sus derechos. Más que corrupción el fascista practica la maldad.”
Si esto le parece similar a lo que hoy vivimos, tómelo y guárdelo en la memoria, que pronto habrá oportunidad de cobrar la factura.
Al tiempo.
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