El verdadero bozal de López Obrador y el recuento de Pejedaños

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Entre lo utópico  y lo verdadero

Por Claudia Guerrero Martínez

04 de noviembre del 2019

 

El verdadero bozal  de López Obrador y el recuento de Pejedaños

 

Es válido, que los medios de comunicación  en México tengan convenios con los Gobiernos Federal, Estatal y Municipal. Y para tener independencia, el sector empresarial es una buena opción. Los políticos y aspirantes a un cargo público en los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, por estrategia, usan a los medios de comunicación para promocionarse y estar vigentes ante la opinión pública. Y esto,  fue aprovechado por 18 largos años, en los que Andrés Manuel López Obrador se posicionó como fuerte crítico del sistema, asegurando que el cambio no se lograría, si se combate de frente contra la corrupción, la presunta mafia del poder y  medios de comunicación, quienes señalaban al llamado Peje, como un peligro para México… Hoy, a  11 meses de gobierno, no podemos perdonar, que López Obrador se guíe por las ocurrencias, violentando la Constitución, los derechos laborales, intentar a toda costa desaparecer las instituciones, que por muchos años se han perfeccionado para aplicar  la ley y democracia, así como imponer una campaña de misantropía, en una actitud social y psicológica de odio general al género humano.

 

Y este término de Misantropía, se aplica perfectamente al Presidente de México… Las características son el manipular sin remordimientos, formando seguidores como soldados que agreden, insultan y demeritan a todo aquel que critica a López Obrador, polarizando el ambiente político, imponiendo hostilidad social, en lugar de unificar a los mexicanos. Y esto se muestra como un malsano sadismo, pues es una venganza que aplica Andrés Manuel López Obrador, a todo aquel que lo criticó o no apoyó su proyecto, observándose un claro resentimiento a una sociedad que lo despreció en algún momento…

 

Si observamos con detenimiento, la misantropía en López Obrador también detecta el  sentirse superior y cree que todo lo que hace es correcto, aún cuando expertos y analistas nacionales e internacionales aseguran que su política interior y exterior  llevará al país a una crisis política, económica y social. Y López, como Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas, no comprende esta distinción y recientes operativos como el de Culiacán, con la fallida detención de Ovidio Guzmán,  prefirió degradar al Ejército, Policía Federal y no asumir su responsabilidad. Los militares están molestos y más, cuando se observan videos grabados por integrantes del Cártel de Sinaloa y en uno de ellos, arrastran por las calles de Culiacán a un soldado del Ejército Mexicano, atado al cuello con una cuerda, hasta asfixiarlo. Y ya muerto, sin piedad y mostrando una actitud de escarmiento, por la osadía de haber planeado la caza de Ovidio Guzmán, le tiran a la cabeza, destrozándola, sin tener ningún remordimiento. Cada tiro, era indignante y más, al humillar al soldado de esa forma, quien sólo cumplía órdenes, mientras sus jefes, escondían sus cabezas en la tierra y abortaban el operativo,  negociando con uno de los Cárteles más sanguinarios, que se tenga recuerdo en México. Y esas vidas perdidas, heroicos soldados, no le importaron a López Obrador…

 

Su estrategia soberbia en las  finanzas públicas de regalar dinero, como programa electoral  disfrazado de ayuda, en realidad es con un fin proselitista,  que no podrá ser sostenible por mucho tiempo…Los recortes a los programas sociales, culturales, académicos y deportivos exitosos,  muchos de ellos están al borde de la extinción, para mantener la entrega de dinero, en presuntas becas del programa “Jóvenes Construyendo el Futuro”, para beneficio de nuevos adultos votantes, pretendiendo integrarlos a su proyecto de continuidad en MORENA, por ser manipulables… Y se olvida de los mexicanos en precarias condiciones,  pues según el CONEVAL, son 53 millones en extrema pobreza, mientras López Obrador regala 30 millones de dólares al Salvador y Guatemala, pretendiendo aportar a Centroamérica 600 millones de dólares. Un recurso, que se puede inyectar a muchas comunidades olvidadas en México, pero no conviene que la gente se  empiece a educar y ya no sea manipulable para el partido en el poder.

 

El béisbol, como afición impuesta por López Obrador, al designar la compra de campos deportivos  “Héctor Espino”, en Hermosillo y “Tomás Oroz Gaytán”, en Ciudad Obregón, los dos en Sonora , como capricho gubernamental,  destinando  mil  057 millones de pesos, proveniente de BANOBRAS, impidiendo que la iniciativa privada lo compre y administre. Ya hemos observado, que muchos activos administrados por el Gobierno Federal, han fomentado claros actos de corrupción y desvío de recursos… Lo interesante es que el béisbol, no es el único deporte en México, pues existen el Boxeo, la Lucha Grecorromana, Ciclismo,  Atletismo, entre otros, como deportes de moda y no se aplican recursos para el aumento de más centros  deportivos, en estados con mayor incidencia delictiva. También el programa de aprender a tocar un instrumento musical, financiado por el Gobierno Federal en entidades federativas, podría ser una opción para sacar a los niños y jóvenes de las calles.

 

No entendemos, por qué López Obrador no respeta y menosprecia las leyes y normas, que rigen nuestra Constitución. Desde su postura de izquierda, tomó pozos petroleros, realizó bloqueos en carreteras y hasta instalar campamentos en la Avenida Reforma, en la Ciudad de México,  perjudicando a miles de ciudadanos… Ahora, al tener ya el poder gubernamental, aplica intimidación  e imposición  en los Poderes Judicial y Legislativo, asegurando que si están en contra del Presidente, son parte de la mafia del poder y no gobiernan para las mayorías, enviando una campaña de desprestigio, para dinamitar la credibilidad de estas instituciones,  insistiendo en culpar a los que se fueron, pero nunca, en contra Enrique Peña Nieto.

 

El saldo de los muertos en  el operativo de captura de Ovidio Guzmán López, en Culiacán, según la SEDENA, fueron 8 víctimas y por parte de la Fiscalía General de Sinaloa, informa ser 13 muertos. Ni en eso se pueden  poner de acuerdo… También son 19 militares heridos y uno de ellos perdió la pierna, por un disparo, con un arma calibre 50, que literalmente le voló la extremidad. No debemos perder de vista, a 11 elementos del Ejército que fueron retenidos por gente del hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, así como informar, que estos grupos delincuenciales habían entrado a la Unidad Habitacional en donde viven familiares de militares, como  estrategia de presión. Líneas arriba, ya hemos advertido de verdaderas crucifixiones en contra de soldados, en videos que indignan, con alto grado de violencia. Es por eso, las manifestaciones de titulares del Ejército Nacional, en una abierta confrontación con el Presidente y una posible sublevación. López Obrador, en su “liturgia” mañanera, un día después de la captura fallida, reporteros lo cuestionaron por las bajas en el operativo y fue el Presidente de México quien, en lugar de lamentar estas muertes, se limitó a no mostrar enojo, descontento, ni consternación por las víctimas. Simplemente, no hizo un homenaje a quienes murieron en el cumplimiento de su deber y tampoco los citó, en una evidente “valemadrismo” al uniforme y sus valores como Heroico Ejército Nacional. Lo único que le importaba, era contener el enorme ridículo y las críticas por su gobierno inoperante, incapaz y que se arrodilló ante el crimen organizado. Entonces, las muertes de militares, fueron en vano…

 

En la misantropía, quienes la sufren miran con desprecio la política vigente y quieren hacer cambios, en un  nuevo proyecto, aunque este no sea viable. Mientras aumenta la crisis social, económica y de inseguridad en México, el Presidente la demerita, culpando a los medios de comunicación de inventar escenarios, trabajar a favor de quienes se fueron y desprestigiar, vía bots y cuentas falsas, en contra de articulistas y Prensa nacional e internacional, que critican a López Obrador y su gobierno irresponsable, ocurrente y sin control, llevando  a México al límite económico-social, pronosticando ser una olla de presión, que puede reventar en cualquier momento… Mientras, López va al béisbol o utiliza distractores, para que el Pueblo tenga pan y circo, con detenciones de exfuncionarios, líderes sindicales y hasta bajarse en la carretera y tomarse un agua de piña o visitar una comunidad indígena…Este domingo, inventó lo de un “Golpe de Estado”, para despresurizar el video en el que su Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, quien semanas antes aseguraba, que los cinco años de gobierno del mexicano-estadounidense Jaime Bonilla Valdez era ilegal.  El pasado  1 de noviembre, en una reunión con el nuevo Gobernador de Baja California y  en la plenitud del “pinche poder”,  ella aseguraba que su periodo “era legal y  va a pervivir”. Ese video fue difundido y el escándalo es interminable, afectando la credibilidad de López Obrador, al evidenciar que su administración no respeta la Ley Electoral, ni Constitución Política, adelantándose el apoyo incondicional, cuando este tema  está siendo estudiado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

 

El pasado 31 de octubre,  durante una atropellada mañanera, que más bien, es un monólogo de buenas intenciones, la confrontación  de López Obrador con la Prensa, bajo los criterios de su Coordinador de Comunicación en Presidencia, Jesús Ramírez Cuevas, quien se ha  convertido en un ignorante de las relaciones públicas y comunicación, así como un inquisidor, que controla este ejército de bots y cuentas falsas para demeritar a periodistas que se atreven a cuestionar al Presidente de México.  Ahora, usan el programa “Pegasus”, que entró nuevamente en servicio, en abril de este año, para vigilar y realizar espionaje en contra de actores políticos de la oposición y hasta de  MORENA, así como monitorear medios de comunicación…

 

En el área de participación ciudadana, López Obrador y su puntual  misantropía, hace consensos a mano alzada, en temas específicos, que requieren apoyo profesional y el Presidente se basa en lo que diga el pueblo, pues al final, hace lo que él decida, como es el caso del Aeropuerto de Texcoco, cancelando y pagando miles de millones de pesos en multas, al rescindir  el contrato e imponer el Aeropuerto de Santa Lucía, en el que las aerolíneas nacionales e internacionales, como Aeroméxico, LATAM Airlines, Copa Airlines y Avianca ya informaron estar en contra y no ser viable, pues sus costos se elevan y se verán afectados miles de usuarios.

 

Al editar la Cartilla Moral de Andrés Manuel López Obrador, ésta fue elaborada en 1952 por Alfonso Reyes,  para luego, en 1992, autorizada durante el Gobierno de Carlos Salinas de Gortari y publicada por la Secretaría de Educación Pública,  con el fin de “Programas Emergentes de Actualización del Maestro y de Reformulación de Contenidos y Materiales Educativos”. El interés de AMLO es  darle una adaptación por José Luis Martínez en el 2018, siendo ésta con tendencia proselitista y cristiana, repartida en todos los estados del país y si había quejas, el Presidente se escuda de ser un documento viejo, que se actualizó,  ante una convulsionada  sociedad mexicana… Es por eso, que las mañaneras se han convertido en un discurso moral, litúrgico y de regaños para todos aquellos que hicieron “cosas malas” como robar en el erario público, matar, defraudar, enriquecerse, vender drogas, traficar y hasta secuestrar al prójimo, con el perdón de abrazos y no balazos.  Y con esto, el iluminado López espera la pacificación del país…. Según el INEGI y el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, las estrategias de López Obrador no han surtido efecto, pues las cifras son alarmantes, en el  aumento de los índices de feminicidios, extorsión, secuestro y asesinatos…

 

Es preocupante, que ante una desgracia, como los quemados por una fuga de gasolina en Hidalgo; México reprobado por parte de calificadoras internacionales; críticas de gobiernos extranjeros; mucha similitud con la política exterior e interior  de los gobiernos de Venezuela, Cuba y Bolivia, hasta los impuestos arancelarios a productos mexicanos, así como amenazas de los Estados Unidos,  para aplicar una  Border Patrol en todo México, para impedir que centroamericanos transiten por el país y llegar a la frontera de EU… No se hizo el muro, pero si,  la Guardia Nacional es  utilizada para cuidar las fronteras estadounidenses… Y luego, Andrés Manuel López Obrador asegura: “No recibimos órdenes de Estados Unidos”, cuando esto es una mentira. La prueba está cuando presuntamente  ejercieron una orden de captura y extradición a Ovidio Guzmán López, en un operativo desplegado por cientos de militares y al final, el compromiso de AMLO  con el Cártel de Sinaloa, lo hizo dar marcha atrás, alegando haber salvado vidas y señalar haber sido un operativo fallido. Esto molestó tanto al Ejército y a sus elementos, quienes sostienen que este Gobierno Federal  está  polarizando al país… Y mientras,  lo que argumenta AMLO es: “Yo tengo otros datos”…

 

La arrogancia de López Obrador es inconmensurable. Asegura ser un gobierno de pacificación nacional, cuando pulveriza con insultos, calumnias y hasta inventa escenarios, en contra de Ministros, Magistrados, políticos de oposición y hasta prensa incómoda al Presidente, quienes se han convertido en un contrapeso para las locuras de Andrés Manuel. No le importa al Presidente humillar en público a quien sea y cuando se siente acorralado, lanza discursos como el hacer “bien las cosas” y es por eso, que sus “enemigos” imaginarios le lanzan dardos envenenados para imponer viejas prácticas de gobiernos pasados… Siempre, echándole la culpa a otros de sus errores…

 

Después de la rueda de prensa, en la que varios colegas fueron atacados por cuentas falsas de su jefe de prensa, Jesús Cuevas, por tener la osadía de cuestionar al Presidente de México, esto se revirtió, cuando los mismos reporteros y periodistas de todo el país  se solidarizaron con estos compañeros, quienes exigen  respuestas, ante un halo de mentiras, inexactitudes, que salen de la boca de López Obrador y su staff de incompetentes…

 

Son 11 años para que Andrés Manuel López Obrador terminara su carrera en la  Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, pues inició del 1973 a 1976,  interrumpiendo sus estudios para ser director del Instituto Nacional Indigenista, de 1977 a 1982, sin tener título universitario, siendo hasta 1984, que regresa a la carrera, realizando la tesis “La Formación del Estado Nacional en México”, para titularse como Licenciado  Ciencias Políticas y Administración Pública. Su promedio final fue el nada elogiable 7.8… Y de ahí, AMLO acepta no tener más estudios, pero presume de sus 10 libros publicados… Todos, al leerlos, no se comprende tanta brillantez en cada página, pero en persona y como Presidente, perdió su elocuencia y sabiduría para los temas políticos, económicos y sociales, limitándose a ser un represor de instituciones sólidas y de medios de comunicación, en una actitud dictatorial… Y ahora, ante incumplidas promesas, López Obrador le pide a los mexicanos, otro año más de gracia,  para cumplir con todo lo prometido en campaña y primer año gubernamental, cuando ya ha demostrado, ser un farsante…

 

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