Durante la pasada campaña electoral municipal, luego de que el senador Manuel Huerta había sido invitado pasar a saludar a una candidata del PT en un municipio de la Huasteca Alta, al retirarse para visitar otro municipio, de pronto lo alcanzó una camioneta en la carretera y le cerró el paso. De inmediato le gritaron que no tuviera temor, que no iban en plan de agredirlo, pero que no se metiera a apoyar a la candidata petista. Sus interceptores se identificaron como de otro partido, pero la acción fue estilo delincuencia organizada.
El columnista supo que durante ese recorrido Manuel se enteró por boca de los huastecos que toda la zona estaba ya muy caliente y la violencia a punto de estallar, pero que la delincuencia organizada contenía a los grupos para que no ocurrieran hechos de sangre ya que por ningún motivo quería que llegara la Guardia Nacional porque su presencia les iba a alterar todo el esquema de “trabajo” que tenían y no querían problemas. En efecto, con algunas excepciones, no se supo que la sangre llegara al río. Hoy la pregunta es qué rompió ese equilibrio que mantenía la delincuencia y que ha desatado una ola de violencia que parece imparable y que ha arrastrado a la propia gobernadora Rocío Nahle y le ha dañado seriamente su imagen.
Como si con el caso de la maestra-taxista Irma Hernández Cruz no hubiera sido suficiente, ahora agosto abrió con otra nota negativa para la imagen de Veracruz y del gobierno morenista nahalista: la muerte de ocho reos y 10 lesionados durante un motín que tuvo lugar la noche del sábado en el penal de Tuxpan y que el domingo dimensionaron medios importantes tanto de la Ciudad de México como del extranjero. La situación está fuera de control y las fuerzas de seguridad están rebasadas por la delincuencia, que habría sido (concretamente el Grupo Sombra o Mafia Veracruzana) la responsable de la masacre en el centro penitenciario.
Nunca antes en la historia del estado un gobierno entrante había enfrentado tantos problemas de violencia con saldos fatales ni se había dañado en forma preocupante la imagen de Veracruz como ahora con la joven administración de Rocío Nahle, quien todavía tiene de dónde agarrarse y cómo, si no quiere que también el control de la entidad se le salga de las manos, y el único medio o camino posible es convocar a la unidad, pero de a deveras, a los veracruzanos, dialogar con todos, buscar soluciones en forma conjunta con todos, ganarse la confianza y la credibilidad, aunque nada de eso se va a lograr si, por ejemplo, se hostiga a la oposición, como sucedió el sábado en Papantla, y si no se respeta la voluntad popular.
Los hechos ocurridos y los errores cometidos han expuesto a la crítica severa a la gobernadora, pero también –eso creo– han confirmado que tiene enemigos que se han aprovechado de ellos y que lo van a seguir haciendo en tanto no se meta orden y no se enderece el rumbo, y lo más preocupante es que al final pagan las consecuencias, aparte de ella, Veracruz y los veracruzanos, de ahí la urgencia de cerrar filas en torno suyo, pero si lo propicia y se deja ayudar.
Meses atrás tuve necesidad de cambiar mi teléfono celular. Cuando busqué qué comprar, el promotor de ventas de una marca me mostró un aparato que tenía dentro de una pecera llena de agua, lo sacó y me mostró las maravillas que se podían hacer con él, lógicamente gracias a los avances que se han alcanzado con la Inteligencia Artificial (IA). Una de ellas fue tomar una foto a un grupo que hacía fila frente a una ventanilla y me dijo que se podía eliminar a la persona que quisiera. Escogió una al azar y, ¡zas!, la borró en un instante. Entonces, igual, puso a otra que estaba en otro grupo y la foto completa parecía auténtica. Desde entonces estoy alerta para no dar por hecho la autenticidad de alguna imagen o audio y trato de corroborarlos.
La fotografía que circuló profusamente en las redes la mañana del sábado, donde presuntamente recibían en Álamo la visita de la gobernadora con una manta de rechazo (“Bienvenida Miserable Rocío Nahle”), para mí, fue trucada, pero por lo que observé, prácticamente todos la dieron por auténtica y se sumaron a las críticas contra ella y hasta le agregaron de su cosecha expresiones de repudio. Sus enemigos que hicieron circular la imagen (a mí no me queda duda que fueron ellos) lograron con creces su cometido. También en las redes vi que algo que se había olvidado: su origen zacatecano, que han revivido para golpearla. No vi que nadie ni nada intentara contener o neutralizar o revertir la campaña (que sin duda de eso se trata) en su contra, pero Nahle debe tener muy claro que tiene enemigos (pueden ser hasta los cuitlahuistas a quienes ha afectado sus intereses y negocios) que la quieren hacer tropezar, en serio.
Ocho muertos y 10 heridos en un motín penitenciario, en una sola noche, es una marca negativa que carga ya y va a cargar por el resto del sexenio el gobierno nahalista, una marca que, desafortunadamente, no es aislada, por más que se diga lo contrario. Veracruz vive una crisis de violencia como no se había dado antes en tan poco tiempo en el inicio de un nuevo gobierno. A la gobernadora ha tenido ya que salir a apuntalarla la presidenta Sheinbaum, como lo hizo López Obrador con Cuitláhuac, lo que no es una buena señal política. Urge unidad, diálogo, entendimiento, acuerdo, suma de voluntades, para conformar un bloque de defensa contra la violencia e inseguridad que nos amenazan, y para no dejar que siga cayendo a pedazos la buena imagen de la que Veracruz gozó por muchos años.
Subsecretario de la SICT recorre obras sin nadie del Gobierno del Estado
Vino al estado el Subsecretario de Infraestructura, Comunicaciones y Obras Públicas, Juan Carlos Fuentes Orrala, a supervisar obras, pero lo hizo solo con los directores generales de Carreteras, Carlos Arceo Castañeda; del Centro SICT Veracruz, Luis Antonio Posada Flores; y
de Caminos y Puentes Federales (CAPUFE), Rubén Arturo Hernández Bermúdez. Llamó la atención que nadie del Gobierno del Estado los acompañó. Lo mismo había ocurrido antes en una visita de trabajo del titular de la SICT, Jesús Antonio Esteva Medina.
Recorrieron el puente atirantado Antonio Dovalí Jaime, también conocido como Coatzacoalcos II, visitaron la zona donde se construirá el puente Coatzacoalcos III, que conectará con la Carretera Transístmica y la zona industrial de Coatzacoalcos y constataron el avance en la construcción del Distribuidor Vial Acceso al Puerto de Veracruz.
Nahle también realizó gira para poner obras en marcha
Por separado, el sábado la gobernadora realizó una gira de trabajo por Santiago Tuxtla, Agua Dulce, Las Choapas y Coatzacoalcos para poner en marcha trabajos para mejorar la infraestructura carretera de Santiago Tuxtla-Isla, entregar apoyos del programa Apoyo a la Palabra, iniciar el arreglo del tramo carretero El Paralelo-Las Choapas e iniciar el arreglo del puente El Mostal y, por la noche, revisar el proyecto del rescate del malecón de Coatzacoalcos.
Pero cada quien por su lado, funcionarios federales y funcionarios estatales. ¿Nuevo estilo Morena?
Con comentario, Máynez censura acoso oficial
Ante la nota de alcalorpolitico.com en las redes sobre el motín en el penal de Tuxpan y el saldo mortal que hubo, el dirigente nacional de Movimiento Ciudadano, Jorge Álvarez Máynez, agregó un comentario: “Ahí debieron estar los antimotines del Gobierno del Estado y no boicoteando nuestro evento en Papantla”.
En lo que sin duda fue otro error político, el sábado alguien del gobierno, que se empeña en dejar mal a la gobernadora Rocío Nahle, ordenó que esperaran la llegada del líder de MC con granaderos, lo que criticó el dirigente estatal Luis Carbonell de la Hoz.
Álvarez Máynez, parte de la dirigencia nacional y de la estatal marcharon en forma pacífica para protestar por lo que consideran un robo del triunfo de su candidato Mariano Romero González en la pasada elección municipal. La marcha estuvo nutrida pese a que con policías municipales y taxistas trataron de impedir el paso hacia el centro de la ciudad de unidades que transportaban a emecistas.