*Piensan que si Cuitláhuac pudo hasta una vaca podría ganar
*Zenyazen, Eric, Nahle, Gutiérrez y hasta Dorheny suspiran
BAJO LA teoría de que si Cuitláhuac García Jiménez pudo, cualquier hijo de vecino podría ser gobernador, o como bien dijera el entonces dirigente perredista Uriel Flores Aguayo, cuando con todo apoyaron al ex rector de la Universidad Veracruzana, Rafael Hernández Villalpando para la alcaldía de Xalapa y, este, al asumir el poder, le dio la espalda al PRD, por lo que el acucioso periodista Gustavo Cadena Mathey cuestionó a Aguayo en torno a la ingratitud de Villalpando, respondiendo el primero que en Xalapa, “hasta con una vaca se habría podido ganar”. Y el caso viene a colación por la calentura que de pronto acomete a los morenistas –la mayoría de bajo nivel académico e intelectual- por querer ser candidato de MoReNa a la Gubernatura en el 2024 (creyendo que con AMLO hasta un jumento puede ganar), posibilidad que los tiene enloquecidos, y ahora todos quieren anotarse por si es chicle y pega, conscientes de que, tal vez no lleguen sus fechas a la luna, pero acaso alguna le pegará a la postulación para el Senado, una diputación Federal o, incluso, una local, pues lo importante, como bien decía el afamado “Tlacuache”, César Garizurieta: es un error vivir fuera del presupuesto. Ya en Septiembre del 2015, un grupo de ciudadanos lanzó la candidatura del “Burro Chon” como aspirante a la alcaldía de Ciudad Juárez, bajo el argumento de que “es mejor un burro como presidente, que un presidente burro”. A través de las redes sociales fue postulado el “Borrico” como aspirante a Presidente Municipal de Ciudad Juárez, llamando a los ciudadanos a votar por dicho animal el 7 de Julio de aquel año. Bajo el lema: “en las redes sociales la contienda ya inició. El Burro Chon viene de menos a más”, el creador anónimo del blog se burlaba así de los candidatos a alcaldes de Juárez abanderados por los partidos políticos grandes. Y es que los juarenses arrastraban desde 1982 una crisis devastadora en lo económico y social, pero sobre todo en materia de inseguridad, sobre todo por las desapariciones y asesinados de decenas de mujeres. Por todo ello, y bajo ese contexto, en una asamblea popular decidieron lanzar como candidato a un burro al que llamaron “Chon”. Muchos creyeron que era sólo una burla, pero realmente contenía un sentido político, como una alternativa de organización ante un régimen autoritario.
PUES BIEN, en Veracruz la fiebre por ser abanderado (a) de MoReNa a la Gubernatura ha despertado lo más insaciables apetitos, pues confían en que la fuerza de Andrés Manuel López Obrador, que aún conserva, los lleve a la primera magistratura del Estado, como ocurrió en el 2018 con Cuitláhuac García Jiménez que, en realidad, llegó a la titularidad del Poder Ejecutivo Estatal gracias a que el PRI decidió ir solo y no en alianza con el PAN y el PRD, ya que de otra forma, García Jiménez habría perdido. Y es que, como bien se recuerda, “Juntos haremos historia” con el hijo de Atanasio a la cabeza obtuvo 1 millón 667 mil 239 sufragios, esto es, el 44.0262 por ciento del total de votantes, mientras que Miguel Ángel Yunes Márquez, abanderado por “Veracruz al Frente” (PAN-PRD-MC) lograron 1 millón 453 mil 938 votos, o lo que es lo mismo, el 38.3937 por ciento de sufragios, mientras que el PRI “Por un Veracruz Mejor” con José Francisco Yunes Zorrilla obtuvo 528 mil 663 sufragios o el 13.9602 por ciento de votos. Si en aquella ocasión los cuatro partidos PAN, PRI, PRD y Movimiento Ciudadano hubiesen salido juntos, la suma de votos obtenida habría sido de 1 millón 982 mil 601, lo que habrían superado al 1 millón 667 mil 239 que logro García Jiménez por 315 mil 362 sufragios. Y si bien López Obrador sumó votos al actual gobernante, estos habrían sido insuficientes de haberse sumado el PRI al frente de los partidos que abanderaban a Yunes Márquez, pero no ocurrió y ahí están las consecuencias.
PEERO LOS Morenistas, para quienes las matemáticas no tienen la menor importancia, consideran que antes de que López Obrador se retire, aprovecharán su arrastre y de esa manera podrían treparse al poder, y por ello más de tres acelerados han levantado la mano y lea usted: hasta la secretaria de trabajo, Dorheny García Cayetano, de quien se dice, es familiar del Gobernador García Jiménez en primer grado, ya levantó la mano, en lo que parece ser un acto de incongruencia, aunque no debería sorprendernos si consideramos que en la Cuarta Transformación se gobierna con incoherencias y desatinos. Otros que se anotan son; Rocío Nahle García, la zacatecana secretaria de Energía que triplicó el costo de la refinería Olmeca en Dos Bocas, Paraíso, Tabasco sin que a la fecha produzca nada pese a las múltiples promesas y artimañas. Uno más es Zenyazen Roberto Escobar García, secretario de Educación de Veracruz, al que un día sí, y el otro también le toman las instalaciones de la SEV por indolencia en el ejercicio de la responsabilidad que le confirieron como, falta de maestros y escuelas en mal estado; el secretario de Gobierno, Eric Patrocinio Cisneros Burgos que tiene atiborrada la Entidad de espectaculares y pintas, además de enfrentar una acusación por violencia política de género, además del superdelegado de programas Federales, Manuel Huerta Ladrón de Guevara que está dispuesto a todo, y que amenaza seguir los pasos de Marcelo Ebrard Casaubón, aunque habría que ver qué partido o partidos lo abanderan, aunque no faltara Movimiento Ciudadano dispuesto a cachar lo que le caiga con tal de dañar al Frente Amplio por México, que no a MoReNa, a la que Dante Alfonso Delgado Rannauro servirá de esquirol. Lo que llama la atención de Zenyazen Escobar, es que hasta hace unos días indicaba que apoyaría a Rocío Nahle, y de pronto ya se siente candidateable a gobernante, cuando en realidad lo que quiere es ser candidato al Senado, aunque sería un caso insólito digno de un libro cuyo título sería: “De stripper a Gobernador. Todo con el poder de su cuerpo”.
PERO EL caso de Zenyazen es peculiar, porque en pocas palabras argumenta que “si no es chana es Juana”. Y es que hace unos días había manifestado su respaldo a la secretaria de Energía, Rocío Nahle García, pero al abrirse la convocatoria que le permite inscribirse sin necesidad de renunciar, asume que sí participará en el proceso interno de Morena para competir por la candidatura a la gubernatura, modificando su postura a través de sus redes sociales: “Me entusiasma anunciar que me inscribiré a la encuesta de mi partido, @morena_veracruz, por la gubernatura del Estado (pero) si la paridad de género no me lo permite, me postularé a la Senaduría para continuar buscando en 2024 mejores condiciones para las y los veracruzanos”. Es decir, Zenyazen va por un hueso, sea cual este fuere, pero seguir viendo del presupuesto. En pocas palabras, se trataría del clásico ejemplo del chambismo, y acaso tiene razón ya que volver a los escenarios de los table dance, a estar alturas, cuando ya le adorna la curva de la felicidad en su abultado vientre y algunas arribas en el rostro, debe ser desastroso. OPINA carjesus30@hotmail.com