En su columna del lunes, el periodista Filiberto Vargas se pregunta si el amparo concedido al ex Fiscal Anticorrupción, Marcos Even Torres Zamudio, sería parte de los acuerdos del clan Yunes Linares-Márquez con Morena.
“Marcos Even Torres es un abogado muy cercano a la familia Yunes (la de El Estero). Fue además mentor de Jorge Winckler Ortiz, fiscal general del estado en el bienio de Miguel Ángel Yunes Linares. A la llegada de Cuitláhuac García al gobierno estatal se inició una cacería contra las figuras más prominentes en materia de procuración de justicia. Además de Jorge Winckler y Marcos Even Torres, se tramitó una orden de aprehensión contra Luis Eduardo Coronel Gamboa” dice Filiberto.
Y de esas cosas que pensé: “Si es así qué bien vendieron su traición estos señores, aunque debieron incluir a Jorge Winckler en el acuerdo”.
Y sopas.
Este miércoles se dio a conocer que el ex fiscal obtuvo un amparo que en breve lo puede poner en libertad.
¿Fue por intervención de los Yunes?
Es casi seguro que sí.
Pero puede que todo se deba a la manifiesta incapacidad de la fiscal Verónica Hernández Giadáns para elaborar carpetas de investigación lo que estaría por poner en libertad a los dos exfuncionarios.
A la señora le están tronando cohetes por todos lados ya que han estado saliendo en libertad personas que envió a prisión por órdenes de Cuitláhuac García y Eric Cisneros.
Quizá no le hayan preocupado mayormente las liberaciones del exsecretario de Gobierno Rogelio Franco Castán o de los ex alcaldes de Tierra Blanca y Tihuatlán, Tito Delfín y Gregorio Gómez.
Pero Jorge Winckler y Marcos Even son otro rollo y ella lo sabe muy bien.
Jorge es un sobresaliente litigante (por algo fue abogado de la familia Yunes Linares-Márquez), que quizá salga con deseos de venganza porque sabe que, aunque no es ninguna perita en dulce, ha perdido dos años y cinco meses de su vida en una cárcel por acusaciones falsas.
De ser así tres deben ser sus obsesiones: Cuitláhuac García, Eric Cisneros y Verónica Hernández. Así que aguas.
Por otra parte, si en efecto los Yunes están detrás de su inminente liberación y la de Marcos Even, es sustantivo reiterar que vendieron muy bien su traición. Pero todo tiene un límite.
Soy de los que piensan que en Morena los dejarán a un lado a la hora de escoger candidatos a las alcaldías de Veracruz y Boca del Río y apoyarán a los suyos, a los de casa. Es decir, a morenos puros.
Y así me lo hizo ver un militante jarocho: “Los Yunes han vendido a precio de oro el voto de Miguel Ángel hijo a favor de la reforma judicial y mi partido les ha cumplido todo. Pero una traición no vale dos ayuntamientos y menos Veracruz y Boca del Río que pensamos ganarlos, pero con nuestros candidatos”.
Si en Morena cometen la burrada de dejar que los Yunes de El Estero sigan mangoneando en esos dos municipios, lo lamentarán por siempre. Pronto sentirán lo que sintieron más de la mitad de los mexicanos cuando Miguel Ángel Yunes Márquez votó a favor de la reforma judicial.
Así que ni se extrañen ni se llamen sorprendidos si el padre del clan se engulle esas dos ciudades y no les deja nada.
Y es que no falla: quien traiciona una vez traiciona siempre.