México es un país que dentro de su administración pública cuenta con excelentes financieros que han dado viabilidad a los objetivos que cada año fiscal se proyectan; requisito indispensable es contar con los recursos.
Todo proyecto público a realizar se origina precisamente en este mes, cuando se confeccionan los presupuestos, septiembre es el mes de su integración, requisito indispensable es estimar los ingresos en base a los gastos a realizar; ¡una de las máximas en esto entorno es!: los ingresos se estiman y los gastos se realizan, siendo los rubros de sueldos, materiales y generales, donde generalmente no hay margen de operación.
Los ingresos están comprendidos en una ley anual, es ley porque es obligatorio para todos, no obstantes están sujetos a estos se den; la dependencia del entorno y de las condiciones económicas que prevalezcan los hacen posibles; la vía para el gobierno son ingresos y consumo, representado por ISR, IVA; otro ingreso son los servicios que este presta, así como lo que vende; el más representativo es el petróleo y sus derivados.
Si bien tienen grado de certeza, los entornos económicos y políticos posibilitan que se den o no, sin ir más lejos en los años 2019 y 2020 estos no ocurrieron, esto afectó a todas las haciendas públicas, están supeditadas a la federal como el caso de las subnacionales, la afectación es importante.
Derivados de las fluctuaciones de los ingresos públicos siempre a la baja, funcionarios de la secretaria de hacienda y de las entidades federales acordaron integrar un mecanismo que hiciera terso el cumplimiento presupuestal.
Con fecha 29 de abril de 2006 el gobierno federal como fideicomitente y el banco de Obras y servicios como fiduciario integraron el fideicomiso público de inversión y administración no. 2113 donde se creó el Fondo de Estabilización de los Ingresos de les Entidades Federativas, con un patrimonio inicial de 250 millones de pesos.
Su propósito es compensar la disminución de la recaudación federal participable RFP relacionada con la ley de Ingresos, su aplicación es para cumplir con lo señalado en los presupuestos anuales.
El espíritu con el cual se creó el FEIEF, fue para compensar la distribución de los faltantes, sus recursos subsanan los déficits de las haciendas subnacionales; estatal y municipal.
Como cite; comportamiento de la recaudación es congruente con el comportamiento de la encomia, citando que en 2019 fue un 2.8 por ciento menor a la programada, en 2020 llego a ser del 8.8 por ciento menos, en el 2021 fue técnicamente igual; razón porque el FEIEF apoyo en estos años deficitarios.
El fondo ha tenido variaciones en los cierres de año, la actual administración lo recibió en el año 2018 con 88.7 mil millones de pesos a partir de ese año vino disminuyendo hasta el año 2022 que mantenía depósitos por 22.3 mil millones de pesos; es decir en los años de esta administración se han tomado 67 mil cuatrocientos millones de pesos; cifra que para este año es insuficiente para atender las minusvalías de la recaudación.
El fondo se nutre y opera de acuerdo a lo que señalan los arts. 19,21,23, y 87 de la ley de presupuesto y responsabilidad hacendaria LFPRH, así como del art 12 del reglamento de la propia ley; tiene cinco vías de fondeo.
1.- Las transferencias del Fondo Mexicano del Petróleo;
2.- Del 25 por ciento del excedente en un año regular; es decir cuando recaudamos más;
3.-De los recursos que provengan de instrumentos de coberturas financieras.
4.- Rendimientos financieros de sus inversiones.
5.- Cualquier otra fuente de ingresos.
Este año tuvimos baja recaudación en varios meses del año. Al primer trimestre la baja es del 14.6 por ciento, al mes de julio la diferencia con julio 2022 era de 50.5 mil millones menos según el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados; continúan pues en el año 2023 difícil la recaudación.
Si a eso le sumamos que desde el 2018 el FEIEF acusa debilidad, esta se acrecienta en la crisis de la pandemia en donde prácticamente el fondo se quedó con 21.5 mil millones de pesos un 76 por ciento menos que en 2018 que represento un el 2.6 por ciento de las participaciones programadas en la ley de ingresos de ese año.
Disminuyeron las aportaciones al Fondo derivado de la crisis Fondo del Petróleo, consecuentemente esto hizo que se tomaran medidas para apoyar la función de este instrumento.
La alternativa en el año 2020 fue “bursatilizar los haberes del FEIFE” en una cifra estimada en 80 mil millones de pesos a través de un sistema que las autoridades hacendarias denominaron “POTENCIAR”, este sistema permitió dar viabilidad a las haciendas públicas.
Fondos que también se agotaron, el problema continuo este año con una baja de más del 9 por ciento de la recaudación, este 2023 tuvo que volver a potenciar los fondos, con el acuerdo del gobierno del estado que estableció la adhesión mediante el decreto de días anteriores, siendo curioso que la Comisión respectiva del Congreso nunca aclaro que es “POTENCIAR”.
Así llegamos al mes de agosto y el FEIFE ha sido aplicado dos veces al estado y a los municipios; en el mes de abril anunciaron las autoridades hacendarias de Veracruz, 343 millones se enviaron a los ayuntamientos y citaron que eran de libre disposición excepto salarios (obvio; los sueldos siempre van por delante).
En julio se adhiere el estado a la potencialización el fondo y en agosto se aplica recursos del FEIFE para compensar la baja de participaciones por más de 500 millones de pesos, cifra insuficiente la minusvalía de estos fondos es mayor.
Sin embargo, estas bajas de ingresos son financiados vía préstamos con garantía de los fondos del FEIEF, los municipios solo pagan los gastos menores; ¿pero es Bueno o Malo esta medida?; el gobierno federal tomo los dineros de los fideicomisos creados por administraciones anteriores, aquí el que toma la deuda es el fideicomiso.
“Así las cosas diría un buen amigo”.
JFA.15.09.23. sinergiaenpromocion.com.
