“Haz que las buenas acciones se hagan costumbre en tu vida.” – Rafael Escandón.
Más de dos están que revientan y no de contento tras los resultados electorales de este fin de semana en el país, pues resulta que el veracruzano Juan Javier Gómez Cazarín, volvió hacerla en grande.
Y es que el de Hueyapan de Ocampo, operó con todo, en dos entidades que le encomendaron atender, Tamaulipas, la plaza más difícil y complicada, pues en la misma acción de incursión interestatal se estaba jugando la vida, y la otra en Oaxaca, donde la alianza soterrada del gobernador Alejandro Murat fue de mucha ayuda para la victoria guinda.
Así, según el mismo Instituto Nacional Electoral (INE), y sus conteos rápidos de votación, el resultado en Tamaulipas se decantó para la fórmula de Américo Villareal con una intención de voto de entre el 49.5% y 52.7% superando con suficiencia a dudas al opositor aliancista Cesar Augusto Verastegui Ostos, quien alcanzó solamente una intención de voto que fluctuó entre 41.7% y el 44.8%.
En la realidad es evidente que la incursión de Cazarín en el vecino estado generó una fuerte simpatía hacía el presunto nuevo gobernador electo, y es que hasta la zona, el talento que a ras de tierra le caracteriza se hizo patente, llevando inclusive el mismo Nelson Kanzela para apoyar al candidato.
Atrás evidentemente quedaron las amenazas y presuntos señalamientos en contra del operador político veracruzano, que alarmaron a más de tres o cuatro en Veracruz y en el mismo Palacio Nacional.
A pesar de ello, Juan Javier no tuvo temores a asumir su chamba e intervenir cuantas veces fue necesario en el vecino estado, a sabiendas que en dichas incursiones se estaban jugando la vida.
Y es que recordemos lo ocurrido aquel 28 de junio de 2010, cuando en aquella entidad era asesinado el entonces candidato a gobernador de la alianza “Todos Tamaulipas”, Rodolfo Torre Cantú, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que a la postre hizo mandatario a Eginio Torre, su hermano.
De igual modo, su incursión en Oaxaca apoyando a su candidato Salomón Jara, terminó por confirmar el talento y capacidad de convencimiento para hacer que los operadores de Morena, caminaran la milla a ras de tierra convenciendo al electorado que ya venía bastante bien motivado con la ayuda que el gobernador priista Alejandro Murat les dio.
En los hechos los resultados operacionales de Cazarín en los últimos procesos electorales lo convierten en un activo vital de Morena para el proceso electoral del 2024.
Con el triunfo de Morena en Tamaulipas y Oaxaca, Gómez Cazarín lleva mano para posiblemente alcanzar un escaño senatorial en la próxima contienda electoral, cosa que enerva algunos que se sentían ya muy seguros de tener ese espacio.
Los resultados ofrecidos le vuelven a dar derecho de picaporte en Palacio Nacional, en donde el mismo presidente Andrés Manuel López Obrador lo considera y reconoce bien para su proyecto transexenal.
¿De qué murieron los quemados, dicen que se escucha en el Congreso de Veracruz preguntar a Cazarín?
Al tiempo.
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