GOBERNADOR INDIFERENTE AL SENTIR CIUDADANO, TERMINA TRISTEMENTE SU MANDATO
Por Francisco Berlín Valenzuela
El día 13 de Febrero de 2021, cuando ya habían transcurrido poco más de dos años y dos meses, observando el rumbo que había impreso a su administración el Gobernador del Estado Cuitláhuac García Jiménez, consideré conveniente hacer pública mi opinión, a través de una Carta Abierta, dirigida a él, como una contribución ciudadana, a fin de que reflexionara sobre algunas anomalías que el pueblo consideraba desafortunadas.
Al haber terminado su sexenio el pasado 30 de Noviembre, es oportuno volver a publicar esa carta, que tuvo elogiosos comentarios en las redes, para que el pueblo veracruzano, juzgue si hubo razón en su contenido.
CARTA ABIERTA
A CUITLÁHUAC GARCÍA JIMÉNEZ , GOBERNADOR DE VERACRUZ
De: Francisco Berlín Valenzuela (Ciudadano Veracruzano)
Coatepec, Veracruz, 13 de febrero de 2021
Quisiera comenzar este documento, recordando con usted, que la política es una actividad ejercida por los seres humanos, con el propósito de servir a sus semejantes y ayudarlos a resolver los problemas por los que atraviesan en sus vidas. Su realización se desarrolla como pensamientos y como acciones, dando lugar a las ideas políticas y a los hechos políticos.
Quienes se dedican a estas actividades, necesitan tener conocimientos de la historia de las ideas políticas, para comprender la influencia que han ejercido en los conductores de pueblos, que inspirados en ellas han determinado la orientación que han seguido para gobernarlos. Los pensadores políticos, han sido los forjadores de los sistemas políticos y las formas de gobierno y de estado.
Usted, por azares de la vida, de repente se encontró envuelto en las actividades políticas, favorecido por circunstancias que lo han colocado en el honroso cargo de Gobernador de Veracruz. Han pasado casi 26 meses y el pueblo que gobierna, no parece sentirse satisfecho con las ideas políticas que lo animan, ni con las acciones realizadas.
En estas condiciones debe hacer un acto de reflexiones profundas, con una autocrítica sincera, evaluando lo hecho hasta ahora en el ejercicio de su cargo con el apoyo brindado por sus colaboradores, quienes no han sabido responder tampoco a su confianza, tal vez, por su falta de preparación para el desempeño de los cargos que ocupan, carencia de creatividad y ausencia de espíritu de servicio, lo que hace recordar la frase colocada en el frontispicio de la Universidad de Salamanca “Lo que natura no da, Salamanca no presta”.
Lo anterior se lo comento, porque en muchas partes de nuestro Estado y fuera de sus límites, me apena escuchar tantas críticas y censuras, sobre su persona y la forma en que está ejerciendo el poder en Veracruz, desaprovechando la valiosa oportunidad que la vida le ha otorgado de aprovechar el cargo para tratar de mejorar las condiciones existenciales de la población que generosamente lo llevó al poder mediante su voto.
Veracruz es y ha sido una tierra pródiga en hombres valiosos, que han brillado nacional e internacionalmente en las diversas ramas de sus profesiones, los cuales son un motivo de orgullo para todos los habitantes de la entidad.
A lo largo de su gobierno, usted ha dado la impresión de desconocer el valor de estos veracruzanos, que vive encerrado en una burbuja de cristal esmerilado, rodeado por cortesanos que no dejan que nadie se le acerque, provocándole un distanciamiento social con sus gobernados, que daña su imagen como servidor público de alta investidura.
Urge que salga de esa burbuja, que abra las puertas de sus oficinas y que atraiga a los ciudadanos para establecer un diálogo directo con ellos, pues me consta que muchos se alejaron al ver que sus puertas estaban siempre herméticamente cerradas.
Tal vez, mi formación política al lado del Gobernador Murillo Vidal, me hizo comprender la importancia de que los funcionarios reciban a sus gobernados, pues como él decía al dialogar con las personas, muchas de las cuales vienen de municipios lejanos, aprendía de ellos, de sus necesidades y de sus problemas, permitiéndole conocer directamente el entorno humano y material de sus comunidades.
De él aprendí que a los colaboradores hay que seleccionarlos por su prestigio personal y profesional, tratando con ello de rodearse de buenos elementos, capaces y preparados. Recuerdo que a muchos de sus importantes funcionarios, los designó sin conocerlos personalmente, viendo sólo sus curriculums e informándose con sus amigos.
También, debe ser una lección para muchos funcionarios, lo que pensaba Murillo Vidal, de que los políticos que llegaban al poder, no debían mantener rencores contra sus adversarios, porque eso los llenaba de amargura, de resentimientos y de sentimientos de venganza que mucho les perjudicaba en su estabilidad emocional.
Espero señor Gobernador, que analice usted esta carta, hecha por un ciudadano de buena fe, que ha servido a su Estado y a la nación, con honradez y deseo de ser útil en todos los cargos desempeñados. No me anima al dirigírsela ninguna pretensión laboral, pues sólo aspiro a que rectifique un camino que ha sido recorrido con insuficientes y limitados conocimientos en el arte de gobernar, dañando su prestigio de funcionario veracruzano.
Se que probablemente no merezca de su parte ninguna atención, ni le interese lo que opino sobre su gobierno, pero ojalá le provoque algunas decisiones firmes, que lo lleven a reestructurar su equipo de gobierno y a mejorar su imagen como gobernante, en beneficio de Veracruz.
Comentario actual:
Cómo era de esperarse, esta carta tuvo muchas muestras de solidaridad por parte de numerosos ciudadanos, pero no tuvo ninguna respuesta de parte del destinatario, quien sin corregir el rumbo siguió ejerciendo el poder hasta el final de su mandato, con las deficiencias que se le señalaban, acrecentadas por un número mayor de desaciertos políticos posteriores, que fueron distintivos de su mal gobierno, todo lo cual lo condujo a su penoso final.