En la 4ª Convención Democrática de Movimiento Ciudadano, celebrada el 4 de diciembre en Ciudad de México, Dante Delgado protestó como Coordinador Nacional, sin excepción, los oradores, reconocieron en el Estadista Veracruzano, al líder del proyecto Social Demócrata. Enrique Alfaro, mandatario de Jalisco, ante la audiencia, con voz clara y fuerte, mencionando sus virtudes, también expresaría que era el único jefe, aceptando con gran institucionalidad su liderazgo. El Gobernador Samuel García, se levantó de su asiento, y antes de tomar la palabra, se dirigió directamente a estrechar su mano al momento en que se miraban fijamente a los ojos, en una conexión natural de discípulo a líder, de amigos, de camaradas, en su discurso, no dejaba de agradecer, no se cansaría de hacerlo, lo dijo el mismo, la confianza que había depositado en su persona para competir en Nuevo León. La Senadora Patricia Mercado le llamó “gran coordinador”. La Senadora Verónica Delgadillo se referiría a él como “mi gran maestro”. Clemente Castañeda, reconocería en el recién ungido coordinador nacional, como el político más experimentado del país. Luis Donaldo Colosio Riojas, bajo nutrida y espontanea ovación, se dijo orgulloso de pertenecer a este equipo y crecer de la mano de liderazgos como el de Dante Delgado, en un movimiento que no sacrifica nuestros valores ni nuestras causas.
Un día después, los connotados políticos mexicanos, Porfirio Muñoz Ledo y Dante Delgado, dieron catedra de conocimiento de la política, en un evento que resultó extraordinario ambos han sido dignos de homenaje, el mítico Muñoz Ledo, por su sabiduría aportada a la vida pública del país, recibió, de manos del Senador Veracruzano, la presea Benito Juárez, justo y a tiempo, en vida, lúcido y activo. Al tener ese gesto generoso con el hombre y su historia, Dante se hace acreedor de reconocimiento, no menor distinción, honor a quien honor merece.
Ambos, Porfirio y Dante, tienen tras de sí, historia de congruencia y valor, coincidentes en la causa por la democracia y el bienestar nacional, como lo confirmara en su intervención el ilustre Don Porfirio al señalar que, de alguna u otra manera siempre han encontrado la forma de ponerse de acuerdo para dar esa lucha. En esta ocasión no será distinto, así lo anunciaron, actuaran en la misma dirección, nutriendo las ideas y fortaleciendo la agenda Social Demócrata, organizándose con cuadros jóvenes y brillantes, acompañados de hombres excepcionales de pensamiento y vasta experiencia, para hacer realidad la amalgama perfecta que hará posible un futuro promisorio para todos.
Aunque es importante lo ocurrido, no debemos quedarnos en la emoción y el reconocimiento en los discursos, hay que observar el fondo y entender. Existe una enorme posibilidad de que en México ocurra una alternancia, de que por fin se instaure un gobierno progresista, existe un líder reconocido por propios y extraños, en la figura de Dante Delgado, que ha liderado la verdadera oposición y actuado como un auténtico contrapeso del poder absoluto que se pretende desde palacio, bajo cuya conducción se está gestando el movimiento político más trascendente de la época moderna, para bien y para todos, que será protagonista y contenderá con proyecto y candidato propio por la Presidencia de la República, el esfuerzo iniciado en 1997 por un hombre que siempre tiró a la luna, alcanzará su más grande anhelo en el 2024: Un país democrático y de instituciones sólidas, para recobrar la paz y el progreso al que aspiramos todos.
Esta semana que pasó fue intensa y decisiva, unos siguen perdidos en el festejo y embriagados de poder van acumulando agravios y errores fatales, otros continúan extraviados, sin cambiar y sin saber qué hacer, cargando sobre sus hombres el peso de su pasado ominoso, otros, como hemos dado parte en el presente texto, continúan evolucionando y construyendo patria.
JORGE MARÍN BARRAGAN Orizaba, Ver. A 8 de diciembre de 2021.