La desvergüenza de Érika Ayala; hace profesor de tiempo completo a su hijo de 17 años, sin título, pero exige título y cédula a funcionarios de organismos autónomos
La desvergüenza de Érika Ayala es monumental. En su momento Libertad bajo Palabra comprobó que Alexis Juncal Ayala tenía plaza de profesor de tiempo completo en el COBAEV, a pesar de que el hijo de la diputada Érika Ayala no tenía ni la mayoría de edad, no tenía título universitario. Eso lo comprobamos mostrando la nómina que ahora ya oculta el COBAEV, demostrando que el joven acababa de cumplir sus 18 años, siendo que ya tenía esa plaza. Pues la diputada Ayala, como si tuviera autoridad moral para pedirlo, lanzó una iniciativa para que los titulares de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), de la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas (CEAPP) y del Órgano de Fiscalización Superior (Orfis) del Estado de Veracruz tengan su título y su cédula profesional. La señora diputada argumenta que esto es “con el fin de elevar la calidad del servicio público, mediante su profesionalización, ya que, argumentan, no basta contar con el grado académico correspondiente, sino que también debe poseerse el documento exigido en la ley de la materia para poder ejercer profesionalmente”. Érika Ayala no sabe de calidad en el servicio público, ella que toleró por décadas a centenas de aviadores, de los cuales también dimos nombres. Lo dicho, la desvergüenza de esta señora es del tamaño de su incongruencia.
Érika Ayala los vendió. Entrampan a trabajadores del COBAEV; por pandemia trabajan desde casa y ahora no les pagarán prestación de puntualidad y asistencia
Los trabajadores del COBAEV están muy molestos con las autoridades de esta institución, pero también con la líder del sindicato del COBAEV, Érika Ayala, quien dicen que se vendió al aceptar que se descontara un 60 por ciento a la prestación de puntualidad y asistencia que se paga a los trabajadores de conformidad con la cláusula 137 del Contrato Colectivo de Trabajo. ¿Cuál es la razón? Pues resulta que, por motivo de la pandemia, y ante las instrucciones del gobierno federal y en conformidad con el “acuerdo número 02/03/20 por el que se suspenden las clases en las escuelas de educación preescolar, primaria, secundaria, normal y demás para la formación de maestros de educación básica del Sistema Educativo Nacional” muchos trabajadores se han tenido que quedar en casa, laborando en línea. Otros trabajadores que han asistido a hacer guardias laborales, no pudieron checar pues les quitaron el checador. Con la excusa de que no hubo actividades presenciales, pues sólo les darán el 40 por ciento de la prestación de puntualidad y asistencia, un recurso con lo que los trabajadores contaban en estos momentos de crisis. La líder del Suitcobaev, Érika Ayala, sólo les informó: “Compañeros nos informan que la prestación de estímulo de puntualidad y asistencia será pagado en la primera quincena de septiembre, el cual será proporcional a los meses laborados de forma presencial”. Los trabajadores están muy molestos, pues sienten que Érika Ayala negocio por ellos, sacando una buena tajada.
Mario Raúl Mijares, más gris y más mediocre de lo que se imaginaban. Piensa destituir jefes de departamento en el COLVER para poner a su gente
Otros trabajadores de la educación que también están muy molestos son los del Colegio de Veracruz. Resulta que una vez que se ha puesto en evidencia la mediocridad, exhibicionismo y falta de calidad académica tanto del rector, Mario Raúl Mijares, así como de la coordinadora académica, María del Carmen Celis, en lugar de responder con humildad y concordia, Mario Raúl Mijares empezó a volcar ese resentimiento que venía guardando desde años atrás, cuando era un simple académico de cuarta, a quien ya nadie soportaba. Resulta que los jefes de departamentos del Colegio de Veracruz fueron citados para una reunión con el rector, sin embargo, en realidad la reunión fue con una contadora que de inmediato les pidió la entrega de sus departamentos. Ahí les informaron que su nombramiento como jefes de departamento perdía efecto y que era el nuevo rector quien haría los nuevos nombramientos. Por supuesto, Mario Raúl Mijares pretende colocar a gente de su confianza, y con ello desquitarse de aquellos que siempre lo consideraron un sujeto mediocre y gris, que no tenia lugar en una institución como el Colegio de Veracruz. Lo que demuestra Mario Raúl Mijares con esta maniobra, es que es más mediocre y más gris de lo que todo mundo pensaba.