- Finalmente renunció Roberto Ramos Alor a la secretaría
- Luego que se encontraron 884 mil 822 medicamentos con caducidad
- Entregó diversos contratos por 13 millones de pesos a una empresa
Por Miguel Angel Cristiani Gonzalez
Habría que poner en términos taurinos la renuncia del Secretario de Salud Roberto Ramos Alor, diciendo que no fue una “apasionada entrega” sino más bien una “graciosa huida.”
Lo cierto es que la renuncia, que aunque se dijo que él la presentó por iniciativa propia, no se sabe si la presentó después de que se la pidieron.
La salida de la importante Secretaría de Salud del Estado -tampoco se dijo si renuncia también al cargo de la Secretaría de Salud Federal- se da luego de la polémica que surgió cuando se reveló la existencia de 884 mil 822 medicamentos oncológico almacenados en bodegas de la capital del estado de Veracruz, que están próximos a caducar, aunque hay niños y niñas enfermos de cáncer que no tienen los medicamentos para su atención médica.
La renuncia de Ramos Alor se dio -igual que sucedió con la ex Secretaria de Turismo Xóchitl Arbesú Lago- luego de una reunión con el gobernador del Estado, Cuitláhuac García Jiménez.
Igual que ocurrió con Xóchitl Arbesú Lago, su salida del gabinete estatal fue anunciada por el gobernador en las redes sociales, igual que ahora con Ramos Alor simplemente se comentó que era por motivos de salud, sin dar mayores detalles de transparencia.
“El día de hoy he decidido aceptar la renuncia de nuestro querido amigo y correligionario Dr. Roberto Ramos Alor, a quien agradezco haberse entregado a los grandes principios humanistas del galeno, atender la salud y la vida de los demás, incluso a costa de la propia”, informó.
“Por lo mismo he decidió nombrar como encargado de despacho de la Secretaría de Salud del Estado de Veracruz al Dr. Gerardo Díaz Morales”.
Comentando con trabajadores del sector salud, nos informaron que el nuevo titular Díaz Morales es médico jubilado del IMSS, que fue director de Prestaciones Médicas. Habrá que darle el beneficio de la duda, para ver si ahora sí, se van a atender los problemas del sector salud.
Aunque hay escepticismo al respecto, ya que nos dicen los mismos trabajadores del sector que “todos los secretarios han sido ratas, pero éstos los superaron”.
En particular sobre Ramos Alor pesan señalamientos por asignar contratos mediante adjudicación directa, a una empresa a la que el Presidente Andrés Manuel López Obrador pidió investigar por presuntos actos de corrupción. A la empresa Sincronía Médica Aplicada S.A. de C.V. entregó diversos contratos por 13 millones de pesos.
El Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) emitió el 11 de mayo pasado un comunicado en el que notificó que, en el almacén central de abasto de Xalapa, capital del estado, se encontraron 884 mil 822 piezas de medicamentos con caducidad menor a nueve meses.
Al respecto, señaló que realizaría gestiones para revisar la caducidad de cada uno de los fármacos hallados para implementar ajustes para aprovecharlos, ya que son de alto costo.
Esto provocó reproches de distintos actores. La senadora Yunista, Indira Rosales San Román del PAN, solicitó a la Comisión Nacional de Derechos Humanos que por este caso, se inicie una queja de oficio.
Así las cosas, antes de que llegue una nueva recomendación de la CNDH -porque la local no figura para nada- se decidió que lo mejor era emprender la graciosa huida.
Luego del cambio del secretario de Salud, la pregunta que queda flotando en el aire, según Pancho López el filósofo ateniense xalapeño es ¿quién o quienes serán los siguientes funcionarios del gabinete que deberán de renunciar “por motivos de salud”?
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