Cartas a la redacción:
Resulta y resalta, estimado lector, que los tentáculos de la corrupción no conocen límites ni rubores.¿El protagonista? René Augusto Sosa, exsecretario General del Congreso del Estado de Campeche hasta noviembre de 2023. ¿Y cómo llegó ahí? Fácil: Por dedazo de Alejandro Gómez Cazarín, hermano del todopoderoso Juan Javier Gómez Cazarín. Porque en este país, el mérito es hereditario.
Pero la historia se pone buena cuando entra su madre al escenario: María del Carmen de los Remedios Enríquez Lomelí, flamante directora de Finanzas del Congreso desde octubre de 2021, cobrando unos discretos $50,000 mensuales.
¿Su tarea principal? Adjudicar contratos y licitaciones como quien reparte fichas en una carnicería.
Y claro, cuando la gobernadora Layda Sansores —esa sí, defensora de la 4T con pantalones— olió el tufo a saqueo, los mandó a volar…
Pero no se preocupen por ellos cayeron de pie.
Pues resulta que ella, felizmente manipulada por Alfredo Corona, ha permitido que esta “familia ejemplar” se acomode en el Poder Judicial como si fuera su hacienda personal. Porque donde hay un contrato, hay una mordida.
¿Licitaciones? Todas pasan por las manos santas del consejero José Alfredo Corona Lizárraga. Pregunten cómo mueven todo en efectivo o cómo adquirieron un software para registrar credenciales en las pasadas elecciones, obligando a los empleados de confianza a subir “promovidos” y estructura.
Luego, les mandaron ubicación de casillas y mensajes de texto sobre cómo votar.
¿Se enterarán estos servidores públicos que cometieron más de un delito y no solo electoral?
Y como si no fuera suficiente, a René Sosa ya le prometieron una magistratura en el Poder Judicial de Veracruz, mientras que el ambicioso Corona —sí, el protegido de “El Carón”— quiere quedarse con el órgano de administración… Donde está el verdadero “biyuyo”.
Todo, por supuesto, con el beneplácito de la siempre creativa Lisbeth Aurelia, quien ahora perdió porque sus “operadores panistas” solo la engañaron, pero adivinen quién sí ganó? Claro!! El protegido del Chícharo, el nuevo magistrado Ordóñez.
¿Quieren saber otras traiciones ?
Aquí viene lo bueno. Y apenas estamos calentando. Ya en Palacio lo tienen claro.
