Trasciende la renuncia de la secretaria Académica de la UV
No cuenta con el grado de doctor que dice tener
Estudiantes exigen al rector que ya ponga orden en casos de acoso
Por Miguel Ángel Cristiani González
El conflicto generado en la Unidad de Humanidades de Xalapa de la Universidad Veracruzana en donde los estudiantes tuvieron que salir a marchar hasta la rectoría, para protestar por los constantes casos de acoso y hasta presunta protección de autoridades.
El detonante del movimiento generado desde la Unidad Interdisciplinaria de Humanidades, derivado del hecho de violencia por parte de Daniel “N” una persona de nacionalidad Colombia, quien introdujo un arma blanca para cortar un Tendedero donde era exhibido por acoso, para luego amenazar a los compañeros presentes.
Pero esa fue la gota que derramó el vaso, porque no es el primer caso que acoso y violencia que se registra no tan solo en Humanidades, sino también en otras escuelas, facultades y centros universitarios, por lo que a la marcha -que registró cerca de dos mil jóvenes- se les unieron alumnos de otras dependencias, no solo de Xalapa sino también del puerto de Veracruz.
Es decir que por un conflicto que no fue atendido en su oportunidad, podía seguir creciendo en su magnitud hasta otras regiones del estado en donde también los estudiantes sufren de acoso y violencia, sin que pase nada, a pesar de que existen las denuncias correspondientes.
Los estudiantes universitarios durante la marcha gritaron varias consignas “Estudiantes presentes, directivos ausentes” “Lucha y protesta, exigimos la respuesta”, “El silencio también es parte del problema, “UV, me dueles, a mí no me proteges”, “UV, cuna de acosadores”, “no más acoso, no más violencia”, “la UV no nos protege pero sí nos calla”.
Por lo anterior es que salieron a marcha hasta la torre de Rectoría y le exigieron al rector de la UV, Martín Aguilar Sánchez, ponga orden de inmediato.
Y todavía no se acaba de dar solución y resolver el problema, cuando en las redes sociales -benditas redes sociales- se informa de la posible renuncia de la secretaria Académica de la Universidad Veracruzana, Elena Rustrián Portilla, sin que la Dirección de Comunicación Social haya emitido ningún boletín al respecto.
En consecuencia, cuando no hay información y respuesta oportuna, se crea un vacío que tiene que ser llenado por “otros datos”.
No se ha podido confirmar hasta el momento de redactar esta columna, si la renuncia es verídica.
Tampoco si la separación del segundo cargo más importante dentro de la administración universitaria después del de Rector tenga relación con la marcha estudiantil de Humanidades de este jueves.
También es posible que la renuncia se haya dado, para evitar un nuevo escándalo, ya que aunque en la página oficial de la UV se dice que Elena Rustrián Portilla tiene el grado de doctora, en la página del Registro Nacional de Profesionistas solamente aparece con el grado de maestría con los siguientes datos:
Número de Cédula: 8456252
Nombre: Elena Rustrián Portilla
Profesión: Maestría en Ciencias Biotecnología de Fermentaciones
Año de expedición: 2014
Y el grado de maestría es del Instituto Tecnológico De Veracruz (I.T.R.)
En los medios universitarios se había comentado que incluso se estaba preparando una revalidación de estudios, para poderle otorgar el grado de doctora, que al parecer no tiene.
Este hecho es cuestionado por los académicos y personal de los centros de investigación de la Universidad Veracruzana, ha quienes se les exige que cuenten con grados de maestría o doctorado en su especialidad para poder tener el cargo, lo cual al parecer, no esta cumpliendo la Secretaria Académica.
Ahora que se va a conocer el hecho de que la secretaria Académica de la UV no cuenta con el grado académico de doctorado como se asegura, sería conveniente que alguna instancia -que no fuera la contraloría propuesta por el Rector- revisara los documentos que avalan que los funcionarios de primer nivel y hasta direcciones generales, cuentan efectivamente con los documentos que avalan su preparación.
Porque luego hay quienes tienen aprobadas una lista de materias y pretenden que se les revaliden como si fueran un título o grado de doctorado.
Pero esa, diría la nana Goya, es otra historia.
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