Los medios nacionales atacan con todo al gris gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez. Y sus peores defectos son la venganza, el resentimiento y la falta de inteligencia política. Lo llaman torpe por provocar serios problemas al presidente López Obrador y hasta valoran la factibilidad de la “Desaparición de poderes en Veracruz”. Y el expayaso del PRD “El Cuícaras”, hoy gobernador del estado, usa su poder para cumplir revanchismos políticos, bajo la asesoría de otro resentido social, Eric Cisneros Burgos.
Opiniones de columnistas nacionales aseguran que la detención de José Manuel del Río Virgen por órdenes de Cuitláhuac García, ha sido una venganza personal del gobernador de Veracruz en contra del líder del Senado, Ricardo Monreal Ávila, quien defendió a seis jóvenes detenidos en un plaza comercial e imputarles el ilegal delito de ultrajes a la autoridad, fabricando señalamientos inexistentes. Y ante la presión mediática, los dejaron libres.
Lo que queda claro, en la granja de López Obrador hay una evidente insurrección y los integrantes de ésta se están sublevando, perdiendo el control el presidente de México.
Pero Cuic asume los errores de otros. Hace propios los tropiezos de sus funcionarios de su Gabinete, en su mayoría, ineficaces y ejercen claros actos de corrupción. Y mientras se muestra torpe en su forma de hablar, de lento aprendizaje político y débil en el cargo, es motivado a ser vengativo, asesorado por su secretario de Gobierno, quien desde hace más tres años, él mismo le pone tropiezos a Cuic, con la esperanza de que su jefe pida licencia como gobernador y así, el llamado “Bola 8” asuma la gubernatura interina, bajo la aprobación de un Congreso Local controlado.
Ésto explica por qué tantas tonterías realiza Cuitláhuac García, quien a ojos cerrados obedece a su secretario de Gobierno, el mismo, quien todos los días traiciona a su jefe, con la esperanza de obligarlo a pedir licencia, en un maquiavélico plan entre la secretaria de Energía, la zacatecana Rocío Nahle García y Eric Cisneros para deshacerse de Cuic y adueñarse del control del estado.
Y quien no acepta sus errores y pésimas decisiones es el presidente de México. Ante una crisis entre senadores y el Gobierno de Veracruz, él apoya en su mañanera y en abierto a Cuitláhuac, asegurando una y otra vez que su protegido es “honesto”. Pero en lo “oscurito” apoya silenciosamente a los legisladores Dante Delgado y a Ricardo Monreal, para que haya polarización, confrontación y discursos teledirigidos. Al final, él deberá poner orden, imponiendo negociaciones y de forma maquiavélica, sacar provecho de la confrontación, aceptando ser necesario sacrificar a alguien y no precisamente serán los senadores.
Hasta el atarantado Gerardo Fernández Noroña defiende a Monreal y a Dante, asegurando que el Gobierno de Veracruz “Ha hecho chingaderas para joder a compañeros”, aludiendo al gobierno de Cuitláhuac García Jiménez y entre sus locuras, asegura no ver el móvil que le imputan a Del Río Virgen.
Una forma perversa del presidente, para deshacerse de quien le estorba en sus futuros planes, mandado varios mensajes a Cuitláhuac García, como la constante presencia en Veracruz del presidente de la Mesa Directiva del Congreso Federal, Sergio Gutiérrez, a quien el gobernador dijo no conocerlo y ahora, ante el revanchismo político con la detención de José Manuel del Río Virgen, los senadores Dante Delgado y Ricardo Monreal operan para la desaparición de poderes en Veracruz, presionando para que Cuitláhuac García Jiménez pida licencia al cargo.
Ésto nos recuerda cuando en septiembre del 2009, el apodado por López Obrador “Juanito”, de nombre Rafael Acosta, quien era el entonces jefe delegacional electo en Iztapalapa, fue obligado a que cumpliera su palabra y cediera su lugar a la perredista Clara Brugada y asumir el cargo. Durante varias semanas, “Juanito” aseguró que no renunciaría a la jefatura delegacional y lamentó que el equipo de López Obrador no le regresara sus llamadas. Al verse como huérfano político, no le quedó otra que renunciar al cargo y permitir que la protegida de López asumiera la entonces Delegación en Iztapalapa.
Hoy vemos que la historia se repite: Cuitláhuac García Jiménez no quiere dejar el cargo y el presidente le manda mensajes para obligarlo a que ceda el poder y pida licencia para que un literal operador trabaje y llene las necesidades e intereses de López Obrador rumbo al 2024. Y “Cuic” se hace el desentendido. Se agarra del poder con uñas y dientes, pues cree que los votos del 2018 fueron gracias a un desconocido Cuitláhuac, cuando en realidad, fue por el efecto López Obrador, bajo una campaña de 18 años promoviendo un cambio para México y al llegar al poder, éste no se ha cumplido, traicionando a sus seguidores.
No debemos omitir la situación de los abogados en Veracruz, que han denunciado abusos por parte de la FGE, pues al llevar los casos de defensoría de políticos de oposición, quienes llevan su proceso en la cárcel, los litigantes correrán con la misma suerte y serán detenidos saliendo de los penales, fabricandoles delitos, como ultrajes a la autoridad. Por eso, muchos se niegan tomar los casos y en el tema de Del Río Virgen, el único que aceptó fue el abogado mediático Jorge Reyes Peralta, quien litiga en los reflectores y no en los juzgados, poniendo este caso en grave riesgo.
Las y los inteligentes lectores preguntan si Cuitláhuac García es torpe. La respuesta es sí, pues su padrino, el presidente de México, ya quiere que pida licencia y él no entiende que su tiempo ya terminó, aferrándose a un cargo que desde el principio le quedó grande y hoy estorba para las negociaciones del 2024 en Veracruz y para el apoyo de la o el candidato a la presidencia de México, las cuales, Cuitláhuac ha quedado fuera.
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