Lo de las empresas fantasma de Cuitláhuac García no es nuevo. 227 empresas fantasma y 5 mil millones el saldo perdido por no haber hecho caso a nuestra advertencia
En un reportaje publicado en Libertad bajo Palabra el 15 de enero de 2020 señalamos muy a tiempo lo que sucedía en la Secretaría de Salud: “Si usted pone en el buscador de Google “Elehnsa sa de cv Sesver pdf” le habrán de salir innumerables enlaces hacia el sitio web de la Secretaría de Salud de Veracruz. Elehnsa cuyas oficinas están en Araucarias No. 22 Colonia Higueras en Teocelo, Veracruz, es una de las empresas de reciente creación que Antonio Pola Navarro utiliza para otorgar millonarios contratos de manera directa. Elehnsa ha participado y ha licitado con otras empresas como 3L Phrama, Proinher, Megabits Solutions, Grupo Desarrollador de Sistemas de Voz y Datos y Policarpo Carvajal Santamaría como persona física”. En esa ocasión acudimos a la dirección fiscal de la empresa Elehnsa en Teocelo y sólo encontramos una casucha abandonada. En el caso de Policarpo Carvajal, descubrimos que era un vendedor de limones en Cardel, Veracruz. Es decir, las empresas fantasma en el gobierno de Cuitláhuac García no son nuevas, no las está descubriendo el ORFIS. Desde hace años las estuvimos denunciando, pero como dicen que quien estuvo atrás de ese negocio era Eleazar Guerrero, primo del gobernador, la contraloría hizo caso omiso. ¿Y qué decir de Araly Rodríguez Vez, empleada de la Secretaría de Educación? Esta señora llamó la atención, pues siendo que sólo es una empleada de la SEV resultó beneficiada con varios contratos millonarios en la Secretaría de Salud, el DIF estatal y la Secretaría de Seguridad Pública; tres de las dependencias donde Eleazar Guerrero puso a sus administradores. Igual que con Elehnsa, también nos enteramos que el domicilio fiscal de Araly estaba en la colonia Higueras, en una tiendita ubicada en una calle de tierra. El Grupo Imagen reporta el saldo de lo que fueron 6 años de empresas fantasma en Veracruz, 6 años de una Contraloría omisa, de un ORFIS cómplice, de un gobierno federal alcahuete. Señala el periódico Excelsior: “El gobierno de Veracruz, encabezado por Cuitláhuac García Jiménez, enfrenta serias acusaciones de corrupción por el desvió de más de 5 mil millones de pesos mediante un esquema de 227 empresas fantasma, afectando sectores estratégicos como la salud, la educación y el desarrollo social”. ¿Qué sigue? Pues ver si el gobierno de Claudia Sheinbaum será o no igual de alcahuete que el gobierno de López Obrador.
Felipe VI da una gran lección a López Obrador. El de México decía que no iba a ver damnificados para que no lo insultaran; el de España, recibe insultos, encara y consuela
López Obrador, después de la tragedia de Otis en Acapulco, dijo que no acudía al lugar de la tragedia para verse con los damnificados porque debía cuidar la investidura. Tenía miedo de que los insultara, de que le mentaran la madre, de que lo abuchearan. Por ello, durante las dos tragedias ocurridas en Acapulco y en otras, prefirió quedarse en su “palacio” para desde las mañaneras insultar a los gobiernos pasados, a quienes acusaba de las cosas malas que ocurrían durante su gestión. Por otro lado, el rey de España, Felipe VI, acudió a ver a los damnificados de Valencia, donde la DANA arrasó con todo. El presidente acudió acompañado de la reina Letizia y del presidente de España, el izquierdista Pedro Sánchez. Apenas iniciaban el recorrido todo se salió de control. Los valencianos cabreados por la tragedia que les cayó encima lanzaron palos, lodo e insultos a la comitiva. Pedro Sánchez al ver el enojo de los valencianos salió huyendo. El rey Felipe VI y doña Letizia no huyeron. Felipe VI, con mucha templanza, aguantó los insultos y recibió el barro. Avanzó mientras los españoles reclamaban y conforme avanzaba esos españoles se dieron cuenta de que tenían rey y le pidieron consuelo. Felipe VI no se echó para atrás. Le preocupaba doña Letizia, pero los damnificados acudieron a su reina para decirle que la bronca no era con la Corona, que la bronca era con el gobierno de izquierda de Pedro Sánchez. Qué gran lección para un presidente de trapo como López Obrador, quien se pasó los 6 años de su gobierno insultando a sus gobernados, echando la culpa a sus antecesores y protegiendo la corrupción de sus hijos.
Sabina Berman relata en X que para poner en evidencia la corrupción de un juez pagó soborno de 200 mil pesos. Lo que pone en evidencia es la corrupción de ella
Hay personas que, en su abyección, con tal de quedar bien con el gobierno que las mantiene, son capaces hasta de admitir su propia corrupción. Tal es el caso de Sabina Berman, una defensora a ultranza de la Cuarta Transformación, quien para justificar que los jueces deberían ser elegidos por el pueblo, pues los actuales son unos corruptos, relató un hecho de corrupción en el que se vio implicada. Señala Sabina en su cuenta de X que con tal de que un juez dictara sentencia a su favor, estuvo de acuerdo en sobornarlo: “Fuimos a pagar un soborno a un juez, para que no dictara sentencia a favor de quien ya lo había sobornado. Nos dijo textual: ‘él pagó 100.000. Me dan 200.000 y queda’. Se lo pagamos”. Es decir, acusa al juez de corrupto, pero ella también es corrupta, cuando acuerda pagar un soborno. De acuerdo con un diccionario jurídico, “el soborno implica dar o recibir algo de valor para influir en las acciones o decisiones de una persona, a menudo en violación de la ley o las normas éticas”. Es decir, comete delito, tanto el que pide el soborno como el que lo da”. A la señora Sabina Berman le salió el tiro por la culata, y todo por quedar bien con sus amos de la 4T.
Armando Ortiz Twitter: @aortiz52 @lbajopalabra