“In memoriam Óscar Chávez.”
Mtro. José Miguel Naranjo Ramírez.
Mi primer acercamiento al gran cantautor Óscar Chávez fue maravilloso, escuchar la canción de “Macondo” me provocó alegrías y al mismo tiempo nostalgias, recordé perfectamente a muchos personajes de esa magistral novela de Gabriel García Márquez titulada: “Cien años de soledad”, vinieron a mi mente personajes emblemáticos como Úrsula Iguarán, José Arcadio Buendía, los Aurelianos y los Arcadios, Amaranta, Pilar Ternera, Fernanda del Carpio, Mauricio Babilonia, Remedios la bella, y hasta personajes secundarios como Pietro Crespi, Prudencio Aguilar, Petra Cotes, la Elefanta, realmente es impresionante como la letra de una pequeña cumbia logró compendiar de manera sencilla y amena una voluminosa novela que abarca un sinfín de personajes e historias.
Emocionado por este descubrimiento artístico me puse a investigar sobre la cumbia “Macondo” y su cantor, y fue así como primero supe que la letra de “Macondo” no es de Óscar Chávez, sino del actor, periodista y guionista peruano Daniel Camino Diez Canseco. Sin embargo, en aquellos años mi encuentro con Óscar Chávez fue definitivo para quedarme con él, con su música, sus actuaciones, sus bellas letras, las investigaciones sobre el cantor me llevaron a conocer que en sus inicios Óscar Chávez estudió teatro y tuvo como maestros a Salvador Novo, Sergio Magaña, Emilio Carballido, que además de Actor y Director de teatro era un gran Actor de películas clásicas mexicanas, ejemplo es que fue protagonista de “Los caifanes” compartiendo escenario con la gran actriz Julissa de Llano Macedo y Enrique Álvarez Félix y también formó parte del elenco de “La Generala”, al lado de María Félix, Carlos Bracho e Ignacio López Tarso.
Con el paso de los años Óscar Chávez se convirtió en uno de los mayores símbolos artísticos mexicanos, Chávez fue un hombre rebelde, de valores y principios, compuso canciones de protesta, participó activamente en el movimiento del 68, pero al mismo tiempo nos acercó con su bella voz a poemas de José Martí, Manuel José Othón, y cantó las grandes canciones latinoamericanas como “Gracias a la vida”, “Lágrimas negras”, en general, si los argentinos con toda razón pueden presumir y agradecer a la vida el haber tenido a su Facundo Cabral y Alberto Cortez, nosotros podemos elogiar y disfrutar a un gigante de la música Latinoamérica como lo fue Óscar Chávez, sin olvidar que estamos ante la figura de un primer actor que fue poeta, cantante, compositor, Director de teatro, Actor, y precisamente recordaremos al gran artista mexicano en su papel de Actor en la obra de teatro de su Maestro Emilio Carballido titulada: “Silencio pollos pelones, ya les van a echar su máiz.”
La pieza de Carballido es catalogada como una farsa política y fue estrenada en 1963. Óscar Chávez participó en la obra tocando la guitarra y cantando, seguramente se sintió muy a gusto porque la obra va abordar una fuerte protesta política y la protesta irá en varios sentidos, pero desde un inicio resulta muy interesante como el Maestro Carballido va mezclando la crítica política, social, con la alta cultura y erudición que poseía y que lo reflejaba al momento de su creación. La obra al inicio plantea que el teatro mexicano tiene poco desarrollo y los actores viven al día porque somos un país subdesarrollado, el ACTOR B afirma que posiblemente: “Los autores mexicanos están subdesarrollados”, el ACTOR C le contesta: “No, no es eso. Si los autores tuvieran un poco más de apoyo oficial…” luego entonces el ACTOR B responde: “El apoyo oficial está subdesarrollado. Todo está muy subdesarrollado.” Esto se planteaba en 1963, la problemática se encuentra vigente.
Por lo antes comentado el ACTOR A les decía a sus actores que él quería hacer algo digno para la actuación de ellos y para disfrute del público, y en esta parte realizan un clásico y erudito recorrido por autores y obras estelares de Shakespeare, Apollinaire, Tennessee Williams, Miller, Sartre, etc. y como al final definen que el dramaturgo es un creador y: “El universo es su drama, en el interior del cual él es Dios creador”, los actores terminan la discusión dramatúrgica y empiezan a representar la historia que aquí me permitiré brevemente contar.
La obra analizada la divido inicialmente en las siguientes etapas temáticas: por una parte, la crítica dramatúrgica que acabo de señalar, posteriormente y una vez que los personajes empiezan a actuar (sin público) nos encontramos con Porfirio y su familia, quienes son personas humildes que sobreviven al día siendo explotados por unos gringos y Porfirio muere ahogado en el intento de ganarse un poco de dinero para cubrir los gastos esenciales de su familia. La tercera etapa es conocer a Doña Leonela quien es una viuda que a la pérdida de su esposo se dedicó a ayudar a los pobres, este personaje sufrirá involuntariamente una metamorfosis cuando su sobrino Eustaquio Téllez Girón llegó a ser Gobernador del Estado, y en la campaña para Gobernador de este personaje aparece Óscar Chávez cantando:
“CORO D Y E. – (Cantan) Ya vinieron los votantes, los trajeron en camión y les dieron barbacoa y harto pulque y un tostón. Ahora toman la boleta con civismo y convicción, reflexionan y eligen quien será Gobernador. (La urna. Llega un votante algo borracho y con la barriga llena. Eructa, se limpia los dientes. Bandera desplegada al fondo, carteles con los colores del partido. VOTANTE. – ¿Y ahora como voto? INFORMANTE: Ponga una cruz en el nombre de su candidato. VOTANTE. –¿Y cuál es mi candidato? INFORMANTE. –… VOTANTE. –¡Ah, pues claro! Pone una cruz y su huella digital. El informante acaba de llenar la boleta y la deposita. El votante se va eructando.”
Una vez ungido Gobernador, Eustaquio nombró a su querida tía Leonela jefa de Asistencia Pública, la realidad de la asquerosa burocracia le fue eliminando su espíritu altruista y poco a poco doña Leonela se convirtió en una mujer práctica, insensible, y en la parte final de la obra todos los personajes se relacionan, porque doña Leonela le envío una lujosa caja de muerto a la familia de Porfirio para que lo sepultaran, la familia no sabían qué hacer con la caja porque no cabía en su humilde casa y por si fuera poco al cuerpo de Porfirio seguramente ya se lo habían comido los peces, ahora el verdadero problema era decidir si sepultarían la costosa caja aunque estuviera sin el cuerpo de Porfirio o decidir qué harían con ella…
Realmente la farsa política es muy cómica, pero realista y absolutamente vigente, cuando los actores terminaron de representar sin público su pieza, el CORO D afirmó: “Este es un modo de acabar la obra tan bueno como cualquier otro. ACTRIZ A. –Nosotros hemos pedido un buen de subsidio, para ponerla un poquito mejor de lo que la han visto. ACTOR A. –También pedimos un buen teatro, mejor propaganda, buenos programas, porque ustedes ya ven cómo anda esto. ACTOR C. –También pedimos ayuda para poner esta obra al aire libre, donde la viera la gente que no puede pagar boleto. ACTRIZ C. –También pedimos que se respete siempre la Constitución, y que se saneen los sindicatos, y que se le dé educación cívica el pueblo, y que liberen a los… y que respeten las autonomías, la educación, la libertad de catedra…”
Nada ha cambiado, lamentablemente todo sigue vigente en el presente 2020.
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