*Yunes Zorrilla es el mejor aspirante de la futura coalición
*Ramírez Marín convirtió en estiércol su dirigencia Estatal
NO CABE duda que la ignorancia es atrevida o, en el peor de los casos, la vanidad es ruin, y acaso por ello hay quienes dicen que el ambicioso quiere ascender hasta donde sus propias alas puedan levantarlo, mientras que el vanidoso cree encontrarse ya en las supremas cumbres codiciadas por los demás. Y ese es el caso del dirigente Estatal del PRI, Marlon Ramírez Marín quien henchido de pedantería minimiza la aspiración de José Francisco Yunes Zorrilla como aspirante a la Gubernatura en el 2024, todo porque el reconocido ex senador, ex diputado local y Federal y nuevamente legislador en la cámara baja, ex alcalde y ex dirigente priista, entre otros cargos, no se ha acercado al ex duartista que terminó negando a su ex jefe, ahora en prisión, para que le dé su bendición, como si Pepe Yunes necesitara de este sujeto anodino y mediocre que llegó al poder por obra y gracia de la revoltura que existía en el PRI, y que su llegada al comité Estatal la ha trasmutado en estiércol. Ramírez Marín queda claro que ya no debería estar al frente del “tricolor” en la Entidad, debido al daño que le ha caudado utilizando los recursos que deberían ser para capacitación y formación de nuevos cuadros, en mantener la cauda de aviadores, entre otros su propio personal doméstico, además de un sinfín de “reinis” que no aportan nada, pero que a diario exhiben sus nuevas prendas o adquisiciones, independientemente de las reuniones que el porteño sostiene, incluso, con el Secretario de Gobierno, Eric Patrocinio Cisneros Burgos de quien recibe instrucciones, como ha quedado de manifiesto en varias gráficas.
POR ELLO, cuando desestima a Pepe Yunes como precandidato del PRI a la Gubernatura, uno se pregunta: ¿en verdad creerá que él va a decidir la sucesión de Veracruz en el 2024 y no la cúpula nacional de ese instituto que lo trae en la mira?. Dicen los expertos en torno a los vanidosos que a estos les gusta escucharse a mí mismos, es uno de sus mayores placeres, y a menudo mantienen largas conversaciones con ellos y se sienten tan inteligente que a veces no entienden ni una palabra de lo que dicen o piensan pero están satisfechos, y eso suele ser el caso de Marlon que tal vez sigue preocupado por la propuesta del gobernador Cuitláhuac García Jiménez aprobada por el Congreso Local, mediante la cual se reduce a la mitad las prerrogativas de los partidos a nivel Estatal, lo que le dejaría chiflando en la loma ante tanto compromiso contraído con aviadores a los que, una vez que les suspenda el recursos seguramente se le echarán en contra.
PERO DICE él, todavía, dirigente Estatal del PRI que hasta el momento no hay una solicitud formal ante ese partido por parte del ex senador y actual diputado Federal, José Yunes Zorrilla para competir como probable abanderado a la gubernatura, aun cuando el ex alcalde de Perote ha dejado en claro que si aspira. Según Marlon, el único que ha hablado formalmente de ser candidato es Héctor Yunes Landa, de tal suerte que “ni en el nacional ni en el estatal hemos recibido otra aspiración como la que dice tener el senador Yunes Zorrilla que no sea la de Yunes Landa”, asume quien fue impuesto, precisamente, por Héctor.
AHORA BIEN, la decisión de quien será el candidato del PRI o de la alianza nacional opositora a la Gubernatura del Estados en el 2024 no corresponderá a Marlon, por más que se sienta el non plus ultra de los dirigentes Estatales. Vamos, ni baranda toca en ese tema considerando que el abanderado podría ser, incluso, de otro instituto avalado por el Revolucionario Institucional, dependiendo del aspirante que reúna mejores condiciones de triunfo. No es como antes que desde la cúpula nacional, a falta de un Presidente de la República priista, se decidía al abanderado, pues no hay que olvidar que MoReNa, pese a Cuitláhuac García Jiménez como gobernante, sigue teniendo la fuerza del Presidente Andrés Manuel López Obrador que no se dejará perder esta posición, sea con Rocío Nahle García como abandera o un emergente ganador como Ricardo Ahued Bardahuil a quien, por lo pronto, el Partido Verde Ecologista de México ya dio su respaldo, sabedores de que es garantía de honestidad y trabajo, más allá de las grillas palaciegas.
PRI, PAN y PRD tendrán que convocar a una consulta o sondeo serio entre seguidores para determinar a sus respectivos candidatos, y una vez que surjan los tres o cuatro, porque no hay que olvidar que Movimiento Ciudadano podría sumarse, someter a sus “gallos” a otra encuesta general para que sea seleccionado el mejor, y solo de esa manera se seleccionaría un abanderado competitivo. De no hacerlo y prevalecer los vicios en la selección movidos por grupos de interés, lo más probable es que la coalición pierda estrepitosamente. Por ello Marlon Ramírez, que ya se siente el gran líder partidista que salvará al PRI, mejor se debería callar y hasta renunciar, o seguirse dedicando a sus reinis, a que no les falte el recurso y dejar en manos de expertos o de las cúpulas nacionales la decisión en la que solo estorbaría.
PEOR AUN, Ramírez Marín se encuentra manchado o marcado por las reuniones previas que ha sostenido con el Secretario de Gobierno, Eric Patrocinio Cisneros Burgos, quien conoce de sobras los vicios y necesidades del priista, y no dudará en acercarle algunas satisfacciones para que se preste al juego de sepultar al tricolor en el Estado, lo que el ex duartista haría con mucho gusto si le garantizan una salida digna y desahogada. Marlon debe entregar las riendas del PRI Estatal, porque el daño que le ha causado es indiscutible, y ello ha quedado de manifiesto en las más recientes elecciones, donde al ex partidazo lo han llevado a los sótanos, en tanto los dineros destinados para dar la batalla o construir nuevos cuadros vaya usted a saber donde fueron a parar.
SOSLAYAR DE antemano a Pepe Yunes solo porque no se le ha cuadrado, más que una irreverencia pareciera ser una estulticia, porque ninguno de los aspirantes a la Gubernatura, ni siquiera los que presente el PAN, PRD o Movimiento Ciudadano le llegan a los talones en grados académicos al de Perote, y mucho menos en trayectoria política. Su paso por el servicio público es limpio, sin macha de corrupción, y su defensa de temas de interés para los gobernados no deja lugar a duda de sus convicciones. Yunes Zorrilla, se quiera o no aceptar, es el mejor abanderado que tendría la alianza, aunque para ello se debe despejar el camino de arrogantes, soberbios y vanidosos como Marlon Ramírez que causarían un gran daño al otrora invencible “tricolor”. Vaya ceguedad del jarocho, y acaso por ello Esopo decía: “Si te alabas a ti mismo, serás simplemente objeto de la burla, sobre todo de los que mejor te conocen”. OPINA carjesus30@hotmail.com