* Crece el rechazo a su deseo de “prorrogarse” en el poder
* La consulta para la “prórroga” será de esas de “di lo que quieras, que yo haré lo que yo quiera”
Marco Antonio Aguirre Rodríguez
El rector de la Universidad Veracruzana (UV) Martín Aguilar Sánchez mostró éste 6 de junio, en pleno Consejo Universitario de esa casa de estudios, que su intención es seguir en el puesto por otros cuatro años, bajo la figura que sea.
Martín Aguilar se montó a su soberbia y mostró que no le importa que la opinión pública vea su rectorado como una administración deficiente, y que además esto es un reflejo de la percepción que existe al interior de la Universidad Veracruzana de su gestión.
Si le quieren llamar reelección, continuidad del cambio (como si fuera eslogan del partido en el poder), ampliación de plazo o prórroga del cargo, eso no importa.
Lo importante para él, es seguir ahí.
Ya dio una prueba palpable de como quiere que sea “la consulta” a la comunidad universitaria para determinar su “solicitud de prórroga”:
Igualita que las consultas que realizó el gobierno de Morena para imponer sus reformas, incluyendo la destrucción del Poder Judicial en todo el país, «tu puedes decir lo que quieras, que yo haré lo que quiera».
Será la ratificación de la famosa formula de “te oigo pero no te escucho”.
O sea, las palabras se las llevará el viento, en el mejor de los casos.
Aunque lo más probable es que la Junta de Gobierno de la Universidad Veracruzana (completamente a fin al rector de la UV) será el arma con la que Martín Aguilar pretenda cumplir sus aspiraciones.
En el Consejo Universitario se habló de que hubo quienes enviaron correos amenazadores a los consejeros para que acepten la “prórroga”.
Miguel Casillas, consejero maestro del Centro de Investigación e Innovación en Educación Superior (CIIES) de la UV, incluso en una carta abierta señaló que algunos integrantes de la Junta de Gobierno de la UV más “parecieran operadores políticos del rector antes que académicos cuidando la institucionalidad de una universidad”.
Dijeron en el Consejo Universitario una y 10 veces el mismo discurso de que la prórroga es valida, queriendo convencer a fuerza de repetición, de que así es.
Y en contraparte diversos juristas firmaron diciendo que esta manera es una violación flagrante a las normas de la Universidad Veracruzana.
Martín Aguilar en su intento de legitimar su aspiración trató de inducir al Consejo Universitario de este 6 de junio a que lo apoyase en su pretensión y para ello, antes de comenzar a discutir su intención de “prórroga” puso a dos “abogados”, funcionarios de la misma UV, involucrados con su gestión, a decir que su pretensión es valida.
Pero no, no le resultó.
En cambio se dio una tendencia bastante marcada:
Los consejeros universitarios que hablaron a favor del rector, lo hicieron a nombre propio.
Los consejeros universitarios que se pronunciaron contra las intenciones continuistas de Martín Aguilar, lo hicieron en su mayoría como representantes de una comunidad académica, en nombre y representación de otros que también piensan que es inadecuado que siga en el puesto.
Por ejemplo, investigadores del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales, entidad académica en la que tiene base Martín Aguilar, y que por lo mismo lo conocen a la perfección, firmaron un pronunciamiento en contra de la pretensión del rector de perpetuarse en el cargo y le pidieron a la Junta de Gobierno “actuar con estricto apego a derecho en la designación de la persona que ocupara la rectoría” en el periodo 2025-2029.
También hay una larga lista de trabajadores y académicos de la Universidad Veracruzana que dan la cara contra las pretensiones autoritarias del rector, aún con todo el riesgo que esto les puede representar, que en un escrito público le piden a la Junta de Gobierno “que se niegue a este juego pernicioso para la Universidad y para la sociedad veracruzana”.
O esta el caso de los exintegrantes de la Junta de Gobierno que se pronuncian igualmente contra esto, entre los cuales hay varios abogados que conocen a la perfección la legislación de la Universidad Veracruzana, exrectores de la UNAM y de la UAM, científicos de renombre internacional, politólogos destacados y así.
Rafael Vela Martínez, uno de los aspirantes a la rectoría de la Universidad Veracruzana, exigió que se emita la convocatoria para que participen quienes aspiren a ese cargo; además reclamó múltiples deficiencias de la gestión de Martín Aguilar, entre estas la disminución del número de becas para los estudiantes de la UV, la alta deserción que tiene la universidad y la carencia de avance en programas académicos.
Enfatizó que hay un rechazo a la “prórroga” muy amplio, que incluye hasta a funcionarios de la actual administración universitaria.
Martín Aguilar, para cerrar el Consejo Universitario había preparado a varios profesores y funcionarios para que hablaran bien de su gestión.
Era el cierre perfecto al circulo: iniciar con dos abogados que decían que todo era legal y terminar con académicos que hablaban del “gran avance” de su gestión.
Pero la resistencia a su “prórroga” sigue creciendo.
Como que los terrenales de la Universidad Veracruzana no le creen, aunque él sienta que es el “gran místico” de la UV.
