Siempre he creído que la educación es uno de los pilares más importantes para la transformación del entorno, pero no me refiero únicamente al conocimiento que dejan las escuelas, sino a la suma de experiencias que hacen que haya personas altamente innovadoras, que buscan crear lo imposible y dar paso a nuevas realidades. Esa educación es la que pocas personas tienen y no por falta de oportunidades, sino por la mentalidad que rara vez se desarrolla fuera de la adversidad.
Constantemente me pregunto ¿qué hace que alguien quiera y pueda cambiar el mundo, pero otros no? ¿cómo surge la innovación? ¿es algo exclusivo de países de primer mundo o ciertas escuelas? Si bien hay países más desarrollados, la disrupción no surge solo en estos entornos, lo he comprobado siguiendo historias de vida de distintos ponentes que admiro.
Próximamente Puebla será sede del Festival de las Ideas, un evento de 3 días con ponentes internacionales que platican sus distintas experiencias desde los diversos campos en los que influyen. Este espacio es la oportunidad de fortalecer áreas de aprendizaje como arte, innovación, política, etc. Pero también sirve para identificar las cualidades que han dado pie al desarrollo y el progreso en distintas áreas.
Lo primero que he identificado a lo largo de los años que he acudido a este evento es que los ponentes son personas que piensan diferente, son rebeldes que se cuestionan lo ya establecido, si bien una gran mayoría ha tenido oportunidades que no tiene el común, también hay casos de personas que han tenido que hacer frente a múltiples adversidades, sin embargo su prioridad va más allá de sobrevivir, su meta es clara y es cumplir un sueño en sus distintos rubros, lo cual implica un compromiso mayor al promedio.
La formación académica no ha sido un determinante en la realización de sus objetivos, pero la mentalidad y el trabajo arduo sí lo es, pues otro factor común es la organización con base a lo que añoran conseguir, sumado a ello está la autenticidad, no temen mostrarse diferentes o pensar de manera distinta a lo que durante años se ha establecido y justo ahí está el punto de crecimiento.
¿Cómo podemos avanzar y crear algo nuevo sin salir de la zona de confort? Es imposible, de ahí la necesidad de cuestionarnos nuevas posibilidades, romper paradigmas y conocer a profundidad nuestras habilidades. Todas las personas tenemos algo que aportar, lo que falta es que nos aventuremos en explorar nuestros dolores, eso que causa incomodidad y de ahí dar pie a soluciones desde nuestros talentos pues es ahí donde comienza la transformación en comunidad, pues eso que me duele seguro lo puede experimentar alguien más.
En esta edición de Festival de las ideas escucharemos a Checo Pérez, a Alfonso Cuarón y otras personalidades internacionales que además de compartir una profunda pasión por sus áreas de desarrollo, comparten una constante curiosidad por ir más allá. Otra de las ponentes que añoro escuchar es Tilly Lockey, pues nos muestra el futuro de la medicina con la tecnología al ser una embajadora de las prótesis altamente funcionales.
Tilly es conocida como una modelo de brazos biónicos, las prótesis que portan están desarrolladas con materiales únicos que sorprenden por su movilidad y conexión inalámbrica, esto además de facilitar su vida brinda esperanza para quienes han perdido alguna extremidad y es la muestra de hacia dónde tendríamos que dirigir la tecnología.
El desarrollo no significa suplantación, es la oportunidad de apoyarnos en conjunto para crear mejores espacios, significa utilizar todo lo que somos para crecer y cuidarnos en conjunto y lo más importantes es que el desarrollo y crecimiento siempre sucede mejor en comunidad.