Los miembros de la oposición en México se han dedicado a pepenar posibles errores de la administración de la Presidenta Claudia Sheinbaum, para desgastarla y no ascienda en el panorama mundial como una de las más populares mandatarias del planeta.
Desde un supuesto arreglo cosmético hasta su negativa de ir al Vaticano a la unción del nuevo Papa, son factores que la oposición quiere magnificar para decirle a los mexicanos y al mundo que no es perfecta, que está llena de errores, mientras este tipo de críticas hace que sea más popular, pero la oposición ve cerradas las puertas de acceso a su regreso al poder y sólo dedica su ejercicio político a la crítica, reduciendo sus alcances y bajando el nivel del debate.
Los detalles en que basan sus críticas al gobierno no son trascendentes y lo saben, siguen mintiendo sobre la escasez de medicinas, reviven el problema de posibles negligencias médicas durante la pandemia, adoptan el narcotráfico como una actividad del gobierno, quieren encontrar contradicciones hasta en la diferencia de precio de un boleto de avión.
Los opositores no han olvidado la historia, simplemente la desconocen. Consideran que cualquier país es mejor que México, como se creía en el porfiriato, o más allá del tiempo en los días de Benito Juárez, cuando los conservadores solicitaron un monarca extranjero antes de que un indígena gobernara el país.
Lo opositores no quieren que se gobierne para el pueblo, porque ellos no se consideran pueblo. Así, prefieren traicionar antes que sentirse parte del país. De esta manera son congruentes con la idea de que más vale un príncipe extranjero que gobierne para la minoría antes que un nacionalista del país que gobierne para todos.
La identificación de la minoría mexicana con lo extranjero ha llevado al país a batallas donde se ha derramado sangre de patriotas que deben defender con su vida lo que algunos pisotean.
La oposición viajó varias veces a Estados Unidos y España a quejare en la OEA y la ONU de la amenaza comunista, se entrevistó con los presidentes de esas organizaciones y hasta con el rey de España, nadie reaccionó favorablemente para ellos. Les dieron el avión, saben el poderío que esperaba a México que algunos todavía se niegan a reconocer.
La ex candidata del PRIAN viajó a hablar con una serie de agrupaciones para acusar a su contrincante y al gobierno de no haber piso parejo en las campañas y afirmar que se trataba de una elección de Estado, todos sabían que era parte del espectáculo.
El mundo no vive su mejor momento, y cuando se convulsiona México tiene a su peor enemigo en su propio territorio. Son mexicanos quienes reniegan de su nacionalidad y buscan ser superiores, según una escala de valores que dejó de regir en el mundo desde hace siglos.
Por si fuera poco, la oposición en México se muestra desamparada ante las acciones recientes de Trump, que parecieran disposiciones de un gobierno comunista, según el imaginario de los conservadores mexicanos.
El jefe del Pentágono, Pete Hegseth, ordenó una reducción del 20 por ciento en el número de generales y almirantes de cuatro estrellas en el ejército estadounidense.
También solicita una reducción del 10 por ciento en el número de oficiales generales y de bandera, y un recorte del 20 por ciento en el número de oficiales generales de la Guardia Nacional.
La Universidad de Harvard no recibirá nuevas subvenciones federales hasta que cumpla con una serie de exigencias del gobierno de Trump. Se había congelado previamente 2 mil 200 millones de dólares en subvenciones federales a Harvard, y Trump está presionando para despojar a la escuela de su estatus de exención de impuestos.
Ante la imposición de un arancel del 100 por ciento a película extranjera, Trump estaría atentando contra la libertad de expresión, ahora la oposición en México se queja que la ley de telecomunicaciones quiere prohibir las telenovelas turcas y los noticieros extranjeros, como si dependiera de la Presidenta esa decisión.
El enemigo del pueblo mexicano por antonomasia ha sido el gringo, por eso lo escogieron como aliado; sin embargo, ahora Trump tiene en el gobierno de México a su mejor aliado. Sabe que la vecindad es inevitable y la sociedad comercial indestructible, por mucha que sea la desesperación del mandatario estadounidense por hacer de los aranceles una especie de coperacha para mitigar la enorme crisis económica en la que está hundido, sabe que en México tiene un apoyo que sí sabe de política y de economía. No lo tiene como socio, sino para que en la debacle de su proyecto, pueda asesorarlo.
Este fin de semana, antes de partir a Suiza para participar en las conversaciones comerciales con la delegación china, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, instó el viernes al Congreso a elevar el límite de endeudamiento del Gobierno federal para mediados de julio, con el fin de evitar una suspensión de pagos que trastornaría los mercados mundiales.
A pesar de las continuas derrotas que vive el presidente del vecino país del norte. A la oposición en México le conviene ponderarlo, decir que es el mejor y el más fuerte, de otra manera tendrían que reconocer que su presidenta, a la que ellos odian y encuentran los defectos habidos y por haber, tiene mayor aceptación dentro y fuera de sus fronteras.
Un ejemplo claro está en el crecimiento, mientras Estados Unidos no creció nada el año pasado, México creció 1.3 por ciento, según los cálculos más conservadores.
La oposición se quedó a nivel de intento por desestabilizar el país, el juego de la política tiene vuelos más altos, su miopía sólo le permite advertir su futuro inmediato y busca por todos lados convertirse de nuevo en gobierno, con esa ingenuidad nunca podrá lograrlo.
El mundo es más complejo, la necesidad de prepararse para entenderlo es parte de los requisitos para conocer la realidad.
PEGA Y CORRE.- En el escenario de la 88 Convención Bancaria, Claudia Sheinbaum se convirtió en la primera Presidenta en ser recibida en dicho recinto de pie por los dueños del dinero… Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.